Una sorpresa agradable
Hace unas semas andaba en busca de un juego que contara con una historia poco pretenciosa pero entretenida que pudiera disfrutar durante unas cuantas horas pero claro, sin aspirar llegar a la altura de The Witcher 3 que se ha ganado un puesto en mi podium de historias. Por lo tanto, aprovechando las ofertas del Black Friday, le eché el ojo a Watch Dogs 2 ya que la primera entrega había cumplido la primera frase de este texto y este parecía haber mejorado a su predecesor por lo que había leído hace meses. Por lo tanto, ratón en la mano derecha y tarjeta de crédito en la izquierda, hice el pedido del juego que hoy analizo.
Quitémosle hierro al asunto
Supongo que todos, o casi todos, recordaréis el follón que se formó con la salida de Watch Dogs en PC. Habiendo causado sensación en un E3 presentando contenido in-game por su calidad gráfica y la idea planteado del juego, la versión que llego a los ordenadores fue bastante diferente. El downgrade gráfico había sido bestial y sin aparente razonamiento ya que artísticamente parecía igual o peor que las versiones de consola. Poco tiempo después de esta decepcionante salida se descubrió que en el código se había limitado la calidad gráfica a pesar de que el juego estaba preparado para más. Por tanto, a raíz de esto y más cosas, el juego recibió muchas malas críticas pero, habiéndolo yo jugado, tampoco estaba tan mal.
A pesar de esto, he de decir que prácticamente no tengo recuerdos de él. Sé que el protagonista se llamaba Aiden (lo recuerdo porque hace un cameo en la segunda entrega), tenía un sobrino especial, teníamos que ir mucho a una isla a la que accedíamos a través de un puente que teníamos que girar cada vez que íbamos y, por último, la trama era mucho más oscura de lo que esperaba en un principio. Más allá de eso casi nada. Por tanto Watch Dogs fue un juego simple para pasar un rato entretenido pero luego olvidarte de él al poco tiempo.
Watch Dogs 2 nace con otra premisa. Nos presenta un grupo de hackers llamado Dedsec al que nuestro protagonista, un ambicioso joven que quiere tumbar Blume junto a sus colegas, quiere entrar a formar parte. Por tanto, un planteamiento mucho más simple y puro que el de la primera entrega. Marcus Holloway será este nuestro protagonista. Como comentaba es un joven que conocemos cuando está realizando una prueba de acceso al grupo cerrado de cerebritos informáticos Dedsec. Una vez superada comenzará nuestra gran aspiración de tumbar al gigante que controla todos los electrónicos en la ciudad de San Francisco.
Poco hablaré de la trama principal ya que no ha conseguido engancharme del todo y tampoco quiero destripar. Me he ido perdiendo al aburrirme en las largas conversaciones vacías de contenido y seguro que me he perdido algo. Pero de lo que sí quiero hablaros es de las secundarias. Watch Dogs 2 nos ofrece una gran cantidad de secundarias llenas de sátiras, guiños y enlaces que unen las dos entregas. Como comentaba antes, Aiden aparece en este juego durante un breve instante pero vemos cómo somos clave para su futuro y cómo Marcus se emociona al haber ayudado a uno de los mayores hackers de Estados Unidos. También he robado datos de las oficinas de Ubisoft San Francisco y he conducido por las cuestas de Frisco buscando clientes para mi negocio “Uber” encontrándome a clientes de lo más peculiares. Por lo tanto este es un juego que se toma en broma a sí mismo y eso está muy, pero que muy bien.
Pero he de decir que seguir una misión de principio a fin se me ha hecho bastante complicado. Tan solo por ir recorriendo la ciudad nos irán apareciendo misiones y al poco tiempo tendremos el mapa repleto de iconos naranjas. Además, el sistema que nos muestra el camino más rápido en carretera para llegar a nuestro destino, funciona bastante regular cuando estamos siguiendo una misión. A veces aparece solo, otras si nos metemos en la aplicación y otras tendremos que hacerlo manual, un lío. Por tanto, con tanta oferta de misiones, coleccionables, puntos de experiencia, etc. que nos encontraremos en el camino de punto A a punto B se me ha hecho complicado el seguir una misión sin bajarme del vehículo o soltar mis drones.
Los personajes del grupo tienen cada uno su personalidad, bastante distintas todas, y cada uno tiene una especialidad y unas preocupaciones diferentes. Asimismo Marcus también se comporta diferente con cada uno de ellos. Sobre todo lo he podido apreciar por cómo hablaba (como sabéis, suelo jugar con audio en inglés) con el otro personaje negro de la trama, Horatio. Sus expresiones son más, cómo decirlo, de barrio que cuando habla con el resto además de que juntos llegan a hablar de temas racistas que sufren, sobre todo Horatio, a diario. No es fácil dotar a cada personaje con una personalidad diferente. De hecho me atrevo a decir que ni siquiera Aiden tuvo una personalidad tan definida como estos chavales. Igual me he pasado, cambiad a Aiden por su hermana y queda perfecto.
Si hay algo que Ubisoft siempre hace bien son los mapas. Aún recuerdo jugar a Assassin’s Creed: Unity e ir de monumento a monumento por los tejados disfrutando de la antigua y bella París. Pues ahora, en San Francisco y en el siglo XXI, podemos disfrutar de la ciudad gracias a una aplicación en el móvil del protagonista: ScoutX. Esta nos podrá mostrar en el mapa los monumentos más importantes de la ciudad para que vayamos a verlos, nos fotografiemos con él y lo subamos a las redes para conseguir seguidores y poder seguir mejorando nuestro árbol de habilidades. Me ha encantado coger una Harley – lástima que la conducción sea mejorable – e ir conduciendo de una a otra mientras disfrutaba de la vida americana.
Chispitas y a dormir
Como comentaba antes, en esta entrega podemos disfrutar de una historia menos oscura y a ello le acompaña que Marcus puede decidir si acabar con aquellos que se encuentran entre su camino y el de los dispositivos electrónicos o, simplemente, tasearlos y hacer que se echen una cabezadita mientras nosotros hacemos nuestras cosas de chicos malos. Eso está muy bien pero la verdad es que yo no he seguido el camino de la bondad. Me he encontrado con que desbloquear la habilidad de llamar a pandilleros para que limpien una zona de enemigos es mucho más sencillo y, bueno, en ocasiones lo he usado para no tener que pensar demasiado – Shame on me -.
En el apartado gráfico me he sentido cómodo. No es un videojuego revolucionario pero mantiene el tipo bastante bien. En cuanto al rendimiento no puedo decir lo mismo ya que conduciendo a alta velocidad sí se notan las caídas de frames. Pero bueno, he visto detallitos gráficos que me han gustado bastante como, por ejemplo, que las hojas que caen de los árboles se posan en los coches que están aparcados bajo su sombra. Cositas pequeñas que hacen bonito.
Otra cosa que me ha agradado han sido las animaciones. Marcus salta de unas formas muy logradas y excesivamente peligrosas hasta los más pequeños desniveles. Incluso cuando va corriendo hacia una piscina, se para en el bordillo y hace un salto mortal para disfrute de aquellos que toman el sol por los alrededores. Otras, que se ven menos, las he logrado hacer sin querer y he tenido que repetir lo mismo en varios intentos para volver a verlas, en ocasiones sin victoria.
Musicalmente el juego falla. No solo porque la calidad de las canciones no es excesivamente sino porque también hay una falta de ellas. En la radio, que es la música que más he escuchado, podremos escuchar algunas canciones en diferentes emisoras pero al cuarto o quinto viaje nos encontraremos con que ya las hemos escuchado todas e incluso nos sabemos el estribillo de alguna – Te miro a ti, Miss Me Blind – por lo tanto sí hay una falta de ellas. Una pena.
Más divertido y más sincero
Por lo tanto, acabando ya con este amasijo de letras, Watch Dogs 2 ha cumplido la razón por la que lo compré: Me ha entretenido unas cuantas horas. Es un videojuego que se conoce a sí mismo y pone al humor en primer plano. Si la primera entrega os gustó, este no puede faltar en vuestra biblioteca y, si no lo hizo, podéis darle un intento ya que ahora lo podemos encontrar bastante barato. Colorín y colorado, Marcus y yo nos vamos con el dron a otro lado.
Esta review se ha realizado con una copia para PlayStation 4 adquirida por la propia redacción.