La compañía no reducirá sus beneficios en Xbox
Están siendo unos días más bien moviditos para Microsoft. Entre su anuncio de reducir las ganancias que obtiene de sus videojuegos y desmentir informaciones que se han compartido en un documento filtrado, las recientes acciones de la compañía no han dejado indiferente a nadie. Pero vayamos por partes, como dijo Jack el Destripador. Hace menos de una semana, la multinacional con sede en Redmond anunció sus intenciones de, a partir del 1 de agosto, disminuir el porcentaje de beneficios que obtiene de la venta de sus juegos de PC. Con esta reducción, Microsoft se embolsará el 12% de las ganancias en vez del 30% al que está acostumbrado, y que suele ser el estándar en la industria. De esta manera, la compañía busca resultar más atrayente para diferentes desarrolladores y así poder hacer frente a los grandes del mundo del videojuego, e incluso llegar a desbancar al rey de la industria, Steam, entrando en ese fuego cruzado al que han dado lugar las agresivas tácticas de Epic y Valve.
Hasta aquí todo bien – depende de para quién, claro -, pero ahora es donde viene lo más jugoso. En un documento filtrado en las últimas horas, con fecha de enero de 2021 titulado “Políticas de Microsoft Store y principios de App Store“, se comparte junto a esta información sobre la reducción de los beneficios en los juegos de PC algo que ha llamado la atención de aquellos que lo han leído. En el documento se revela que Microsoft tiene planeado usar la misma estrategia para los juegos de consola, es decir, reduciría sus ganancias y aumentaría el margen de beneficio de sus editores, que pasarían de obtener un 70% a un 88%. Pero poco ha durado este supuesto plan por parte de Microsoft. Un portavoz de la compañía no ha tardado en desmentir dichos rumores a The Verge, asegurando que no tienen planeado cambiar el porcentaje de los beneficios en las consolas, al menos por el momento.
Ahora nos toca preguntarnos por qué Microsoft ha decidido echarse atrás en algo que tenían planeado desde hace tiempo. Algunos medios especulan que el cambio de opinión puede deberse a la cancelación sobre la subida de precio de Xbox Live, lo que habría compensado la pérdida de ingresos al reducir la tasa de beneficios. Pero, en el caso hipotético de que Microsoft se replantease seguir con su plan inicial, ¿les saldría rentable? En el caso de los juegos de PC sí que parece que la cosa pueda funcionar, ya que es una manera de animar y obtener el mayor número de publicadores y desarrolladores para compartir sus juegos en la Microsoft Store.
Pero en el caso de Xbox y sus sucedáneos, quizás no es tan rentable como en el caso del ordenador. Es cierto que el reducir los beneficios de los juegos de consola seria un duro golpe para Sony y Nintendo, quienes se verían obligadas a actuar para atraer a editores y recuperar el pódium del sector. Sin embargo, una reducción tan clara en el porcentaje de los beneficios probablemente tendría un impacto negativo en los ingresos de Microsoft a corto y medio plazo, lo que no se compensaría ni con la llegada de un mayor número de juegos. Puede ser que nuestras dudas obtengan respuesta en la próxima batalla legal entre Apple y Epic Games Store, ya que Lori Wrigt, vicepresidente de desarrollo comercial de Xbox, se presentará en el caso como testigo de ambas compañías. Quizás durante dicha batalla se revelen más detalles sobre Microsoft y sus futuras políticas. En caso contrario, tendremos que esperar algún tipo de explicación por parte de alguien de Redmond o nos deberemos conformar con nuestras propias teorías.