Olor a puerto
Quizá no sea la persona adecuada para jugar a una novela visual. Ace Attorney es una de mis sagas favoritas, Hotel Dusk me parece una obra maestra y Nine Hours, Nine Persons, Nine Doors… es su propia cosa, desde luego. También me he ventilado el Doki Doki Literature Club y alguno que otro que me esté dejando, pero poco más. Quitando el último, todos mezclan varios géneros para que no consista simplemente en leer. Sinceramente, si lo único que hay que hacer es escoger una opción cada 15 minutos que me va a llevar a uno de los 20 finales malos y prácticamente nunca al bueno, prefiero coger un libro. Sin embargo, y pese a que odio que algo llamado “videojuego” deje por completo abandonada la parte “jugable”, Stories of Mara me ha llegado bastante dentro y me parece cuanto menos curioso.
Stories of Mara es una novela visual por capítulos dentro del mundo de Summer in Mara, un juego de gestión sencillito, de fácil entrada al género y orientado sobre todo para niños. Uno de los pilares fundamentales del primer juego es que no sientes apenas presión de las tareas que quedan por hacer, debido a que bastantes misiones tienen que ver con la gestión en sí misma, y esa misma filosofía de ir a tu rollo también está presente en Stories. Este ahonda más en los personajes que conocimos en el primero, y me parece una idea genial expandir de esta forma el mundo tan bonito que han creado. El juego está dividido en 4 capítulos, y por ahora solo está disponible el primero. Encarnaremos a Akaji, la herrera y manitas de Qälis, y justo al empezar nos avisarán de que han encontrado el barco de Koa, protagonista de Summer, varado en la costa y gravemente dañado. Sin rastro alguno de la niña, la gente del pueblo decide… esperar. El juego no trata de una aventura grandiosa arriesgándose el pellejo, sino que veremos el día a día del pueblo y los rasgos tan peculiares de sus habitantes. Si tenemos experiencia con el primero ya los conoceremos, pero incluso entrando de nuevas es fácil coger el hilo.
Akaji es la protagonista, nuestro avatar, y he de reconocer que me he ha hecho sentir muy cercano a sus inquietudes. Cada personaje tiene sus problemas propios que iremos descubriendo a lo largo del pueblo, pero también nos miraremos a nosotros mismos. Cada una de las frases que podemos decir por Akaji encaja muy bien con su personalidad, y esto es clave no solo porque ya existiera en el juego anterior, sino porque nos hace empatizar con ella a un nivel superior. No es que podamos elegir ser buenas o malas personas, pero llegas al final del capítulo y escogiese lo que escogiese no me desentonaba en absoluto con cómo es ella. Esto es posible gracias a que el juego está muy bien escrito y cada personaje mimado hasta el infinito, al igual que mimado está el apartado artístico. La gracia de las novelas visuales en gran parte es que puedes ver al personaje con una expresión u otra, y no es extraño que en según qué momentos tengan que usar una expresión que no encaja del todo con las ya hechas para no hacer demasiadas. Aquí no he notado nada de eso, sino un detallismo extremo por hacer a cada personaje tal y como querían. Si hicieran una serie de animación con este estilo me la tragaba en cuanto saliera.
Ahora vamos a lo importante: los barquitos. Stories of Mara tiene un minijuego (por llamarlo de alguna manera) de pintar maquetas de barcos y regalárselas en momentos concretos a varios personajes. Si la hacemos bien nos saltará un logro, si no… pues tampoco es un gran problema. No deja de ser un detalle que estamos regalando para animarles un poco, y sería bastante feo que nos dijeran en nuestra cara que lo odian. Y aquí viene la pregunta: si no importa tanto el resultado, ¿para qué está el minijuego en primer lugar? Depende de cada uno. Esto quizás sea un poco spoiler de cómo el juego me ha atravesado el corazón, así que si queréis vivirlo por vosotros mismos saltad al siguiente párrafo. Al principio nos avisan de que escojamos bien cómo queremos hacer los barcos, ya que los botes de pintura están contados. Todo son risas hasta que llegas al último barco: el tuyo. En mi caso, el barco que me quedaba por hacer Akaji lo detesta por completo y no se corta un pelo al decirlo. Te has pasado todo el juego pensando en los demás y trabajando para ellos y has dejado tus preocupaciones de lado hasta que ya no puedes más, y lo único que queda son los restos. Este es el sentido que le encuentro a los barcos: no es para que los demás sean felices, sino para enseñarte que llega un punto en el que vas a estallar si no frenas a tiempo.
A pesar de que el juego me tiene ganado para cuando salgan el resto de capítulos, hay un par de cosas que me han picado un poco. La música es bastante buena, pero los bucles no están cerrados del todo y termina de golpe, hay un silencio de varios segundos y vuelve a empezar. El arte, a pesar de lo cuidado que está, tiene alguna que otra cosa extraña, como que no sé en qué lado se encuentra canónicamente el tatuaje de Akaji. A veces los personajes cambian de lado en una conversación y entiendo que habría que hacer un dibujo único para estas dos situaciones, pero es que hay un momento en que una imagen ocupa toda la pantalla y el mismo tatuaje se encuentra en espejo. Sé que es un detalle tontísimo que se les habrá escapado, pero me llama la atención que con el detallismo que han tenido se les pasase por alto. También hay alguna que otra cosa tosca, como que no haya una opción de que los diálogos pasen automáticamente o cambiar la velocidad en la que aparecen. Lo que sí que no llego a comprender es la duración de las pantallas de carga. No tengo el ordenador más potente del mundo, pero es que tampoco es el juego más exigente del mundo. Siendo una simple novela visual en 2D es cómico poder ir al baño en lo que carga la siguiente escena, ya sea la más extensa o simplemente cambiar de lugar, ver que no hay nadie y volver.
Otra ronda, por favor
Stories of Mara es cortito, relajado y otra forma de ver lo que sucede en Qälis cuando estamos navegando en el primer juego. Sí, es cierto que se puede jugar sin haber probado el primero, pero el contenido es tan atractivo que nos va a picar la curiosidad por tener más contexto de las relaciones entre algunos personajes y por qué están donde están. Si necesitáis un juego breve, conciso y que os haga recordar el olor a puerto lo podéis encontrar de forma gratuita en Steam e Itch. Si no es vuestro rollo, echadle un ojo al menos. Palabrita de alguien que no aguanta las novelas visuales.
Esta crítica se ha realizado en base a un código facilitado por Chibig.