Teraflops y tiempos de carga
Parece que de momento ni el Coronavirus va a parar los planes que tiene Microsoft de cara a presentar todos los detalles de su nueva gran consola, Xbox Series X. Llevábamos ya unos meses de sequía sin apenas ningún tipo de información referente a la generación que está por venir, pero desde el equipo de Phil Spencer nos llega nueva y jugosa información sobre numerosos detalles de su máquina. Ya tenemos su listado de especificaciones finales, todo lo referente a ese mando que la acompañará y hasta un vistazo a los tiempos de carga que soportará Series X a partir de finales de este año cuando se lance al mercado.
Vamos primero al melón real del asunto, y es que desde la página oficial de Xbox, Digital Foundry y Eurogamer nos llegan todos los detalles referentes a las especificaciones con las que contará Xbox Series X. CPU, GPU, Memoria, Almacenamiento,… Ya tenemos todo lo que necesitábamos saber para empezar a hacernos una idea de la potencia que tendrá la máquina de Microsoft, y con ello podríamos empezar a especular sobre su precio. En lo referente a la potencia gráfica, contaría con hasta 12 Teraflops -la palabra mágica- , llegando así al objetivo que se había marcado la propia compañía para llegar a proporcionar una resolución 4K y 120 fps como tope en algunos videojuegos, contando también con la tecnología RDNA2 para aumentar su rendimiento. Y es que en la prueba que Microsoft mostró a DF, Gears 5 se ejecutó en Series X con los ajustes gráficos subidos a Ultra y a 60 fps, siendo una mejora bastante significativa con respecto a Xbox One X. Según palabras de Andrew Goossenm, uno de los arquitectos de la consola, a Eurogamer:
En cuanto a su memoria RAM, Series X contará con hasta 16GB GDDR6, duplicando los de One S, los cuales se dedicarán en su amplia mayoría a ejecutar los juegos, dejando un pequeño espacio para el Sistema Operativo. Otro detalle importante a comentar es que se confirma que contará con un almacenamiento interno de 1 TB SSD -esperable a estas alturas de la película-, pudiéndose expandir de forma externa con otras tarjetas o mediante USB. Algo que se va a ver definido sobretodo en los tiempos de carga que sufrirán los títulos ejecutados en la consola, sufriendo una mejora realmente significativa gracias a la tecnología SSD.
En otro aspecto menos técnico, hemos podido conocer también las dimensiones que tendrá la caja de la máquina -con una comparación con One X y un frigorífico-. Además, el nuevo mando contará con un nuevo D-Pad, compatibilidad con varios dispositivos, Bluetooth Low Energy (BTLE) para un mejor emparejamiento, un botón de compartir parecido al del DualShock 4 y unas texturas y acabados mejorados con respecto al anterior. Con todo ello, parece que todo son mejoras y mejoras en esta ola de información por parte de Microsoft, aún a expensas de saber el precio que tendrá Xbox Series X para poder comprobar si la relación calidad-precio es justa.
La demo técnica mostrando los tiempos de carga es ilusionante y un paso adelante que esta nueva generación debe marcar como diferencia con la anterior. Y, quizás todo esto sean datos un poco fríos, donde sólo vemos listas de especificaciones y poco más con lo que podemos irnos haciendo una pequeña imagen de cómo será su lanzamiento. Sin embargo, aún nos queda mucho por ver referente a Xbox Series X. Precio, catálogo de juegos, servicios, cómo afrontarán el Game Pass de cara a su lanzamiento,… Es un nuevo paso en la dirección adecuada, pero creo que aún nos falta ese gran evento de presentación donde podamos ilusionarnos de verdad, con cosas a las que agarrarnos. Los Teraflops son importantes, pero todavía queda mucho por hacer.