Cuando el deber llama a la puerta...
La primera vez que tuve contacto con la saga Arkham fue en casa de mi amigo Nacho. Él tenía una PlayStation 3 que le habían regalado por Navidades, y aparte del Call of Duty y Uncharted de turno, consiguió adquirir Batman: Arkham City. Me enamoré de ese juego, ya que siempre hemos sido amantes de los superhéroes, aunque él suele tirar más hacia los comics y yo a las adaptaciones del cine. El caso es que todo esto sucedió hace 8 años, y me da muchísimo vértigo pensar cuánto tiempo ha pasado y lo que hemos avanzado.
Arkham City es un clásico moderno. Puedes jugarlo sin tener ni idea de Batman y sin haber jugado a Asylum, como era mi caso, y te lo vas a pasar como un enano. Es un juego muy accesible a nivel jugable, fácil de entrar pero difícil de dominar. Cierto es que ahora mismo parecerá genérico como él solo, pero en su momento el mercado no estaba tan saturado de obras como esta. También es verdad que tuvo al principio bastante rechazo por parte de los que jugaron a Asylum, y sin embargo ha demostrado mantener el tipo. Uno de los grandes problemas de la entrega previa es que se sentía muy juego: los niveles, los jefes , los retos… Todo estaba organizado de una forma bastante sintética e irreal, y aunque Arkham City parece ser el refinamiento de esta fórmula, consiguió mezclar de forma orgánica y casi perfecta jugabilidad con historia. Los jefes tienen un por qué de existir, los coleccionables y retos de Riddler se sienten como propios de Edward, las misiones nos hacen visitar todas las partes de la ciudad y nos incitan a investigar. En esto último, creo que de las mejores cosas que tiene el juego son los asaltos aleatorios hacia presos políticos, ya que te instan a localizar la voz y hacer un mapa mental de la ciudad sin que nos demos cuenta.
La jugabilidad es una renovación de Arkham Asylum: sistema de combos y mejoras, el equipamiento es similar y tenemos de nuevo las salas grandes donde nos podemos colar y eliminar enemigos sin ser detectado. En este sentido ayuda mucho su ambientación, las conversaciones de enemigos que vas escuchando de vez en cuando, el bellísimo apartado sonoro y visual: todo está hecho para que te creas el mundo en el que te mueves. Todo el arsenal que tienes disponible acaba siendo útil y te insta a variar los combos constantemente, ya que simplemente pulsar un botón es aburrido. A su vez, la obtención de muchos trofeos de Riddler te obligan a usarlo de formas originales y que igual habías pasado por alto en algún momento. Todo esto tiene como objetivo que el jugador tenga ideas originales y que la sensación de recompensa sea aún mayor. El único fallo que veo es que a veces surgen mecánicas demasiado específicas para algunas misiones, como el detector de sangre, pero tampoco es un problema a tener en cuenta.
Continuando con la ambientación, es de sobresaliente. Está lleno de detalles, pero llenísimo, tanto visuales como en las conversaciones, o incluso en varios retos. Es un mundo con su propia mitología, que te lo crees de cabo a rabo, y esto es maravilloso para los que no conocemos prácticamente nada de su universo. Para los que sí que conocen esta mitología tampoco se les hace pesado, ya que uno de los puntos más fuertes es la fidelidad al universo de los comics, donde todo tiene sentido, incluso la aparición de villanos no tan conocidos como el Asesino del Calendario o Solomon Grundy, o de lugares como Ciudad Maravilla, historias muy originales de los habitantes de Gotham y que no se pisan unas con otras.
Mitad Caballero, mitad Oscuro, 100% murciélago
La historia principal continúa donde lo dejó Asylum, aunque tampoco te vas a perder si no la conoces. Hugo Strange consigue secuestrarnos y meternos en Arkham City, un manicomio improvisado en el casco antiguo de Gotham. Aquí se encuentran confinados los villanos más poderosos de dicha ciudad, y están envueltos en una guerra territorial. Mientras tanto, Joker está enfermo dado al consumo excesivo de la droga Titán en el pasado juego, y consigue atraparnos e inyectarnos su sangre. A su vez, iremos oyendo mensajes de Hugo sobre el llamado Protocolo 10, del cual no tenemos ninguna información. El siguiente paso es buscar a Mr. Freeze, al cual tenemos que liberar de manos de Pingüino. Todo esto es el inicio, y personalmente me parece una estructura perfecta que va a marcar el ritmo de la aventura.
Que Hugo Strange está tras algo mayor con el Protocolo 10 es una semillita que nos plantan desde el inicio mismo del juego, siendo un tema al que no haremos mucho caso pero que va sumando conforme avanza la historia. Que el Joker nos envenene hace que haya un sentimiento de urgencia y derrotismo, puesto que los sucesos se llevan a cabo en una sola noche, y cada vez Batman está más agotado. Que para salvar a Freeze haya que pasar antes por un villano nos enseña el estilo de misiones: no es un pilla pilla en el que ir de un lado A a un lado B, sino que poco a poco las misiones se van entrelazando y resolviendo. No son excusas para meter a uno u otro, sino que Batman tiene unas prioridades marcadas y según se desarrolla la historia se le va acabando la mecha, y se va haciendo más rudo. Al fin y al cabo, es un ser humano, y aunque sabe que sus métodos suelen rozar la línea de lo moralmente aceptable trata de no salirse de la misma.
Las misiones secundarias son muy abundantes, y quitando los trofeos de Enigma no se sienten como una lista de la compra. Muchos de los eventos son aleatorios, como los asaltos antes mencionados o encontrarnos rastros de un cadáver o un personaje misterioso, y puedes pasarte el juego sin conocerlos, y volviendo a lo de la ambientación no se sienten añadidos sino eventos que suceden a la par que la historia principal. Conforme los sucesos se desarrollan acaban apareciendo menos grupos de criminales (y no porque los vayamos reventando uno a uno) ya que para la historia tiene sentido. Los retos secundarios que sirven para mejorar tu equipamiento están hechos pensando el cómo el jugador puede explorar sus posibilidades e imaginación. Los retos RA, por ejemplo, son minitutoriales encubiertos, así como los distintos desafíos propuestos en las peleas: quieren que te sientas cómodo y que juegues a tu gusto. Otro ejemplo: es una gozada desplazarte por Arkham planeando, pero si quieres ir a ras de suelo y empañarte de la experiencia vivida por sus “habitantes” puedes hacerlo, y lo aprecias de un modo distinto. Tardarás más en ir de un sitio a otro y es menos eficiente, pero aporta muchísimo a la inmersión del jugador.
Unas misiones incluidas en la versión GOTY de Steam (incluye todos los DLC) son protagonizadas por Catwoman. Al ser misiones pertenecientes a una historia paralela no interrumpen el ritmo de juego, incluso dan más contexto a la trama. Ojo, no estoy diciendo que hagan como en Final Fantasy XV, donde personajes aparecen y desaparecen porque sí, sino que aquí cada uno va a lo suyo y si coinciden pues eso que se llevan. El otro DLC grande es la historia posterior a los sucesos del manicomio, teniendo como principal protagonista a Robin. Otros retos necesarios para completar el 100% de la ranura de guardado son los desafíos de combates, donde nos encerrarán en una sala y nos enfrentaremos a distintas oleadas para conseguir la mayor puntuación posible. Soy partidario de que mientras no moleste puedes meter el contenido que quieras, y estoy seguro de que ese contenido lo habrá disfrutado mucha gente. Lo probé un par de veces y no es contenido que me llame demasiado, pero está ahí y hay que mencionarlo.
Clásico moderno
He hablado muy por encima y de forma muy básica de lo que rodea a Arkham City. Para mí es un clásico moderno, porque supo innovar en su género y definió por completo un estilo de juego propio. Al igual que hubo una época en la que todos los FPS se comparaban a Doom, también ha habido una cuyo epicentro fue la saga Arkham. Personalmente es un juego imprescindible, y no conozco a nadie que lo haya probado y no quisiese repetir. Si no tuvisteis la oportunidad en su día o simplemente tenéis curiosidad por conocer este universo tan rico y llamativo, os recomiendo que lo probéis. Es una joya que sin buscarlo se convirtió en un referente y un pilar sólido en la industria y, por supuesto, de la historia de los videojuegos.