¿La justificación del silencio nintendero?
Nintendo es un gigante de la industria del videojuego, razón por la cual siempre está en boca de todos. Empero, en los últimos meses no está siendo tanto un foco de atención mediático por el lanzamiento de nuevos títulos, sino por el misterio que rodea a la falta de novedades. Después de que Switch haya recibido Xenoblade, Animal Crossing y Paper Mario, todo lo que puede venir es una incógnita. Ciertas fuentes vislumbran remasterizaciones como la The Legend of Zelda: Skyward Sword, pero de momento los japoneses no confirman nada. Sin embargo, de acuerdo con Bloomberg parece que estamos en condiciones de saber el porqué del silencio de Nintendo y su fecha de caducidad. Y es que la responsable de este panorama sería una revisión de Nintendo Switch más potente que saldría el año que viene. De esta manera, el fin de año continuará con el desierto nintendero, dejando protagonismo absoluto al lanzamiento de Xbox Series X y PlayStation 5.
Es lógico que los de Kioto no quieran competir ni con Sony ni con Microsoft de cara a los próximos meses porque saben que no van a poder hacerlo; las nuevas consolas van a atraer a muchos jugadores que ansían un cambio de generación. Pero, ¿eso implica que deban tirar completamente a la basura el fin de año? En mi opinión no deberían tomar el camino de la ausencia total. Sería pertinente utilizar al menos un juego como nexo entre la actual etapa de Switch y la nueva era que se avecina con la revisión. En ese sentido, la remasterización de Skyward Sword sería un candidato adecuado. La saga atraería a un gran público y mantendría las buenas ventas. Pero sobre todo situaría a Nintendo entre la opinión pública, sin llegar por supuesto a los niveles de la competencia. Link sería el encargado de decir oye, que no estamos muertos. Y eso, pese a que parezca una tontería, no lo es en absoluto. Es relevante que se siga hablando de la empresa y que se siga atrayendo a consumidores para llegar con suficiente fuerza a 2021.
Ya con la revisión en las tiendas, Nintendo daría un gran empujón a Switch. Estaríamos hablando de una versión que incorporaría “más potencia de cálculo y gráficos 4K”. A priori serían mejoras que interesarían a usuarios que todavía no disponen del sistema y a otros que ya lo tienen, pero que buscan una experiencia más completa. Además, hay que tener en cuenta que la salida de una consola, sea una revisión o un producto totalmente nuevo, siempre atrae al público. Otro punto a favor de la nueva Switch sería su fecha de lanzamiento, la cual se situaría en el primer año de una nueva generación que tradicionalmente suele ser flojo en cuanto a catálogo. Entonces la apuesta de Nintendo tendría suficiente mercado para triunfar entre la comunidad. Por si fuera poco, la revisión se vería acompañada de nuevos títulos.
Según Bloomberg, la compañía japonesa distribuiría una nueva batería de juegos “destinados a una gran variedad de jugadores”, tanto first party como de desarrolladores externos. El lanzamiento de estas producciones incitaría a la gente a comprar la consola y ejemplificaría la potencia del catálogo de Switch frente a las dos otras máquinas. ¿Pero qué versión comprarían? La decisión final se basaría sobre todo en el precio. Nintendo podría repetir la estrategia de New 3DS que salió a un precio similar a 3DS XL o sacar una revisión más cara, tal y como ha hecho la competencia en los últimos tiempos. En mi opinión, me inclino más por la segunda opción. De esta manera, se asegurarían una edición más económica y otra más potente enfocada a aquellos jugadores habituales o a los que dispongan de un mayor poder adquisitivo. Sea cual sea la versión elegida, lo que queda claro es que las ventas de Switch aumentarían gracias a las mejoras en su hardware y las novedades en su software.
OK, pero no hacía falta llegar a esto
Sacar una revisión de Switch con nuevos videojuegos a su espalda es un plan perfecto desde el punto de vista comercial para la vida del sistema, aunque eso no quita que el presente año de Nintendo esté siendo flojo. Y no lo está siendo por que la empresa no tenga potencial, sino por una mala planificación que ha llevado al lanzamiento de tan solo dos aventuras completamente originales. Es una sequía que se puede permitir, pero que supone un mal trato a unos usuarios que no han podido disfrutar de nuevas experiencias. También pone de relieve cómo la gran N ha desaprovechado un año de transición de PlayStation y Xbox durante el cual se podría haber llegado aun a más jugadores. El 2020 no se recordará como uno de los mejores años de la híbrida; el 2021 tiene posibilidades de serlo si se confirman las informaciones: la experiencia Switch se perfeccionaría y llegarían nuevas obras entre las que esperamos ver titanes del calibre de Breath of the Wild 2.