Al menos, de momento
Los meses previos a la llegada de nuevas consolas siempre vienen acompañados de nervios y escepticismo. ¿Cumplirá la novedad con las expectativas proyectadas? ¿Merecerá la pena dar el salto de inmediato? ¿Que ocurrirá si no lo hago, seguiré recibiendo títulos? Siempre hay cierto punto traumático con estos movimientos, pero si por algo se han caracterizado las compañías japonesas del sector es por no abandonar (del todo) a sus consolas más veteranas a las primeras de cambio, siendo tal vez Wii U y PS Vita las únicas excepciones, aunque en estos casos no fue ni siquiera necesario llegar al final de su ciclo comercial para que fueran dejadas de lado. Y ante la llegada de PlayStation 5, Sony ha querido recalcar de forma explícita que seguirán dando soporte a su consola actual, tratando de eliminar el miedo a aquellos posibles compradores que estén dudando entre comprar presente, o futuro.
En primer lugar, el movimiento es cuanto menos coherente, dada la apuesta que por fin ha tomado Sony por la retrocompatibilidad, y es que invertir en el presente es también invertir en el futuro, buscando que la tasa de compatibilidad de la biblioteca inicial sea lo más alta posible, saliendo incluso Jim Ryan a dar cifras, para poder compararse en cierta medida con Microsoft, que anunció desde el primer momento que Xbox Series X será compatible con todos los títulos que ya funcionan en Xbox One (que implica casi la totalidad del catálogo histórico, desde la primera Xbox), mientras que en el caso de Sony parece que se limitará a su última incursión en la industria, algo también comprensible dados los cambios de arquitectura a nivel de hardware.
Y aunque es un número que puede sonar a abultado, sin saber cuales son los títulos que entran en esta categoría, es más bien humo vacío, pero si que hay otro detalle que deja ver la importancia de PlayStation 4 para Sony, y es que todos los títulos que, a partir del 13 de junio, deseen ser publicados en la plataforma, deben ser también compatibles con la sucesora. Más allá de que la fecha parece fijada de forma total y absolutamente arbitraria para que The Last of Us Parte II o Ghost of Tsushima (aunque sean publicados por la propia Sony, pero es una forma de evitar polémicas innecesarias) entren en el juego, es un buen requisito al menos a la hora de promocionarse, y puede suponer también un impulso a la llegada de kits de desarrollo a estudios alrededor de todo el mundo.
Seguramente según se vaya acercando la fecha en la que PlayStation 5 llegue a la tiendas se liberará más información, pero desde luego esta situación es el perfecto reflejo de que la competencia entre consolas beneficia al conjunto de los consumidores, pues probablemente si la retrocompatibilidad no hubiera tenido éxito no se hubiera impulsado. Y que, igual que lleva haciendo años Nintendo con, primero Nintendo DS y posteriormente con Nintendo 3DS, seguir apoyando en materia de publicación de juegos, mantenimiento de servicios y lanzamiento de actualizaciones, si bien puede que no reporte beneficio económico alguno, siempre ayuda a fidelizar usuarios y que estos se planteen dar el salto en algún momento. Eso sí, como antes he comentado, para esto también tienen que tener éxito, al menos moderado, en su vida útil, para no ser borrados del imaginario colectivo como Wii U o PlayStation Vita.