"¡Esperad, que hay más!"
Leyendo esta temporada diferentes medios y noticias sobre Xbox a raíz de mi interés por la Series X, resulta que muchos de ellos —tanto afines como independientes— coinciden en que el evento que tiene preparado Microsoft para este mes de julio será de gran importancia para la industria. En él, la empresa de Redmond anunciaría una gran batería de juegos como supuesto resultado de su reciente compra de estudios. Entre ellos estarían varios exclusivos y puede que alguna sorpresa más, a juzgar por los comentarios como “Xbox va a ir con todo” y “hay mucho que enseñar”. Por lo que parece, Xbox quiere quitarse de una vez por todas ese estigma popular de que su plataforma no tiene juegos propios, y complementarlo con sus hábiles movimientos acerca de la potencia de sus consolas. Algunos medios que siguen bastante de cerca este asunto son The Verge o Somos Xbox, que dan más detalles gracias a todo tipo de filtraciones por parte de los insiders.
Así que todo apunta que aunque el nuevo Halo Infinite va a ser un buen as muy esperado, podríamos ver varias cartas preparadas para un full. En los últimos tiempos la plataforma de Microsoft ha conseguido traer títulos como No Man’s Sky (algo impensable en principio) y la saga Final Fantasy, así que no sería descabellado ver que tienen mucho a su favor para conseguir otros que dejasen coja a PlayStation. Cabe recordar que en ambos casos se suponían exclusivos de la plataforma de Sony o estaban íntimamente ligados a ella.
¿Una época dorada para Xbox?
Tampoco debemos olvidar que es la punta de lanza de Cyberpunk 2077 —cualquiera diría que es su plataforma de referencia—y que tiene en la recámara algunas cosas interesantes como Hellblade 2, el nuevo Battletoads o indies espectaculares como Tunic o The Last Night. En el aspecto visual de los juegos, Xbox ha apostado abiertamente por esa variedad demostrando que los buenos gráficos y la potencia no siempre están ligados a un estilo realista, pudiendo sacar pecho de muchas formas diferentes (todo un acierto a mi parecer). Teniendo en cuenta eso, su apuesta por el Game Pass y la retrocompatibilidad, lo cierto es que se puede esperar cualquier cosa y me creo que el evento daría que hablar, poniendo a Sony contra las cuerdas y obligándola a redefinir la estrategia de estos años (como de hecho ya ha ocurrido desde Xbox One X).
Tras la reflexión que hice sobre el diseño y filosofía de las consolas de nueva generación, no me queda más remedio que seguir siendo optimista con respecto a Xbox. La plataforma, que siempre gozó de una buena calidad, sigue siendo a día de hoy el blanco innecesario de muchas críticas y este evento podría darle la vuelta a la tortilla, después ganar la batalla con respecto a la potencia y al juego digital. Como muchos, siempre fui usuario de PlayStation justamente porque poseía determinados juegos que Xbox no conseguía, a saber, los del mercado japonés. Es ahí donde más han intentado incidir porque la carencia es bastante evidente, no tanto porque no sean competentes, sino porque el mercado nipón es muy especial y ahí Sony tiene una clara ventaja. De todos modos algunas grandes multinacionales le han hecho guiños y la industria independiente se ha encargado de solventar un poco la cobertura de ciertos géneros. Pero es obvio que eso debe mejorar y sigo confiando en un panorama muy similar al que vimos entre PS3 y Xbox 360. Sería sin ninguna duda un beneficio para los usuarios de la nueva caja negra y un mercado más abierto donde disfrutar.