Top 10 objetos más pesados del universo
Otra y otra y otra vez, nos volvemos a topar con los mismos errores paso tras paso, justo cuando salimos de cualquier esquina nos chocamos de frente con una realidad cada vez más cruel y por la que poco podemos hacer, más allá de verla hundirse como si de un transatlántico en medio del frío océano se tratase. Este es nuestro mundo, y aunque me encantaría ser más amigable y contaros cosas sobre las bondades que se nos ofrecen, tanto desde fuera como desde dentro de la industria, me encuentro ante la imperiosa necesidad de hablar de aquello que no me parece bien, aquello que no considero justo y creo que es conveniente denunciar, o por lo menos alzar la voz para que más personas sean conscientes de lo que ocurre en esta amigable y creciente industria, pues es mucho más de lo que aparente al principio. Es por ello que, aunque no es la primera vez que os hablamos sobre esto, en el momento en el que Square Enix decide volver a tropezar con la misma piedra es momento de volver a tratar todo lo que ocurre con dicha empresa, pues sus incesantes intentos de adentrarse en el mundo de los NFTs y la tecnología blockchain no dejan indiferente a nadie.
No es nada nuevo, pues Square Enix ha mostrado su interés por esta tecnología en repetidas ocasiones durante los últimos tiempos, básicamente desde que empezaron a ser más populares. Desde la carta para felicitar el año que sacaron el año pasado hasta ahora no han cesado de mostrarse participativos, y parece que a pesar de todas las críticas, problemas e incluso estafas que han ido pesando como una losa en las espaldas de la tecnología blockchain, siguen en su empeño de adentrarse en estas tierras turbias, basándose, entre otras cosas, en el ejemplo que tienen en su país, donde las garras del capitalismo han empezado a trabajar para extender como una marabunta las ideas del blockchain más agresivo. Aunque en esta carta menciona que dichas tecnologías, hace apenas un par de meses asociadas a la monetización agresiva, han cambiado tras la caída en popularidad a raíz de los múltiples problemas que han demostrado dar, no termina de explicar qué beneficios aportan ahora para que se justifique la inclusión de estas prácticas en videojuego que, como ha apuntado, están ya en desarrollo y algunos de ellos anunciados, así que, como los huevos Kinder, tocará abrir las sorpresas de la peor manera posible.
Quién sabe, tal vez, al fin y al cabo, todo esto sea lo más beneficioso que le pueda haber ocurrido a la industria del videojuego, descentralizando todo el complejo para no sé muy bien qué pues, como me ocurre con estos temas, solo veo palabras vacías y no soy capaz de imaginarme lo que sea que pretenden hacer. ¿Todo esto va a impedir que se cierren los servidores de juegos que apenas tienen un año de duración, y cuyo enfoque es meramente online, como el battle royale que es Final Fantasy VII: The First Soldier? ¿O evitar que se cierre el juego online de Bravely Default, Bravely Default: Brilliant Lights? Quién sabe, tal vez ayude a que juegos como Chocobo GP siga recibiendo actualizaciones, u otros como Babylon’s Fall no caiga en el mayor de los olvidos, aunque temo que todo esto no es posible ya, pues las aspiraciones que parece mostrar esta empresa van por unos derroteros radicalmente contrarios. Desconozco cuál es el futuro de toda esta charla, pues hasta que no lo veamos en persona difícilmente podemos saber qué se le pasa por la cabeza a Square Enix, y solo en ese entonces, podremos llevarnos las manos a la cabeza como todo parece apuntar.