El hijo no reconocido...
El primer Resident Evil o, si me apuráis, el primer Alone in the Dark, sentaron las bases para uno de los géneros más icónicos del videojuego y crearon una legión de fans, que siguió creciendo con las siguientes entregas de la mítica saga de Capcom o con Silent Hill, entre otros muchos títulos que surgieron a la sombra de estos exponentes. El survival horror es un género con un público de nicho que a menudo demanda nuevos títulos que mantengan la esencia de los clásicos en lo referente a las mecánicas o diseño. Es decir, que suele generar más interés por las sensaciones de reminiscencia que nos puedan recordar a esos clásicos noventeros que por cualquier tipo de innovación. Sin embargo, aunque muchos títulos (a menudo independientes) traten de emular esta fórmula, es difícil dar con el equilibrio y los ingredientes para hacerla efectiva y satisfactoria. Tormented Souls, el último título que me ha tocado analizar, lo logra con creces, y precisamente emula a Resident Evil y Silent Hill hasta tal punto que podemos hablar de un juego tributo a estos dos clásicos.
Tormented Souls llega de la mano de Dual Effect y Abstract Digital, y lo hace buscando a un público objetivo muy claro: los aficionados a los survival horror noventeros. Siendo honesto, los primeros minutos de juego me hicieron arrugar un poco el labio, ante las desfasadas animaciones faciales o cinemáticas, pero todas esas dudas se desvanecieron al poco tiempo de ponerme a los mandos de Caroline Walker, la protagonista de la historia. Y es que en el primer plano que observamos al pasar de la cinemática al gameplay ya se puede sentir la esencia del género en diversos detalles: las cámaras fijas emulando los escenarios prerrenderizados, los entornos ricamente detallados, los controles “de tanque” o el clásico inventario con la condición de salud del personaje. Tormented Souls no se molesta ni por un momento en ocultar sus inspiraciones e influencias, es más, parece esforzarse en hacerlas notar para conquistar a los enamorados de las mismas, empezando por el propio escenario y ambientación. El juego tiene lugar en una gran mansión aislada y reconvertida en hospital, y en el diseño de escenarios se pueden apreciar rápidamente las influencias de Resident Evil, en los ominosos vestíbulos principales con escalinatas hacia las balconadas superiores, las ostentosas esculturas de corte clásico o las intrincadas redes de pasillos decorados con armaduras medievales.
Durante el transcurso de la aventura recorreremos esta mansión, así como algunos entornos aledaños e interconectados con la misma, y el desarrollo del recorrido también se regirá por las bases más clásicas del género. Puertas inicialmente cerradas, dispuestas para abrir atajos más adelante, idas y venidas entre las distintas plantas encontrando objetos que desbloqueen el acceso a nuevas zonas, resolución de puzles y paradas en cada habitación segura. Y es que en este aspecto, Tormented Souls también se ciñe estrictamente a las pautas de los clásicos, eliminando la existencia de puntos de control por completo. Únicamente podremos guardar nuestros avances en las habitaciones seguras (Y sí, en ellas suena una música apacible que invita a la tranquilidad), usando para ello cintas vacías de magnetófono. Sin embargo, estas cintas son limitadas (aunque no especialmente escasas), por lo que tendremos que dosificarlas. Al igual que ocurre con las cintas, el resto de los recursos de los que disponemos también son limitados, como pueden ser las medicinas y la munición. Como es habitual en el género, estos objetos están dispuestos de manera predefinida por todo el mapeado, y no existe manera de generar más una vez que los hayamos agotado. Esta características es una de las bases del survival horror, y Tormented Souls no solo la respeta a rajatabla, sino que lo hace con un equilibrio casi perfecto entre la cantidad de recursos de los que disponemos y el peligro y la cantidad de amenazas que nos esperan entre las paredes del hospital. La munición se encuentra en la cantidad perfecta para que no podamos despilfarrar sin control pero sin llegar a una escasez absurda que nos obligue a evadir todos los enfrentamientos.
Y si la mansión con sus vestíbulos y sus habitaciones de guardado recuerdan poderosamente a Resident Evil, no tendremos que avanzar demasiado en la historia para descubrir un elemento claramente inspirado en Silent Hill, y que hace de Tormented Souls el hijo bastardo no reconocido de estos dos exponentes del género: un acceso a una suerte de dimensión alternativa que muestra una versión mucho más retorcida y amenazadora del hospital, y que servirá de nexo e hilo conductor para ir descubriendo los entresijos de la historia. Todo comienza cuando Caroline Walker recibe una misteriosa carta con una foto de dos pequeñas gemelas en su interior, y que ha sido enviada desde el Hospital Wildberger. Decidida a investigar el origen de la carta, Caroline llega a dicho hospital, y su búsqueda le llevará a conocer los horrores acontecidos en el antiguo hospital y en toda la isla en la que está ubicado. La historia irá mezclando diferentes ingredientes a medida que progresa, como dramas familiares, sectarismo e investigaciones científicas de escasa moralidad. El resultado es un cóctel muy bien mezclado y equilibrado, que al final sabe resolverse con mucho acierto y dejar muy buen sabor de boca. Incluso se permite el lujo de ofrecer tres finales alternativos al jugador, en función de algunas decisiones.
En cuanto a la dificultad y el reto que ofrece Tormented Souls, este se basa en dos elementos: los combates y los puzles. Los primeros no serán especialmente complicados, más allá de la gestión de la munición. En cuanto a los enemigos más básicos, bastará con tomar ciertas precauciones y mantener la distancias para evitar sus ataques, ya que no serán especialmente rápidos. Sin embargo, no serán necesarios demasiados golpes para reducir nuestra salud a cero, así que todo depende de las precacuiones que tengamos. Hacia el final de la aventura aparecerán nuevos tipos de enemigos más resistentes y peligrosos, y será recomendable (como es también habitual en el género) conservar la munición de las armas más poderosas para estos momentos. En lo referente a los puzles, Tormented Souls resuelve la papeleta de manera más que satisfactoria, con una amplia variedad de acertijos, tanto en temática como en dificultad, y bien distribuidos por todo el juego. No se reducirán a simples combinaciones numéricas o similares, aunque también las haya, sino que en muchas ocasiones nos obligarán a pensar con más amplitud, razonando como pueden utilizarse los objetos que encontramos de distintas maneras por toda la mansión. Sin duda, este es uno de los mayores aciertos del juego, y serán especialmente satisfactorios cuando los resolvamos.
Buen conocedor de la receta
Tormented Souls tiene todo lo necesario para ser un gran survival horror y, de hecho, lo es. Una aventura perfectamente medida en prácticamente todos sus aspectos, y que une de manera precisa las influencias más importantes del género, respetando su esencia y consiguiendo el objetivo que sin duda se propone: volver a los survival horror clásicos y ofrecer a sus aficionados un nuevo título que disfrutar. Sus únicos fallos son las carencias técnicas en las cinemáticas o en la animación facial de los personajes, que lucen bastante anticuados. Sin embargo, esto resulta tan insignificante en comparación con el resultado general del juego, que apenas perjudica a la valoración final. Más allá de eso no encuentro nada que reprocharle.
Este análisis ha sido realizado mediante un código de descarga para PlayStation 5 facilitado por Meridiem Games.