La novela visual permitía violar y asesinar en un mundo post apocalíptico
Desde hace unos días, se había encendido una polémica alrededor de un videojuego llamado Rape Day, el cual era, en pocas palabras una novela visual ambientada en un apocalipsis zombi en el cual el jugador encarna a un asesino y violador en serie. Dicho título, en su página de Steam y previo a su salida, se promocionaba con frases tales como “acosa verbalmente, mata y viola a mujeres a medida que decide cómo se desarrolla la historia” y “Es un mundo peligroso sin leyes. Los zombis disfrutan comer carne de cuerpos humanos calientes y violarlos brutalmente, pero tú eres el violador más peligroso del pueblo”.
Tras su cancelación, la desarrolladora responsable de Rape Day, Desk Plant, salió emitiendo un comunicado en el cual admitían que, tal vez, el juego no era apto para Steam, pero que, aún así, buscarían alguna otra plataforma en la cual lanzarlo. En la sección de Preguntas Frecuentes del sub foto del título, Desk Plant publicó lo siguiente:
Los límites entre la ficción y la moral
Yo soy uno de los primeros en defender a las distintas formas de arte frente a presiones de grupos conservadores que quieren censurar ciertas temáticas en cualquier medio. En este caso, el de los videojuegos. Pero hay una clara línea que debemos trazar entre querer presentar algo de una forma artística o política -como lo sería una crítica frente a algo- a simplemente hacer un simulador que glorifique ciertas tendencias que generen o promuevan el odio u otras conductas nocivas en la población.
Y este no es el primer caso en el que se ve involucrado Steam. Tan sólo el año pasado, una polémica similar había golpeado al gigante de Valve, cuando se publicó Active Shooter, un simulador de tiroteos en escuelas de Estados Unidos, o Gay World, un juego homofóbico de matanzas. Ambos títulos llevaron su tiempo publicados en la plataforma -este último sigue disponible- y que, de no ser por portavoces del mundo de los videojuegos, se encontrarían indemnes.
No es por censurar. De nuevo, yo soy de la opinión que, por muy contraria que sea la postura de alguien en comparación a la mía, debe ser respetable, siempre y cuando no incite al odio. Los extremos son malos y la moral puede moldearse con respecto al arte, pero títulos insidiosos como los mencionados anteriormente no son arte, son medios por los cuales ciertos grupos de gente sienten validadas unas opiniones que no van ni con los tiempos ni con una sociedad propiamente construida. Si quieren tener Rape Day pues allá ellos, pero publicarlo en un sitio del calibre de Steam es algo que no debe permitirse. Éste no es el primero ni será el último juego que trate el tema de la violación contra la mujer como algo lúdico, siendo esto algo lamentablemente inevitable. Lo importante, es que salgan a la luz, conversar estos temas y no renegar de ellos como se estuvo haciendo hace unas semanas cuando precisamente se había puesto en boga esto mismo. Nosotros como jugadores, somos los principales responsables y quienes participamos de manera más activa. Por lo tanto, somos quienes debemos poner un alto a estas conductas insidiosas en primer lugar.