Un paso inesperado
El nombre de Edmund McMillen no debería resultar extraño a nadie hoy en día. Han pasado ya casi 10 años (8, para ser exactos) del lanzamiento de Super Meat Boy, primer superventas del diseñador estadounidense, pero la saga que hoy nos ocupa llegaría un año más tarde, The Binding of Isaac.
Este proyecto, cuya retrospectiva puede leerse en Gamasutra, nació como idea para una Game Jam, cuyo resultado quiso ampliar y hacer de él un juego completo. El resto, es historia. Entre el juego original, la secuela y las expansiones, publicados en prácticamente todas las plataformas disponibles en la actualidad y con unas ventas aplastantes (ya superó las 3 millones de copias vendidas allá por 2014), han creado una comunidad enorme y muy dedicada, que ahora tiene la oportunidad de colaborar (en la parte de la financiación) de un juego de cartas basado en el universo de The Binding of Isaac, que llega bajo el subtítulo Four Souls, y que ya ha cubierto la campaña de Kickstarter en poco más de una hora.
Lo reconozco, no soy un fan acérrimo de uno de los resurrectores del género roguelike, pero si que le he dado varias oportunidades y lo cierto es que a pesar de gustarme, me abruma todo el contenido del que dispone y que se que, a menos que invierta cientos de horas, no voy a poder conseguir. Aun con eso, admiro la propuesta, especialmente en el ámbito de la temática y narrativa, tocando temas como la religión (con varios puntos de vista, no solo el irrespetuoso, relativamente oculto bajo humor negro), y en menor medida, la variedad de situaciones que provoca esa ingente cantidad de contenido que incluye el título junto a sus expansiones. Si estoy recalcando todos estos puntos antes de pasar a hablar sobre el producto sobre el que gira el artículo, es porque me gustaría remarcar mi postura respecto al título del que viene este acercamiento al juego tradicional, basado en cartas.
Para empezar, The Binding of Isaac: Four Souls es un juego de cartas claramente orientado a ser un juego de mesa, más que al juego de cartas coleccionable como pueden ser Magic: The Gathering, o Hearthstone, con una cantidad de cartas ya limitada desde la propia campaña, aunque personalmente creo que en caso de tener éxito (a nivel masivo, ya que desde luego lo va a tener), no vayan a existir futuras expansiones para ampliar el contenido de cara al futuro. Realizado en colaboración con Studio71 y tras varios meses de prototipado y revisión, nos encontramos ante un juego de mesa para entre 2 y 4 jugadores que tiene en su nombre la condición de victoria, reunir 4 almas (Four Souls) a lo largo de la partida.
La particularidad de The Binding of Isaac: Four Souls es la aplicación de toda la temática de manera jugable, diviendo las cartas en personajes (con Cain, Isaac, Judas y Maggie confirmados por el momento, cada uno junto a un item característico), monstruos, loot y tesoros (equivalente a la tienda en el juego), además de añadir dinero como recurso.
A lo largo de nuestro turno, podremos realizar todas las acciones que pueden hacese en el videojuego, como coger objetos (robar carta de loot), utilizaros (misma acción), comprar objetos, combatir monstruos presentes en el escenario… Al mismo tiempo, tenemos todas las variantes de los objetos (incluyendo los trinkets o las cartas del tarot). Evidentemente, no se han desvelado todos los detalles ni todas las cartas que vendrán incluidas en el juego, pero ya desde la introducción se nos deja caer que tendremos que cooperar y traicionar a nuestros compañeros de juego a partes iguales. Tendremos que esperar a futuros avances para conocer más del juego, pero por lo pronto, y lo que cuenta Edmund (que a nivel de diseño y creación, tiene un currículum lo suficientemente amplio como para fiarse de su palabra) será entretenido y cumplirá su objetivo, que es divertir.
Planeado para lanzarse a finales de año, las diferentes opciones que se pueden encargar (tristemente, con gastos de envío aparte) se diferencian, además de en la cantidad de cartas que traen (la más básica trae lo suficiente para jugar, pero otras incluyen más para aumentar las opciones) así como diferentes extras, desde una camiseta a una carta hecha a mano por el creador. Desde luego, el proyecto va viento en popa y es cuestión de tiempo que empecemos a tener más noticias acerca de él, profundizando en el juego así como en todo lo relacionado.