Zombis, dramas y miseria
The Walking Dead: Definitive Edition podría considerarse como una obra póstuma del ya clausurado estudio Telltale Games. Rescatadas por Skybound Games, las distintas entregas de la popular aventura gráfica se han estrenado en la actual generación de consolas, en un formato definitivo que reúne todos los capítulos desarrollados por el polémico estudio. Es sabido por casi cualquier jugador que no se trata de un nuevo lanzamiento, ni mucho menos. Este título comenzó su andadura en 2012, con una fórmula fresca que le granjeó un gran éxito, y que sus creadores decidieron emular en muchas ocasiones, lo que probablemente fue la causa de su paulatino declive en lo que a popularidad se refiere.
The Walking Dead nos ofrece un retorno a las aventuras gráficas, género que, si bien en el pasado gozó de mucha popularidad, actualmente está relegado a un nicho muy concreto dentro del medio. Sin embargo, Telltale supo darle cierto toque original a su obra, con una profunda exploración de los personajes, así como apostando más por la acción y la toma de decisiones que por la resolución de puzles. The Walking Dead nos hace lidiar con la desesperación, así como con los lados más opuestos de nuestra humanidad, con un choque constante entre racionalismo e impulsividad, o entre egoísmo y caridad. Esto se canaliza al ámbito jugable a través de su sistema de toma de decisiones, que determinaran, hasta cierto punto, el desarrollo de la aventura.
Es muy probable que ya conozcas el marco situacional y argumental que nos propone este título, ya que forma parte de una obra que ya se ha integrado en la cultura pop, sin embargo, los hechos que suceden en este juego no siguen la misma línea que el cómic o la serie de televisión. La historia principal nos pone en la piel de Lee Everett, un profesor de universidad acusado de asesinato. En su camino a prisión, Lee se ve envuelto en el apocalipsis zombi, y no tarda en verse directamente afectado por él. Tras un accidente de coche se produce su primer encuentro con los muertos vivientes, lo que da comienzo a nuestra aventura. El incidente libera a Lee de su sentencia, obligándole a cumplir una condena mucho peor en su lugar. Tras escapar del coche patrulla conocerá a la pequeña Clementine, que será un personaje clave en la historia, y que nos acompañará durante toda la primera temporada, para más tarde convertirse en la protagonista principal. Durante esta aventura tendremos que luchar por sobrevivir, cuidándonos de los temibles muertos vivientes y de los humanos hostiles. Por otro lado, tendremos que mantener nuestra humanidad, tomar las decisiones más acertadas para la supervivencia del grupo y, sobre todo, cuidar y proteger a la pequeña Clementine.
Sin embargo, como mencioné anteriormente, The Walking Dead: Definitive Edition es una obra recopilatoria, que aúna las distintas temporadas que originalmente se lanzaron de manera individual, por lo que cada una de estas temporadas se centrará en un marco argumental autosuficiente, con personajes y problemas que afrontar muy diferenciados. Además, cada salto de temporada esconde grandes sorpresas para el jugador, que lo llevarán a enfocar el juego de manera muy distinta. No obstante, habrá un elemento permanente que unirá cada una de las temporadas con las demás, otorgándole continuidad, y dicho elemento es la presencia de Clementine, personaje al que veremos crecer y madurar. Además de ella, nos encontraremos con otros elementos más secundarios y variables que harán acto de presencia en las distintas temporadas, para que no se pierda la sensación de estar en la misma historia. De cualquier manera, el conjunto de la obra tiene una intención clara; la exploración de la condición humana al estar sometida a las condiciones más extremas, así como la contraposición de miseria y alegría, maldad y bondad o egoísmo y compañerismo, todo esto enmarcado en una temática ya icónica de nuestro imaginario; el apocalipsis zombi.
La intensidad de la acción y el misterio irán variando a lo largo de las distintas temporadas, teniendo más peso la acción cuanto más avanzamos. Se trata de una obra puramente narrativa, en la que el componente lúdico pasa a un segundo plano, por lo tanto, la calidad de esta obra depende en gran medida de su calidad argumental y narrativa, y no solo cumple, sino que lo hace con muy buena nota. La combinación de los argumentos y misterios que se nos presentan, y lo bien desarrollados que están los personajes consiguen atrapar al jugador, e incluso provocarle reacciones emotivas con determinados sucesos. Las primeras dos temporadas tienen una calidad argumental mucho más sólida y atractiva, con un argumento que siempre va in crescendo y que no pierde interés en ningún momento. Sin embargo, aunque la totalidad del juego mantiene un nivel narrativo muy bueno, a medida que avanzamos se puede percibir cierto declive del mismo.
A pesar de tener secuencias de exploración, acción e incluso combate, no se trata de un juego de acción al uso, sino un de híbrido entre la acción y las aventuras gráficas. En muchas ocasiones podremos movernos libremente dentro de las limitaciones del entorno dispuesto para explorar, así como para huir de enemigos o combatirlos. Sin embargo, las acciones que podremos ordenar a nuestro personaje están mucho más limitadas que en un juego de acción al uso. En definitiva, la acción está más acotada con el objetivo de seguir un ritmo narrativo concreto, y así ajustarse a la intención de la historia. Por ejemplo, para librarnos del ataque de un zombi tendremos que mover el cursor hasta situarlo en su cabeza y apretar el botón de ataque, todo mientras se nos echa el tiempo encima. No tendremos indicador de vida, si cometemos un error o no realizamos una acción a tiempo estaremos muertos. Sin embargo, esto no significa que no nos enfrentemos a tiroteos, persecuciones, escenas de sigilo o combates cuerpo a cuerpo, simplemente serán más casuales, ya que el peso principal del juego recaerá en la toma de decisiones y en los diálogos. Para reforzar el buen funcionamiento del ritmo de la narración, los escenarios están perfectamente acotados para que avancemos de manera natural y relativamente rápida, al tiempo que se conserva cierta sensación de exploración e investigación. No nos moveremos en espacios excesivamente amplios que nos lleve mucho tiempo explorar, sino que todo nos conducirá de manera “suave” hacia el desarrollo de la trama. En general, el juego goza de un diseño de niveles muy acertado, que acompaña al tono y el ritmo de la obra. Por otro lado, el uso de los encuadres y los planos es ideal para crear tensión e intriga en los momentos más importantes de la trama, ya que muestran lo justo y necesario para que el jugador haga sus propias suposiciones antes de que todo se revele.
Por otro lado, uno de los principales puntos fuertes del título es la construcción y desarrollo de los personajes, que consiguen transmitir su carácter e historias al jugador, y hacen que sea complicado decidir a la hora de tomar parte en una discusión o elegir a quien salvar. Hablando con cada uno de ellos podremos saber más sobre su pasado o sobre sus motivaciones, y nuestras interacciones con ellos repercutirán en su opinión sobre nosotros, lo que determinará hasta que punto nos dejarán conocerlos, e incluso nos abrirán distintas opciones a tomar para el desarrollo de la aventura. Sin embargo, a pesar de que nuestras decisiones tendrán un peso en el desarrollo de la trama, siempre habrá limitaciones, y determinados sucesos que ocurrirán obligatoriamente, sin importar que elijamos. No obstante, en Telltale supieron como transmitir al jugador una sensación de “falsa libertad”, incluso en esos momentos se siente como si tuvieras el control de todo lo que ocurre, para bien o para mal.
Pasando a aspectos estrictamente técnicos, esta reedición de la obra de Telltale tiene sus más y sus menos. A nivel visual, a pesar de haberse lanzado hace siete años, sigue luciendo muy atractivo, aunque algo simple. Su estilo cel shading luce perfecto para adaptar un cómic al formato del videojuego, sobre todo en los personajes. Sin embargo, los escenarios exteriores, sobre todo durante el día, lucen algo vacíos y simples. Pero más allá del apartado gráfico, el mayor problema de este juego recae en sus subtítulos y, aunque no deja de ser un problema, que el mayor fallo de un juego sea referente a sus subtítulos es algo que habla muy a su favor, significa que el resto de los aspectos no tiene problemas destacables. Sin embargo, se trata de un problema que deber ser mencionado. Se trata de un trabajo muy descuidado, que se deja numerosas palabras sin traducir, con fallos en los caracteres y, lo que es más grave, que traduce algunas expresiones hechas del inglés de manera literal, haciendo que pierdan todo el sentido.
Una edición definitiva para una obra memorable
Nos encontramos ante una obra tremendamente acertada, con un impacto emocional muy potente para el jugador, y que consigue atrapar a nivel argumental desde el minuto uno. Logra que nos impliquemos de lleno en su mecánica principal; la toma decisiones, y que lleguemos a conocer e incluso amar y odiar a muchos de sus personajes. Una aventura sobresaliente, cuyos únicos defectos reseñables son algunos problemas técnicos referentes a los subtítulos, y que roza la perfección en los ámbitos que se propone explorar. En resumen, una obra más que recomendable, y un título casi obligatorio para los amantes de las buenas historias.
Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PS4 cedido por Meridiem Games.