La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular
La música y el apartado sonoro son piezas clave en un videojuego: no solo ayudan a mantener una ambientación concreta, sino que también es capaz de guiarnos o enseñarnos a superar los retos que se nos vienen encima. El ritmo y la sucesión constante y simétrica de un determinado pulso (ya sea dar un golpe o realizar una acción repetidas veces) nos atrae mucho y hace que nuestro cerebro se fije en ello. No es sólo que nos guste la música, sino que nos permite centrar la atención en algo concreto hasta hacerlo más llevadero. Por supuesto, el tedio existe, y realizar lo mismo una y otra vez en exceso cansa, pero se tarda en llegar a ese punto. Existen ejercicios de relajación que se basan en seguir un ritmo que va disminuyendo en latencia, ya que nos vamos acostumbrando poco a poco a esa pauta. El apartado sonoro ayuda de una forma distinta, siendo una suerte de apoyo y respuesta a lo que está sucediendo, tanto nuestro como del juego. Sabe conectarte de forma especial, llegando a superar a lo visual en no pocas ocasiones.
En ese punto mágico entre rutina y concentración se encuentra Tetris Effect, que no solo recoge el concepto original del juego y tira hacia delante, sino que construye un lugar exótico de pura tranquilidad. El sonido es una pieza clave en la ejecución de esto, ya que toda esa burbuja se iría al garete si la música fuera simplemente algo de fondo. La banda sonora de este juego es, simplemente, bestial, y gracias a Limited Run Games vamos a poder tenerla. La entrega del vinilo con la música del juego se ha retrasado a causa del bicho maligno, pero este mes acabará llegando. También han anunciado que la banda sonora estará disponible de forma digital y que postearán un enlace en la cuenta de Enhance (los desarrolladores) para acceder a ella. No se sabe si dicho enlace llevará a alguna página para descargarla directamente, si habrá que comprarla o si estará en alguna plataforma de streaming.
Para aquellos que hayan pasado por alto Tetris Effect porque “es Tetris otra vez”, estáis completamente en lo cierto: no deja de ser Tetris. Sin embargo, la música del juego y los escenarios fantásticos son lo que le dan vida. Que saliera para VR tiene todo el sentido del mundo, ya que es la única forma real que tienes de aislarte. A eso le sumas un apartado gráfico extraordinario, el sonido que reacciona y juega con la canción a cada movimiento que haces y ese tiempo bala que permite limpiar muchas líneas a la vez y lo tienes todo hecho. Tetris siendo más Tetris que nunca, puesto que la concentración no solo viene de tu parte, sino que te incitan a ello. Recuerdo tirarme de los pelos cuando salió, no porque no pudiera jugar, sino porque la banda sonora no estaba en ningún lado y la necesitaba en vena como fuese. No me considero ni medio bueno, pero he de reconocer que este juego ayuda de una forma especial a que estés en lo que tienes que estar.
Lumines también hacia algo por el estilo, solo que a mayor escala, ya que implicaba el ritmo de la canción a una restricción de gameplay, pero Tetris Effect sigue otro camino: prefiere que sea la música la que guíe tus acciones. No es un juego de ritmo, pero los samples asociados a cada acción te fuerzan, simplemente para que suene mejor, a seguir el ritmo de la canción o uno que ayude a adornar la situación. Es otra manera efectiva de hacen consciente al jugador de pertenecer a ese mundo sin que se entere del todo, ya que, de nuevo, no pararemos de poner bloques. La banda sonora no tendrá tanta fuerza una vez fuera del juego, pero a diferencia de otras que están ancladas a una escena concreta aquí careces de ese contexto – si acaso te acordaras de los fondos animados, pero ya. Esa independencia también es clave para su disfrute, pero ya me estoy yendo por las ramas.
El resumen es que la banda sonora de este juego es genial y que si al final hay que comprarla lo hagáis, no porque me hayan pagado (ojalá) sino porque de verdad creo que hay que experimentarla. Si pueden no interrumpirte, mejor.