¿Por qué una inesperada rebaja ha desatado el caos en las redes sociales?
Tras años de espera, este mismo viernes llega a nuestras tiendas finalmente, cargado de polémica, Red Dead Redemption 2; una propuesta de tal calado que, meses atrás, hizo retroceder a compañías titánicas como Activision o DICE, que no tardaron en reaccionar a dicho estreno moldeando su calendario de lanzamientos y adaptándolo a la ocasión. Y es que, conforme se acerca la campaña navideña, cada vez son más los estudios que quieren su parte del pastel, pese a lo difícil que lo tienen para llevarse ni tan siquiera un nimio bocado. El número de ellos, así, aumenta de manera inversamente proporcional al éxito que muchos tendrán, viéndose probablemente opacados, para bien o para mal, por una Rockstar que, una vez más, está dispuesta a hacer historia. Y lo peor de todo ello es que, como desarrolladoras y distribuidoras, son completamente conscientes de ello.
Hasta el momento, no han sido pocas las medidas desesperadas que se han tomado para minimizar el impacto del esperadísimo sandbox. Entre los citados anticipos innecesarios y los retrasos obligados, hemos podido plantar cara a juegos que han optado por aterrizar en Switch con tal de librarse de dicha competencia, así como con propuestas que, en el caso de hoy, han realizado ofertas realmente atractivas a sus potenciales consumidores para que estos acabaran comprando una propuesta que, de otra forma, seguramente no habrían acabado adquiriendo, independientemente de la calidad de la misma. La aventura que tenemos entre mano, no obstante, es, quizás, más polémica y resultona que las que hasta ahora han hecho explícito uso de dicha práctica, y es que Shadow of the Tomb Raider, juego que lleva exactamente 38 días a la venta en el momento de la redacción de esta publicación, ha visto decrementado drásticamente su precio a cuatro días del citado lanzamiento, rozando ahora en todas las plataformas unos 39,59€ que se antojan más jugosos que nunca.
Pese al carácter aparentemente positivo de la rebaja, la noticia ha sentado como un jarro de agua fría a una comunidad activa que todavía se encuentra disfrutando de la propuesta de Eidos Montréal, y que, ahora, se siente considerablemente estafada por haber pagado nada más y nada menos que veinte machacantes (la mitad del precio actual) a cambio de un mero mes de exclusividad. Así lo ha demostrado, sin ir más lejos, el aluvión de 600 críticas que han destrozado la ficha de Steam del juego dotándolo de un balance negativo que actualmente ronda el 66%, y que ha hecho dudar hasta a los propios algoritmos sobre los que se cimienta la plataforma de Valve:
“Me siento como un auténtico idiota por haberlo reservado. El juego es bueno, por cierto… pero nunca más reservaré un juego firmado por Square Enix,” comentaba un usuario, indignado, a través de la sección de reseñas del sistema.
Ante este panorama, un servidor no tarda en preguntarse sobre el hecho de si realmente nos merece la pena luchar contra esta clase de medidas. Como distribuidora, Square Enix no ha hecho daño a nadie, y únicamente está buscando, de manera un tanto desesperada, sacar un beneficio rápido de un producto que dentro de dos meses estará a 15€ en los tenderos de segunda mano. Shadow of the Tomb Raider está lejos de ser una propuesta realmente memorable, habiéndose visto superada por sus propios predecesores, y ello contribuye a que, como todo en esta vida, su valor sea extremadamente efímero. Realmente, con algo de perspectiva, podemos ver que casi ningún juego es capaz de resistir, en cuanto a ventas se refiere, al paso del tiempo; prueba de ello son auténticas obras maestras de esta generación, tales como Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón o Halo: The Master Chief Collection. Juegos ampliamente superiores a la aventura de acción que protagoniza hoy este artículo, y que, sin embargo, su lejano estreno, sumado a la cantidad realmente masiva de grandes lanzamientos, los ha hecho situarse como productos de poco valor – al menos, en lo que se refiere al ámbito puramente monetario -.
Con esto no defiendo a Square Enix. Amo a la compañía que nos dió la saga Final Fantasy, que divirtió durante años con Dragon Quest y que en un futuro cercano nos permitirá concluir la grandísima historia que supone Kingdom Hearts, pero creo que movimientos así le hacen un flaco favor, posicionándola como objetivo fácil de críticas. Por jugadas de este tipo, usuarios como el que escribe estas líneas no reservan videojuegos desde hace años, y es que, a poco que te acabes ese título que tienes pillando polvo, te encuentras como decenas de propuestas que en su día no compraste por la pereza que te daba el hecho de sacar la cartera han visto reducido su precio hasta cotas irrisorias. Las compañías están cambiando, la industria está cambiando. El mundo no funciona como todos queremos, y, por ello, ante esta clase de circunstancias, creo que somos nosotros, los jugadores, lo que debemos de cambiar, como parte de nuestras responsabilidades como consumidores, nuestra forma de pensar.