El que mucho abarca...
Sony se está marcando un Nintendo. Como en un juego de palabras, la compañía de Tokyo está siguiendo los pasos de su competencia de Kyoto y ahora quiere abrirse paso en el mundo de los móviles. O eso ha dado a entender en su última oferta de trabajo, en la que buscan a alguien que se encargue de liderar esta transición de la consola al móvil. Aún no se sabe mucho sobre esta nueva aventura, salvo que la persona escogida para el trabajo deberá cumplir con los objetivos en un plazo de tres a cinco años. Las especulaciones ya han empezado sobre qué juegos pueden ser los escogidos para dar este gran paso y, teniendo en cuenta que Sony quiere adaptar sus franquicias más populares a la plataforma (de una forma, esperemos, más fidedigna que los experimentos que han lanzado para Android e iOS durante la última década), es de esperar que los primeros títulos que podamos ver para el móvil pertenezcan a IPs como God of War, Uncharted, The Last of Us o Gran Turismo.
Otra gran incógnita que nos deja esta oferta es si la compañía japonesa hará versiones para el móvil fieles a los juegos originales o seguirá la senda de las adaptaciones, como ha hecho Nintendo con Pokemon Go, Super Mario Run o Animal Crossing: Pocket Camp, con los que ha conseguido un gran éxito y millones de descargas. Esta tendencia a crear juegos para móviles me deja con el corazón un poco dividido, y es que, por una parte, considero que es una manera muy accesible de disfrutar de determinadas aventuras, que permite que cualquier persona que disponga de un smartphone pueda acceder a estos juegos. Aquellos usuarios que, como una servidora, ya no tengan la consola con la que solían disfrutar tanto de pequeña, y carezcan de los suficientes medios o interés como para adquirir una para jugar con ella de una forma muy ocasional, podrán volver a revivir esos juegos con los que se pasaban horas y horas enganchados a la pantalla. Además, lo podrán jugar en cualquier lugar y momento que les apetezca. Siempre es de agradecer.
Por otra parte, tengo que confesar que, pese a la popularidad que tuvieron las versiones móviles de los juegos de Nintendo, no fueron de mi completo agrado. Pongamos por ejemplo Animal Crossing: Pocket Camp. Cuando me enteré de que iban a sacar una versión en la que podía jugar en mi smartphone, estaba expectante por probarla. Sin embargo, toda mi emoción se fue esfumando poco a poco a medida que iba jugando. No estoy diciendo que el juego sea malo, tan solo que me lo esperaba más parecido al título al que estaba acostumbrada a jugar con mi Nintendo DSi. Considero que, con la adaptación para móviles, se perdió gran parte de la esencia de Animal Crossing.
Otro aspecto que me hace tener dudas sobre esta incursión de Sony en el mundo de los smartphones es el tamaño de la plataforma de juego. Si se piensa bien, hay algunos móviles de hoy en día que son del mismo tamaño o incluso más grandes que la pantalla de Switch. Por lo tanto, no resulta muy diferente visualmente jugar en uno o en otro. Por eso mismo, teniendo en cuenta que los juegos de PlayStation se disfrutan con una pantalla de tele (ya sea más o menos pequeña), no me convence mucho la idea de ver a un Nathan Drake chiquito. Considero que el cambio del tamaño de la pantalla en este caso es considerable y que la experiencia puede verse afectada si se juga en la consola como en el smartphone, más aún si estás acostumbrado a disfrutarlo de una manera determinada – imaginaos disfrutar de Loop Hero en cinco pulgadas -. Aún así, entiendo que esto siempre es algo a tener en cuenta durante los procesos de adaptación.
A pesar de todas mis dudas, está claro que aún es pronto para sacar conclusiones sobre que camino seguirá Sony y tendremos que esperar para ver que tiene en mente el futuro nuevo miembro de la compañía sobre los nuevos juegos para smartphones.