Ver para creer
Aunque inicialmente parecía lejano, ha llegado el día. Esta noche, a eso de las 20:30 horas, podremos contemplar con nuestros propios ojos la presentación oficial de Star Wars Jedi: Fallen Order, asistiendo digitalmente a un evento esperado durante varios años que se ubica en el marco inmejorable de la Star Wars Celebration de Chicago, y que se encontrará conducido por el bueno de Vince Zampella (fundador de Respawn Entertainment y principal responsable al cargo) y por Stig Asmussen (director de la propuesta, por poco que os suene su nombre). Es, sin lugar a dudas, una cita ineludible para los fans de la saga que ningún aficionado debería de perderse, dado el material que igualmente se distribuirá sobre otros productos de ocio relativos al universo. No obstante, ¿es, también, un anuncio que debamos de tener en el radar los, incluso, menos devotos a la fuerza? Definitivamente sí.
Pese a mi amor por la ciencia ficción – y, específicamente, por la obra de George Lucas -, nunca me he considerado un fanático de Star Wars. Tal y como me ocurre con El Señor de los Anillos, he disfrutado y sigo disfrutando muchísimo sus entornos, sus personajes y sus gags, pero no creo que jamás logre empaparme tanto como me gustaría de su cultura. No conozco el nombre exacto de todos los Maestros Sith, ni su implicación directa en el lore, y de hecho me sería muy difícil enumerar, sin preparación previa, todos los planetas o localizaciones que pisó el bueno de Anakin (o de Luke, dependiendo de la trilogía) en su cruzada espacial. Quizás por ello el hecho de jugar a los últimos capítulos de la saga (como a Star Wars: Battlefront II) haya sido más una obligación auto-impuesta que otra cosa; quizás no amaba tanto la franquicia como pensaba, quizás ya estaba harto de esa fórmula shooter online que, aunque impactante y perfectamente funcional, no me aportaba nada como jugador al final del día, resumiéndose en una experiencia puntualmente divertida propia de los chicos de DICE, pero tan emocionante como vacua.
Quizás por ello la ruptura de Respawn con el esquema Battlefront se me antoje tan interesante, pues veo una clara oportunidad para volverme a enamorar de una de mis sagas favoritas de la ciencia ficción. Respawn, a la que actualmente se le atribuye con asiduidad el haber parido una obra tan necesaria como Apex Legends, ya demostró años ha su buen hacer en el modo Campaña de Titanfall 2 (pese a contar también con una vertiente multijugador), y por ello no puedo esperar para ver qué piensan hacer con una propuesta cuyo enfoque ya se ha confirmado que será 100% para un jugador, prescindiendo de cualquier característica online y de micropagos (los cuales, desgraciadamente, han demostrado en el pasado no ir de la mano con la naturaleza en linea de la propuesta).
Tenéis que admitir que nos encontramos ante un enfoque, cuanto menos, ilusionante. Electronic Arts, empresa multimillonaria que hace cuestión de días protagonizaba las portadas de los periódicos digitales dada su clara tendencia a los juegos como servicio (traicionando y destrozando por el camino, en gran parte, la esencia de propuestas como Dragon Age), pasará por el aro de los padres de Call of Duty para traernos una aventura de acción y aventura única con claras reminiscencias al difunto 1313, en la que nos pondremos en la piel de un Padawan superviviente a la Orden 66 en un periodo comprendido entre el Episodio III: La venganza de los Sith y el Episodio IV: Una nueva esperanza de la saga cinematográfica. Una aventura de sabor añejo, que serviría a Respawn para instaurarse completamente como una de las desarrolladoras más exitosas del panorama actual, con una hegemonía total del medio – tanto en su vertiente online como en lo relativo a las historias para un jugador -, y para la que, de ser ciertos los últimos rumores, no deberíamos de esperar más de la cuenta, llegando a nuestras PS4, Xbox One y PC el 15 de noviembre.