See you, space Blu-Ray...
Ayer Microsoft realizó una nueva emisión de Xbox Inside, su serie de retransmisiones en directo para presentar novedades, y que sirvió más como evento de preparación para el E3 que otra cosa. Se anunciaron cosas bastante curiosas, pero soy partidario de que podrían haberlo expuesto todo en 15 minutos en vez de una presentación de una hora, más al estilo Nintendo Direct, más directo y conciso. La presentación abrió con un tráiler de Mortal Kombat 11, para dar paso a uno de los anuncios importantes: Xbox Game Pass Ultimate, el cual fusiona Xbox Game Pass (servicio de suscripción a una biblioteca de títulos) con Xbox Live Gold (acceso a juego online, además de otras ventajas y promociones), para pagar una sola suscripción (15 € al mes) en vez de dos. Después se habló de la Actualización de Aniversario de Sea of Thieves, la cual está plagada de contenido nuevo y posiblemente sea la más grande hasta la fecha. Tras esto, se anunció de forma oficial la nueva Xbox One S All-Digital Edition, consola cuyos juegos serán todos en formato digital (no contará con ranura para discos físicos), con un precio de 230 €. Parece que eso de quitar funcionalidades está de moda, sobre todo siendo un centro de entretenimiento, pero ya hablaré de esto. Lo siguiente que pudimos ver fueron más detalles de Rage 2, el nuevo juego de Avalanche Studios e ID Software, el cual tiene bastante buena pinta y parece muy divertido, pero rezuma Doom por todos lados. Habrá que esperar a su salida para comentarlo más a fondo.
Pasamos a Gears of War 5, donde su modo multijugador parece que tendrá bastante relevancia en ELEAGUE este año, con un torneo invitacional. A continuación, hablaron no demasiado de Star Wars Jedi: Fallen Order; no mostraron nada nuevo y aclararon que el robot es una pseudo-mascota del chaval (súper emocionante, lo sé). Pasaron rápidamente a hablar de los 6 nuevos juegos que tendrán retrocompatibilidad con XBOX ONE y han sido optimizados para la misma: 3 correspondientes a la serie Splinter Cell, Ninja Gaiden 2 y Fable 2 y 3. Seguidamente mostraron la nueva interfaz de juego de Windows 10, la cual es muy parecida a la de Steam pero más limpia y con nuevas funciones, como la posibilidad de poner música o un streaming de fondo, en el caso del streaming en una pequeña ventanita. Tras esto, pasamos a un descarado spot publicitario de Shazam que nada tiene que ver con videojuegos, y para terminar, varios descuentos en la Store y en la página de personalización de mandos el anuncio de Xbox FanFest 2019, que tendrá lugar el 9 y 10 de junio e incluirá un pase de 3 días para el E3 junto con una mochila de Gears of War, cuyo contenido irán desvelando poco a poco.
Volviendo a Xbox One S All Digital Edition, Microsoft lleva años empujándonos hacia la era digital, donde el físico ya no existirá, desde la propia presentación de Xbox One. Como consumidores, tenemos que estar ojo avizor a esto por una simple razón: todo eso que estás comprando un día desaparecerá; y sí, es cierto que el físico también lo hará en algún momento, pero tengo el Super Mario Bros. original en el salón conectado a una Famicom y sigue ahí tan ancho. Todos esos juegos de Steam pueden llegar a desaparecer algún día, y conozco a más de una persona que, tras comprar un juego, lo piratea y lo mete en un disco duro porque sabe que cuando Steam se hunda los juegos se hundirán con ella.
Y si pensar con tanta distancia os es difícil, también hay problemas a lo que el concepto de Xbox One se refiere. No solo estamos quitando la funcionalidad de jugar en físico, sino que todos los descuentos que hay en tiendas ya serán imposibles de obtener, al quitar el sistema óptico nos despedimos de la retrocompatibilidad de juegos que tengamos físicos, de los Blu-ray 4K y los DVD. Se supone que la Xbox One es eso, un centro de entretenimiento, pero poco queda ya de ese concepto que nos vendieron. A su vez, aunque el precio es menor que una Xbox One S, la edición física siempre está en descuento o al mismo precio que la nueva; esto acabará cambiando y se balanceará, pero a día de escribir estas líneas es 15 dólares más barata que la All-Digital Edition. Aún queda mucho por aclarar, sigo dándole vueltas a qué público va dirigida esta revisión.