Shawn Layden y su postura a los años venideros
En una reciente entrevista a Shawn Layden, jefe de los 13 estudios de desarrollo de Sony en Estados Unidos, el directivo anunció que la empresa nipona quiere evitar desastres tales como Fallout 76 y oportunidades perdidas como Battlefield V, ambos títulos que sufrieron tanto en ventas como en recepción tanto por parte de la crítica como por el público por la, según Shawn Layden, falta de tiempo de desarrollo. Es por esto que Sony desea tomarse su tiempo con el desarrollo de sus títulos exclusivos -entre los cuales se encuentran The Last of Us 2, Ghost of Tsushima, entre otros- para que, una vez disponibles, sea aprovechando toda la tecnología disponible y alcanzando un nivel de calidad lo más alto posible.
Shawn Layden menciona a Internet como uno de los mayores obstáculos en cara al desarrollo de los proyectos; haciendo que los jugadores sean cada vez más exigentes. En el caso de Battlefield V, por ejemplo, el haber salido a la venta sin un modo battle royale le terminó pasando factura. Otro obstáculo es el hecho que varios analistas han estimado que las ganancias en el mundo de los videojuegos -mercado que, a estas alturas, ha superado incluso a Hollywood– se han ido estancando desde el año pasado y que dicho decrecimiento seguirá hasta el año 2020, siendo China uno de los responsables con su restricción a la publicación de videojuegos. Un buen ejemplo de esta recesión es la propia Sony, considerando que el año pasado lideró en ventas de consolas y aún así apenas si creció economicamente. Layden, sin querer hablar sobre la posibilidad de una nueva consola sí mencionó que piensa que las tecnologías de streaming no vendrán a reemplazar las consolas de sobremesa hasta dentro de varios años, dependiendo de lo que demoren en ser aceptadas por las grandes masas. También mencionó que Sony está planeando comprar otras desarrolladoras para expandir los tipos de juegos que hacen, tal y como ha hecho Microsoft con otros tantas empresas.
Medidas comedidas frente a altas expectativas
Si bien siempre se agradecerá que las desarrolladoras tengan la mentalidad puesta en querer completar los juegos antes de lanzarlos al mercado -y sí, esto suena como algo obvio, pero visto lo visto éste último tiempo, ver un juego completo apenas sale a la venta se está convirtiendo poco a poco en algo menos común-, también hay que reconocer que Sony se ha apresurado bastante con los anuncios de sus títulos exclusivos antes, siendo un claro ejemplo The Last Guardian y otros más recientes como The Last of Us Part 2 que llevan mucho tiempo rondando en el aire sin tener una fecha estimada de salida siquiera. Esto va en contraposición a la actitud más calmada y mesurada que está adoptando Sony ahora, cancelando la PlayStation Experience del año pasado y anunciando su salida de la E3 de este año, son algunos de los ejemplos de esto.
Creo que en el mediano plazo -siendo más precisos, durante este año- este cambio tan drástico de mentalidad le pasará factura a la gigante japonesa, con algunos de sus mayores títulos anunciados sin una fecha de salida y su resistencia a abrirse a nuevas opciones -más allá de los exclusivos- como el Cross Play o servicios que incentiven a sus usuarios. En este punto, es cuando Sony ya debería tener un as bajo la manga. Es casi indiscutible que su servicio premium PlayStation Plus lleva una racha más o menos considerable de meses sin grandes títulos gratuitos para sus suscriptores y, añadiendo que ya en marzo dejarán de entregar juegos tanto para PlayStation 3 y PlayStation Vita, se vuelve inevitable pensar en que pronto se volverá en una opción poco llamativa y que sólo atraiga a quienes deseen jugar juegos online que requieran dicha suscripción.
Siempre he sido un fiel seguidor de las consolas PlayStation, teniendo todas las ediciones de sobremesa desde la era 32 bits hasta la actualidad. Pero eso no evita que deba ser crítico con Sony y admitir que ha ido perdiendo terreno en este último tiempo con oportunidades perdidas como PlayStation 4 Pro, que guste más o guste menos, es inferior a su contraparte de Microsoft, Xbox One X; su falta de retrocompatibilidad, su cierre inicial al Cross Play, entre otros. Si bien el año pasado Sony se salvó gracias a grandes títulos exclusivos como God of War y Marvel’s Spiderman, no puede depender sólo de esto para mantener fiel a su fanaticada, sobre todo con la ausencia de fechas de lanzamiento de algunos títulos y el anuncio de otros nuevos; se podría esperar a que este será un año difícil para la gigante nipona si no ofrece algo más.