El poder está en el motor y la carretera es el medio para demostrarlo
Anteriormente ya hice un pequeño tributo a uno de los mejores juegos de la conocida consola portátil de Sony. Puedes leer ese tributo aquí mismo, y no te digo el nombre para que tengas una sorpresa por si no lo habías leído todavía. Pero volviendo al tema del juego, solo os diré que soy un acérrimo fan de la cultura JDM. Y seguramente te preguntarás, ¿qué narices es JDM? ¿Una asociación para gamers mancos como tú? Y yo te diré que JDM no significa eso (pero lo de gamer manco no lo descarto).
Pues JDM significa literalmente “Japanese Domestic Market” o Mercado Interno Japonés, que es el término con el que se refieren al mercado de bienes locales y servicios nacionales ahí en Japón. Dentro del mundo de la importación del automóvil, este término se refiere generalmente a los automóviles japoneses de la misma marca y piezas diseñadas y fabricadas para ajustarse a los vehículos japoneses y regulaciones de equipamiento, según las preferencias del mercado japonés. Pero el título que vengo a recordar, no va de montar un taller o una tienda de repuestos. Va de máquinas automovilísticas que han marcado un antes y un después en la industria del motor. Marcas y modelos japoneses que a pesar de tener su tiempo, siguen causando furor en las calles y erizan los pelos de millones de personas, los míos incluidos. Si os suenan términos como “Toyota Supra”, “AE86”, “Lancer Evo” o incluso el mítico “Skyline”, te invito a quedarte hasta el final de esta lectura.
Si volviesen a hacer un juego así, podrían llevarse todo mi dinero ahora mismo
Así es. Si pudiese disfrutar de otro juego así en la época actual, daría incluso 80€ si hiciera falta. Es cierto que el título de Genki, Street Supremacy, no es un juego que presente tanta variedad de modos de juego como un Need for Speed, pero su composición es única. Con eso quiero decir que realmente el juego tiene solo un modo de algo como un cuarto de milla (pasando por alto el modo contrarreloj que en relación a los cuartos de milla, tiene un peso minúsculo), donde debemos alcanzar a nuestro oponente y alejarnos lo suficiente de el para que pierda todos los puntos. Puede parecer poco, pero tal como está montada la estructura del juego, cada carrera parece ser algo totalmente nuevo. Claro está, que si juegas seis horas seguidas, al final acabarás aburriéndote, que es lo que suele pasar con la mayoría de los juego realmente. Pero si vas dándole caña poco a poco, hablando relativamente, creo que le podrás sacar mucho más provecho.
La otra cara de la moneda esconde un abanico de personalización muy extenso, hablando de un videojuego de la consola PSP. Colores, carrocería, mejoras mecánicas… y muchos extras más nos ofrecen suficientes horas de farmeo para poder mejorar nuestra máquina todo lo que queramos. Incluso disponemos de ajustes avanzados como relaciones de marchas o suspensión del vehículo.
Abanico de máquinas japonesas como ningún juego
La historia no es profunda, pero transmite un gran sentimiento de responsabilidad.
El juego nos ofrece una lista extensísima de vehículo y todos ellos nipones. Creo que Genki hizo un maravilloso trabajo introduciendo tantos modelos icónicos de la automovilística oriental. Desde el famoso “Hachi Roku” de Initial D, hasta modelos como Silvia de Nissan… Y no me voy a poner a hablar de esos coches a nivel de amante, porque no acabaría hasta mañana. La cuestión es que hay donde elegir.
También existen ciertas versiones únicas modificadas de algunos vehículos, ya que estos pertenecen a algunos conductores errantes, que al derrotarlos existe la posibilidad de quedarnos con el coche.
El juego en sí no dispone de un modo historia fijo. Básicamente nuestros objetivos principales son: acceder a una banda, hacernos con el control de esta a base de ganar renombre, conquistar otras bandas y ciudades de la zona Shuto Expressway y finalmente hacernos con el control de todo el territorio para rejugar el título con varias ventajas. Puede parecer poca chicha, pero ese detalle de tener un mapa y conquistar las diferentes zonas es algo que hace ese juego único. Conquistar y evitar ser conquistados, claro, ya que también tendremos que efectuar carreras de equipo versus equipo, para defender nuestro territorio si lo atacan. Y cada vez que volvamos al garaje, pasará un día y con él se desplegarán ciertas estadísticas para resumir nuestro progreso. También cabe destacar que disponemos de un nivel, pero es algo que realmente solo sirve para poder adquirir mejoras, ya que podemos correr contra cualquier nivel del mapa, pero las consecuencias serán graves si somos unos novatos todavía.
La conducción, una composición única marca de la casa
No es ni el primer juego, ni el último de Genki. Han sabido reproducir casi a la perfección los modelos del juego y además de eso, el realismo que se siente al conducir es bastante notable también. Dependiendo de la carrocería y de la velocidad, los giros serán más fáciles o más costosos. Los reglajes también influyen muchísimo y deberemos saber cuál es nuestro estilo de conducción personal para ajustarse a los desafíos que nos lanza el juego.
Nissan, Toyota, Mitsubishi y demás marcas, puedes estar seguras ya que todos sus modelos, han sido reproducidos con la mayor exactitud posible en relación a las posibilidades del dispositivo. Debo decir que hasta ahora se me queda la boca abierta de lo bonitos que son los reflejos y los acabados de los coches. No hay texturas acabadas por acabar ni partes borrosas. Todo está tal como debería estar.
No existe el juego perfecto, pero sí los detalles perfectos
Y Street Supremacy es una prueba más de esto. El título me atrajo y me mantuvo enganchado durante bastantes horas. Pero no podemos olvidar que la banda sonora es mínima y que lo que más tiempo escucharemos será el sonido del motor de nuestro coche. Por lo tanto, como consejo personal, os recomiendo poner una buena compilación de Eurobeat y marchando. Es lo mejor para los videojuegos de carreras de estilo arcade o semi-arcade.
En pocas palabras, creo que la franquicia Shutokou Battle – a la cual pertenece Street Supremacy – es una serie fantástica, que todo fan de JDM debería probar al menos una vez en la vida. Genki es un estudio con mucho potencial que debería seguir haciendo joyas como esta. Ojalá pudiera jugar a algún título algo más reciente, pero de las perlas que nos han dejado a lo largo de estos años, no voy a quejarme ni un segundo. Si necesitas acción sobre asfalto y te gusta el motor japonés, no sé qué haces aquí todavía; ¡Street Supremacy no se va a jugar solo!