El que parte y reparte se lleva la mejor parte
Todos recordareis cómo el pasado mes de septiembre Xbox sorprendía al sector del videojuego con la que fue una de las mayores noticias que la industria ha recibido en este año (y en esta década, si me apuráis): el anuncio de la compra de ZeniMax y Bethesda Softworks, junto a todas sus franquicias y estudios en desarrollo, por parte de Microsoft. La compra se cerró nada más y nada menos que por la cifra de 7.500 millones de dólares. Tras el conocimiento colectivo de esta noticia, no se ha parado de hablar de qué sucederá con los juegos de la firma, y es que pese a las recientes declaraciones de Phil Spencer que dejaban algo lejos la exclusividad del catálogo, es obvio es que si estas dispuesto a pagar 7500 millones por las licencias es para sacar buena tajada. Gracias al actual CFO de Xbox, hoy hemos podido conocer algunos detalles adicionales sobre la repercusión del movimiento en el sector.
Con estas declaraciones, Microsoft deja claro que apoya el juego multiplataforma, y que ni con los derechos de una de las grandes desarrolladoras del sector tiene pensado dejar a los jugadores de otras plataformas sin disfrutar de estos grandes títulos, aprovechando su desarrollo para afianzar su ecosistema. Y es que probablemente Bethesda y Microsoft llegasen a algún tipo de acuerdo donde el mayor beneficiado de esto fuese Xbox Game Pass, permitiendo que los usuarios suscritos a esta plataforma el disfrute sin coste adicional y/o previo de las novedades con respecto al resto de jugadores. De ser esta la decisión, sin dudas, sería la más acertada para la comunidad, dado que todos ganan: los jugadores de Xbox (que, indirectamente, estarían financiando los desarrollos de la empresa desde sus primeros meses) podrían disfrutar antes que nadie de ese nuevo lanzamiento, mientras que los jugadores de Sony y Nintendo tendrían que esperar un poco, pero siempre con la certeza de que también llegará a sus plataformas.
Con el anuncio de la compra muchos jugadores de las otras plataformas y fans de títulos nacidos del vientre de Bethesda se llevaron las manos a la cabeza. “¿No podré disfrutar de nuevo The Elder Scrolls o Fallout en la nueva generación?“, pensaron muchos. Hoy todos ellos pueden respirar un poco mejor, con la seguridad de que Microsoft no se jugará la carta de la exclusividad, en parte, por las pérdidas multimillonarias que esto podría conllevar. Esto acerca a la compañía, inevitablemente, hacia el terreno de la distribución, y tras el lanzamiento en Switch de un archiconocido y muy emblemático first party como lo fue Ori and the Blind Forest (y su secuela), parece que cualquier lanzamiento de la empresa podría ser posible en otros sistemas. Si eso conlleva una maximización de beneficios, claro.
Ahora bien, la delicada situación de la compañía provocarán, independientemente hacia la dirección en la que den su próximo paso paso, que las quejas y la polémica estén aseguradas, principalmente porque estoy muy seguro que muchos jugadores de Sony y de Nintendo se quejarán de que un juego llegue antes a Xbox cuando es multiplaforma, exponiendo supuestos privilegios por parte de los jugadores de Xbox, y olvidando así que realmente el favor se lo están haciendo a ellos al permitir el disfruta del videojuego en una plataforma ajena a la marca verde. Pase lo que pase, espero que Microsoft no se aleje del buen camino, de la accesibilidad y de la preservación, y cumpla con que esos juegos no sean exclusivos, dado que pienso que todos deberíamos de poder disfrutar de esos grandes trabajos que muchas desarrolladoras hacen al sector, juegues en la plataforma que juegues.