Punto y aparte

Atrás quedan las incontables horas recorriendo la extensa región nórdica de Skyrim, deambulando entre las grandes montañas en busca de nuestro cometido como nacido del dragón. Aflora con nostalgia el recuerdo de esa magnánima aventura de la guardamos una mejor impresión de la que nos gustaría reconocer. Skyrim ha envejecido terriblemente mal y tanto su sistema de combate como de exploración resulta ortopédico hasta el punto de ser tan artificioso como el sistema de combate de Minecraft, por ejemplo. Aunque todo debe valorarse en su época, por lo que no desmerece ningún reconocimiento. Esto supone también una ardua tarea para Zenimax Online Studios ya que adaptar la jugabilidad de Skyrim a los tiempos modernos no es nada fácil.

La expansión de Elsweyr llega para abanderar esa nostalgia introduciendo los imponentes dragones en la región desértica de Elsweyr donde habitan principalmente los khajiitas, una raza de felinos antropomórficos conocidos por su destreza y sigilo que nos han acompañado a lo largo de nuestras aventuras en la saga. Elsweyr toma inspiración en las zonas del norte de África tanto en sus parajes áridos como en la arquitectura de las ciudades, tomando elementos del mundo árabe y mezclándose con la cultura más tribal de África. Una vez visitemos Riverhold o Rimmen, daremos con patrones arábigos que denotan el carácter sensual y exótico de los khajiitas. Para los amantes del lore profundo de The Elder Scrolls podrían encontrar un trasfondo desaprovechado en favor de una historia principal con mejor ritmo que en expansiones anteriores.

Pronto estaremos lidiando con los temibles dragones que se presentan a modo de eventos ocasionales en la región de Elsweyr. Tal vez sea este formato masivo y online lo que desnaturaliza el encuentro con los dragones, si antes eran criaturas majestuosas, antiguas y poderosas, ahora se sienten como meros jefes esparcidos por el mapa en espera de ávidos jugadores a quiénes arrojar sus llamas. Tal vez sea la incongruencia de mantener estos eventos, la actuación de los NPCs ante los dragones o la inconsistencia del terreno por esos escenarios previamente preparados lo que pierde la épica pretendida según el propio tráiler de la expansión como las secuencias descafeinadas del juego. Matar a un dragón sigue siendo satisfactorio pero no épico, ni magnifica todas las decisiones tomadas hasta ese momento. Persiste un sentimiento de David contra Goliat en los encuentros solitarios de Skyrim que difícilmente puede trasladarse a un MMORPG. Por muy orquestada que esté la hermandad de un pueblo para hacer frente a los dragones, los personajes parecen más preocupados por tramas políticas que por unos dragones que arrasan cultivos y páramos. La historia toma un matiz interesante en todo ese venir y devenir de intrigas entre casas antiguas, semidioses con oscuras intenciones y amenazantes meteoros. Las historias secundarias sirven al propósito de ocupar un espacio, demasiado evidente tanto por su estructura de misión como por los objetivos de ésta, resultando un ejercicio de completitud más que la ampliación de un lore adecuado para la saga. Para muchos, el hecho de que no esté traducido al español supondrá un impedimento a mostrar interés por la historia por lo que perderemos lo que a mí parecer, en conjunto, es uno de los puntos fuertes de esta nueva expansión.

La campaña y el nuevo mapa

La campaña principal tiene una duración aproximada entre veinte y treinta cinco horas, dependiendo de nuestra habilidad y atención. No soy un jugador asiduo de TESO pero me sorprendió ver una gran cantidad de jugadores en solitario haciendo las misiones lo más rápidamente posible con una perspectiva más propia de un ARPG como Path of Exile que de un juego en primera/tercera persona con habilidades y diálogos más pesados. En ese sentido, TESO bebe mucho de ese sentimiento de completud que lo hace aún más extenso en contenido si cabe. Poder jugarse en solitario no es malo pero tampoco alberga la  experiencia rolera tan característica de la saga tradicional. Lo que desaprovecha el carácter online por buscar un camino fácil para avanzar y progresar en la exploración del mapa.

Este enfoque de rol hubiera servido mejor a la epicidad buscada en los encuentros con los dragones que no ha sabido resolverse de forma adecuada. Es dificil glorificar y aislar los momentos que deben sucederse para todos los jugadores sin recurrir a manidas profecías sobre ser el elegido o el destinado a tal labor, por lo que quedamos relegados a ser meros repartidores y recaderos de turno como en la mayoría de MMORPG. Por lo tanto, los jugadores que disfrutaron de TESO en las anteriores expansiones, disfrutarán de Elsweyr ya que mantiene la misma línea que sus antecesores. A pesar de todo, como decía, la historia principal supone uno de los puntos fuertes ya que se acerca con verosimilitud a lo vivido con Skyrim, metidos en plena guerra civil, con resistencia por medio, asesinos (tal como esperarían de los Khajiitas) orbitando alrededor de varios personajes que se presentan de forma convulsa pero sólida.

A nivel gráfico, mantiene los mismos estándares de sus antecesores por lo que no cabría esperar unos gráficos avanzados pero que sí cumplen con lo esperado en un mundo abierto, dotando de una ambientación exótica a los distintos escenarios con los que nos vamos encontrando: mesetas, cascadas, grandes cañones que se cruzan con puentes colgantes, murallas, ruinas… tal vez un mejor diseño de mundo y una distribución de objetivos más realista hubieran dado con una componente mágica a lo que nos rodea, similar a lo que vivíamos con Skyrim. En ese sentido, es notable cierta vagueza con los detalles de los escenarios a terreno abierto, como por ejemplo recurriendo a obstáculos repetidos o con algunos bugs visuales que estropean la inmersión. Por otro lado, es encomiable la labor del equipo artístico en las principales ciudades de esta expansión, destacando Rimmen y su bazar donde cada detalle está perfilado con mucha precisión. Entrar en las ciudades provocan una sensación sobrecogedora que sin ser abrumadora, captan ese sentimiento de forma realista.

La región de Elsweyr posee varias mazmorras ambientadas en ruinas, criptas, cuevas subterráneas y parajes desolados. Se sienten más vivas a diferencia del exterior donde predomina las bastas llanuras áridas. La resolución de las mazmorras se mantiene por igual, no hay nada especialmente llamativo y sigue siendo muy tradicional. Tal vez lo más reseñable sea el enfrentamiento contra los jefes. Dejando a un margen el ya conocido sistema de combate, estos plantean un reto divertido y a la vez desafiante. Convirtiéndose de forma imprevista en otro de los puntos fuertes de esta nueva expansión.

Un nigromante para todos

En esta nueva expansión se incorpora una nueva clase: el nigromante, un mago que empleará la magia prohibida para deshacerse de sus enemigos. Con tres especializaciones: Grave Lord, Bone Tyrant y Living Death. Combinando estas ramas de habilidades pueden cumplirse roles muy dispares, desde curandero, pasando por tanque hasta el mago invocador convencional, lo que podría definirse como una de las clases más versátiles de TESO; y claramente lo hace con el pretexto de que independientemente del rol que nos guste jugar, podamos tener un nigromante en nuestra plantilla de personajes. En lo personal, me disgusta esa útil versatilidad porque conlleva el coste de no poder asumir el rol por clase y da menos profundidad jugable al juego. Por otro lado, resulta interesante cómo podemos combinar dichas habilidades para conseguir efectos más poderosos, pero en la práctica se reduce más a ser un mago a melee con bastantes capacidades de supervivencia. En mi opinión, como especial aficionado a la necromancia en los juegos MMORPG, considero que no han sabido captar la esencia de un nigromante convencional y sólo puedo dar el crédito de estar ante un nuevo tipo de nigromante que desconozco del lore de la saga. En tiempos donde destaca la espectacularidad, las habilidades se sienten un artificio que no combinan entre sí. Sinceramente hubiera esperado más desarrollo en algunas de sus ramas, como por ejemplo las invocaciones que se siente limitadas y poco concisas.

Una llamada al conflicto contra los dragones

En resumen, estamos ante una expansión de corte continuista que si bien nos plantea un escenario nuevo y una historia intrigante, el reclamo de los dragones apelando a Skyrim se siente insuficiente. Existe cierta disparidad en el elaborado diseño artístico frente al diseño de nivel o de mundo y cierta torpeza en el desarrollo de la nueva clase que desluce una expansión por sí sola más sobresaliente que sus antecesoras. Elsweyr es una llamada a todos los jugadores frente a la amenaza de los dragones, con un tutorial guiado y una nueva clase predispuestas para la llegada de nuevos jugadores al MMORPG de The Elders Scrolls, lo que supone una excelente oportunidad para aquellos que no lo han jugado aún y quieran adentrarse en el rico universo de Tamriel. Por otra parte, los jugadores de TESO agradecerán el nuevo mapa con el nuevo contenido, siendo más de lo que les gusta y demostrando porqué TESO sigue siendo un MMORPG activo en estos momentos.


Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PC cedido por Ziran.