De momento, solo en Australia del Sur
Super Smash Bros. no es una franquicia enfocada a la escena competitiva. Bueno, sí, pero no nació con esa naturaleza. Sakurai es un niño grande desde que entró en Nintendo, y captó la esencia de la marca a la primera: sus juegos se caracterizan por algo que todo el mundo describe como “Fáciles de entrar, pero complejos de dominar”. Son franquicias como Kirby, Kid Icarus y Super Smash Bros. las que lo demuestran, y el problema de todo esto reside en que son juegos para toda la familia y que se está exigiendo de ellos algo que, por naturaleza, no les pertenece.
Pero la polémica de la que hoy vamos a hablar está relacionada con el último personaje incluido en el juego: el Héroe de Dragon Quest, saga de RPGs con sus años a cuestas pero con una gran base de fans, casi considerada religión en el país del sol naciente y que no he tocado en mi vida hasta hace un par de semanas.
El problema no reside en que pertenezca a una franquicia externa a Nintendo, sino que su set de movimientos viene cargado con una aleatoriedad que bien hace un ataque con un daño normal, que bien que te envía fuera de la pantalla de un plumazo, sin aparente forma de preveerlo. No es la primera vez que vemos esto, ya que Mr. Game & Watch también tiene un ataque aleatorio que, dependiendo del numero del cartel que levante, te da un mazazo con un efecto u otro, llegando incluso a lanzarte de forma muy violenta; pero con todo, el ataque del Héroe es mucho más poderoso y mucho menos previsible, y por lo tanto la comunidad de Australia del Sur ha tomado la decisión de excluirlo del plantel de personajes admitido en sus competiciones.
Cabe decir que Sakurai se justifica conque es un elemento propio de la saga esta probabilidad de ataques críticos, pero ya hay personajes de otras sagas con la misma mecánica (como Pokémon) en el juego y no ocurre. Pero tampoco es la primera vez que un personaje de esta saga es baneado: en algunas competiciones de Brawl, la entrega lanzada para Wii, Meta Knight está prohibidísimo, ya que es un personaje con tanta ventaja sobre el resto que lo hace prácticamente imbatible, estando en su propio tier. Éste, en concreto, tiene un gran juego aéreo, algo que la mayoría de los personajes carece, por lo que puede estar prácticamente todo el tiempo en el aire sin que lo toquen. Asimismo, cuenta con un arsenal de movimientos que no son sólo ofensivos, sino de recuperación. Es un personaje tan sumamente por encima del resto que el competitivo y la forma de jugar se forjó alrededor del mismo, y eso es un problema. Hoy día, por suerte, contamos con parches que pueden balancear el juego, y la verdad es que es complicado balancear a 72 personajes distintos, como bien se ve en el cambio de las tier list cada vez que se mete mano; aún recuerdo hace unos meses cuando Joker fue introducido y todo el mundo alucianaba, como al principio lo hicieron con Olimar y Pichu.
Super Smash Bros. Ultimate se trata de un juego en constante cambio, pero no se nos puede olvidar lo más importante: es un juego familiar. No es un juego como Street Fighter o Tekken, pensado para jugadores más profesionales, sino para que la gente se tumbe en el sofá (ahora con Nintendo Switch , y antes con la versión de 3DS, puede ser en cualquier lado) y disfrute sin más pretensiones que un par de piques. No es un juego diseñado con competiciones en mente más de la que un par de niños puedan organizar, pero entiendo que, por ejemplo, han procurado proveer mandos de GameCube para los profesionales y los que anhelan el sabor clásico. Entiendo a aquellos que quieren jugar de una forma distinta y respeto a aquellos que me dan palizas online porque saben manejar los personajes de mejor forma que yo, pero creo que hay una falta de confianza importante. Aún es pronto para juzgar y sacar conclusiones precipitadas en torno a este asunto, así que dejad que Sakurai haga su magia, que si está delante de todo y es el papi de este juego es porque sabe lo que hace (al menos eso pensábamos de Nomura en su día).