Quebraderos de cabeza y espadazos
Los juegos de acción, de una manera u otra, con uno u otro aproximamiento, se han adueñado de la industria del videojuego, es una realidad que cuanto antes demos por hecha, menos daño nos hará. Y esto no es algo que pasase durante el día de ayer, pues es una tendencia que lleva imperando en este sector desde hace bastantes años. Es comprensible, pues las sensaciones a los mandos, el feedback casi instantáneo y la diversión una vez alcanzamos la victoria en cada combate, en cada pelea, es algo que nos llena de manera rápida y efectiva, y es totalmente válida, faltaría más. Pero es en este terreno donde más de uno se estanca, donde se decide repetir la fórmula una y otra vez porque en su momento funcionó y, por qué no, vamos a estirarlo a ver hasta donde llegamos, y es ahí, en ese contexto, en el que se encuentra por ejemplo la saga Assassin’s Creed. También es verdad que no podemos exigir una continua renovación, las cosas van así, y en palacio sabemos lo que toca, pero denota alegría encontrar apuestas que, a pesar de tener un esqueleto común, deciden añadir una capa de personalidad propia que hace que se diferencien de otras obras. Este es el caso de Wo Long: Fallen Dynasty, el cual, en vez de quedarse en el juego de acción superficial, se adentra en un mundo que siempre me ha parecido curioso, y que denomino los puzles de acción.
Nunca me he parado a hablar sobre ello, y eso que desde que empecé a darle vueltas es algo que me ha fascinado. Aquello que denomino como puzles de acción tal vez tenga un nombre en específico, quién sabe, pero disfruto llamándolos así, son aquellos títulos cuyo núcleo se basa en una acción desmedida, pero sin llegar al punto de desconectar del combate y machacar botones, pues en estos se penaliza la desconcentración y se premia la estrategia y el conocimiento que adquiriremos en cada batalla, pues, al fin y al cabo, cada combate en sí será como resolver un puzle. Digo precisamente lo de resolver un puzle ya que contaremos con un set de posibles movimientos delimitados por el conjunto de armas que preparemos, y es con esas piezas con las que deberemos de trabajar para encontrar las opciones más óptimas y ponerlas en funcionamiento correctamente, sabiendo qué hacemos con cada una y colocándolas en el lugar oportuno. Visto de esta manera, como una secuencia de pasos, puede que no de la imagen correcta, pero es cuando alzamos la vista que vemos el puzle completo, que empezó siendo una mesa vacía, que se delimitó con un set de movimientos/ataques/armas, y que se terminó con la colocación de las mismas, dando lugar a un mapa de todas nuestras microdecisiones que nos han llevado a este lugar. Sin embargo podéis pensar, esto ocurre en todos los títulos, lo que crea la diferencia es la necesidad de preparar absolutamente todo, desde el comienzo hasta el cómo iremos enfocando el combate en cuestión. Algunos de los títulos que creo que trabajan esto de manera magistral es, por ejemplo, la saga de Monster Hunter, pasando por la saga de Horizon Zero Dawn, recogiendo a Sekiro: Shadows Die Twice, y terminando en una entrega particularmente notable, como es Wo Long: Fallen Dynasty.
Este abanico es muy amplio, lo sé, he puesto ejemplos que pueden parecer algo dispares, pero en el esquema que monté en mi cabeza tiene sentido, y aunque posean más o menos acción, sean necesario más o menos reflejos, ese factor de puzle está presente en todos ellos. En el caso que nos ocupa hoy, Wo Long: Fallen Dynasty, no se acerca tanto al lado de Monster Hunter, y sí que se queda cerca de Sekiro: Shadows Die Twice, pues los combates no permiten la pausa, y el improvisar no está del todo bien visto, la estrategia será obligatoria, y el temple fundamental. Cuando nos ponemos a los mandos de Wo Long: Fallen Dynasty miramos cara a cara al enemigo, y lo conocemos a través de nuestras muertes, ya que, para sorpresa de nadie, moriremos, y mucho. Pero no nos pesará, pues rápidamente nos levantaremos de entre los muertos e iremos de nuevo al campo de batalla con un ojo crítico para saber dónde fallamos, dónde pusimos incorrectamente esa pieza que nos podría haber salvado, como una esquiva, y dónde deberemos de poner el golpe final, sin precipitarnos y sin retrasarnos, pues la duda no tiene lugar en un duelo a muerte. Cada choque que ganamos se siente en nuestros huesos, cada desvío que realizamos y mandamos lejos a nuestro rival es una pequeña victoria que nos dará acceso tanto a la espalda del mismo como a la posibilidad de asestar heridas fulminantes, dando lugar a un disfrute inmenso cuando empezamos a comprender todo lo que nos rodea.
Para aquellos que, como yo, disfrutamos de las luchas encarnizadas, pero que también encontramos jolgorio en pensar la estrategia concienzudamente para encontrar la manera más factible de ganar, Wo Long: Fallen Dynasty es una apuesta muy a tener en cuenta, y que considero esencial si disfrutas mínimamente de este tipo de género. Es de sobra sabido que moriremos, que fallaremos una y otra vez en nuestra misión, pero sabiendo que, más allá de ser injusto, lo que hace es penalizar nuestros fallos, como cuando intentamos poner una pieza del puzle en el lugar que no procede, y nos premia con la dulce victoria una vez encajamos todas las pequeñas decisiones en cadena.