Confiemos en que no se supermuera

La fiebre de los battle-royale fue como todas las modas: llega un juego que rompe ciertos esquemas, todo el mundo se sube al barco y muy pocos logran mantenerse a flote. La supervivencia en el mundo de los free-to-play multijugador tampoco está garantizada: si bien se rompe la barrera del precio, se necesita una comunidad activa que pueble los servidores. Además, se debe generar nuevo contenido de forma constante para que haya algo de novedad y el periodo de fascinación dure lo máximo posible. SUPERVIVE, previamente conocido como Project Loki, llega en un punto en el que la fiebre de los MOBA ha remitido (con ciertos despuntes aquí y allá), y en el que el reinado de Fortnite parece haber relegado el formato battle-royale a la mera experimentación. Tirar a un titán es muy, muy complicado, pero cuando tus pretensiones abarcan crear el mejor juego posible el público lo nota, y ahí es donde vas comiendo terreno.

Supervive planear

Volando voy, volando vengo

En una prueba de prensa que tuvimos hace unos días, nos presentaron SUPERVIVE “como Overwatch pero con otra cámara”, y no va muy desencaminado. Si bien se juega como un MOBA, lo que va marcando el ritmo es la clásica tormenta que se va cerrando más y más. La gracia está en la mecánica de muerte, un toque diferenciador que cambia el concepto de lo que realmente significa ser un equipo y lo que me ha vendido este juego por completo. Aparte de reanimar a un compañero que acaba de ser abatido, unos pilares repartidos por todo el mapa permitirán resucitar a tu equipo y así poder volver a repartir estopa. Obviamente te lo tienes que currar, ya que te van a estar pisando los talones constantemente, pero puedes encontrar y capturar campamentos y teletransportarte de vuelta a ellos. Morir no implica abandonar la partida o esperar a que el resto del escuadrón termine, e incluso habrá momentos puntuales es los que conviene hacerlo para según qué jugadas.

Antes lo evitaba y ahora lo busco (el MOBA)

SUPERVIVE no es simplemente un juego de habilidad: tienes que saber usar todos los recursos a tu disposición para darle la vuelta a la partida. Encontraremos equipamiento en cofres o looteando enemigos. Están los clásicos encuentros contra jefes que dan ciertas ventajas, armaduras, habilidades… No pudimos rascar todo lo que ofrece en las tres horas de juego, pero incita a volver y a, como mínimo, experimentar con su variado plantel de personajes. Las partidas son bastante rápidas pese a la mecánica de resurrección, en parte por el número de jugadores (diez escuadrones de cuatro jugadores) y por la movilidad de los personajes. Hay elevaciones y abismos, pero se puede planear a través de ellos y tomar una mejor posición. Eso sí, como te den estando en el aire te quedarás paralizado durante unos segundos, y si coincide que estabas encima de un agujero irás directo al hoyo. De nuevo, hay que saber usar bien nuestras cartas.

Supervive spike

Si te haces el chulo, golpe de remo

Los personajes molan bastante, con diseños interesantes y habilidades particulares para cada uno de ellos. El que más destaca probablemente sea el zorro pirómano chotao de la cabeza, pero todos tienen su punto de carisma. Se dividen en tres roles: luchadores (los que pegan), protectores (los que ayudan) y controladores (los que la lían). El mapa en sí mismo es un personaje más gracias a la variedad de elementos presentes, tanto en su geografía como por los pilares, campamentos y biomas. Por ello, saber controlar el espacio se vuelve esencial para ganar. Por ejemplo, uno de los personajes crea un muro de hielo que avanza y empuja a los enemigos; si les mandas al vacío y empiezan a planear, puedes dispararles y que caigan al abismo. En otra partida empujé a un jugador a unas vías, pasó un tren bala y lo arrolló. Cosas que pasan.

SUPERVIVE Celeste

Esta señora reparte guantazos como si no hubiera un mañana

También da pie a momentos de tensión, como agujeros en mitad de una esquina que te fuerzan a planear sin saber qué te vas a encontrar en el otro lado. La tormenta también va cambiando de partida en partida, con eventos como que los trenes pasen mucho más rápido, por ejemplo. Hay la suficiente variedad para que puedas aprenderte el mapa de memoria y así sorprender al enemigo, pero sin darte la confianza de que la jugada va a salir como esperas. Eso sí, la experiencia en el terreno es fundamental. En nuestro caso, al ir acompañados de un desarrollador, había ciertos factores de los que simplemente no nos preocupábamos, pero hubo momentos en los que tuvimos que improvisar. Esas fueron las partes que más disfrutamos, las de tener que hacer malabares constantes con los recursos que teníamos para terminar ganando la partida.

Theorycraft Games hará una beta abierta del juego a finales de año, pero en dos días empezará una prueba masiva del juego que durará una semana; podéis inscribiros aquí. Van a salir un porrón de clips y bastante gente lo estará retransmitiendo, así que os recomiendo que le echéis un ojo. A mí estos juegos ni me van ni me vienen, pero esos momentos de caos en los que nadie entiende del todo cómo funciona el juego son mágicos. Aún está en fase alfa y según nos dijeron falta mucho por pulir y añadir, pero se le nota el potencial. No me atrevería a decir que estamos a las puertas de otro Overwatch ni nada por el estilo, ya que un lanzamiento como el del título de Blizzard ocurre cada mil años, pero huele muy bien y quiero que le den más profundidad a su mundo. Me interesa saber quiénes son estos personajes, por qué son tan variopintos y cuáles son sus motivaciones. Si lo saben llevar bien, engancharán a un grueso de jugadores que no se mete en estos juegos, como es mi caso. SUPERVIVE me ha dejado un buen sabor de boca, y no puedo esperar a volver a tirar a mis enemigos contra medios de transporte a altas velocidades.