Para lo que se echaron una siesta demasiado larga

Sí, efectivamente, ya estamos en un nuevo año. Atrás dejamos penurias y lamentos para resurgir aún más fuertes (o al menos mantenernos en la línea). 365 días dan para lo que dan, y si os habéis dejado algo en el tintero o no podéis esperar a los títulos que están por llegar, os hemos hecho una lista de joyitas que o han pasado desapercibidas o no se les ha dado el bombo que creemos que merecen. Por supuesto, dejadnos vuestras recomendaciones más abajo, que nosotros también tenemos algo de mono.

Jaime Llanos: Interstate 35

Era inevitable que Interstate 35 fuese mi elección a sleeper de 2024 por dos razones: el hecho de que una novela visual experimental de corta duración haya salido a mediados de noviembre a manos de un estudio nuevo le haría casi imposible alcanzar un público lo suficientemente alto hasta fines de año para no ser considerado un sleeper y segundo y más importante, que una novela visual experimental de corta duración es tan mi mierda que, estando bien ejecutada, ya tenía una oportunidad altísima de estar en mi top del año. Como crítico avant garde –o mejor dicho petulante de mierda (o aún mejor, puesto en chilensis, un hueón pasao a caca) – que soy, mis juegos favoritos del año suelen ser estar fuera del radar de lo masivo, así que el premio de sleeper suele ser para mi segundo juego favorito del año, que muchas veces mi GOTY también puede ser considerado como tal. E Interstate 35 no sería un mal contendiente a GOTY en cualquier año que no fuese uno en que no hubiera salido un juego del calibre de 1000xResist.

Y es que Interstate 35, de Radiant Array, es una novela visual de unos sesenta minutos que se enfoca en un trío de jóvenes y el cómo se ganan la vida en una Texas post apocalíptica, donde ha caído una bomba nuclear. Poco se sabe del resto del mundo y la verdad es que no importa; en palabras de Lori, una –y la más basada– de los protagonistas, ¿es siquiera un apocalipsis sólo porque por fin les ha pasado a ellos (los estadounidenses)?

Mucho más allá de usar este escenario distópico para explorar un mundo sin ley o sobre el eterno cliché de que los verdaderos monstruos somos los humanos, Interstate 35 mira hacia el interior de los individuos y el cómo han de continuar con sus vidas a pesar de todo, el cómo han de seguir pagando renta, porque ni las cucarachas ni el capitalismo mueren ni con la peor de las radiaciones, al parecer, y, quizás lo más triste de todo, el cómo intercambian su esperanza de vida por vivir el día a día. Todo esto mientras sin recurrir al melodrama fácil ni a forzar empatía alguna en los personajes –te miro a ti, sionista cuyo nombre no diré–; sino más bien, como en la vida misma, nada nunca se detiene para nadie y nos toca seguir adelante.

Charlie Sánchez: Lorelei and the Laser Eyes

A día de hoy, como jugador pero sobre todo como periodista, hay muy pocos estudios en los que deposite mi confianza. Tengo mis fetiches y mis preferencias, por supuesto, pero por muy pocas desarrolladoras pondría la mano en el fuego, especialmente después de que Cyberpunk 2077 prendiese toda la casa. Simogo es una de ellas. Después de sorprender a propios y extraños con Sayonara Wild Hearts (para mí, un amor a primera vista, y desde entonces uno de mis juegos favoritos), no os podéis ni imaginar cuánto confiaba en que su siguiente aventura sería una obra maestra atemporal. Y vaya si lo ha sido.

Lorelei and the Laser Eyes es, a juicio personal, el mejor juego que nos ha regalado este 2024. Su estética, absolutamente exquisita, es tan solo la carta de presentación de una aventura magnética, desafiante, visceral, minimalista y con una curva de aprendizaje enfermizamente buena, que logra aportar algo nuevo y genuinamente bueno a un género de nicho pero con infinito potencial. Larga vida al puzle. Larga vida a Simogo.

lorelei and the laser eyes

Juan Pablo Corella: Nintendo Alarmo

Perdón.

Manuel Casal: Mullet MadJack

Mullet Madjack recortadaPensar en un sleeper del año no es tarea fácil. Muchísimos juegos pasan desapercibidos (y yo, además, no puedo probarlos todos). Después de valorar opciones, me quedo con Mullet MadJack y su acción frenética. Cuando pensamos en juegos para “desconectar” normalmente valoramos opciones como Stardew Valley o títulos en los que gestionar cosas poco a poco. Pero esos títulos, a menudo, contienen una serie de tareas que nos proponen un ritmo organizativo bastante bestia y, al final, no dista tanto de gestionar nuestra vida diaria. No, yo cuando pienso en desconectar prefiero no pensar demasiado. Prefiero coger una escopeta y dedicar mi tiempo libre a eliminar (robo)millonarios al ritmo del synthwave a todo volumen. Si os mola el rollito ochentero-noventero del anime y Doom os parece medianamente divertido, esperad a disparar vuestros niveles de adrenalina con la velocidad que Mullet MadJack propone para sus pantallas.

Javi M. García: The Thaumaturge

Por si no quedaba claro con mi elección para GOTY de este año, me pueden las aventuras RPG basadas en un núcleo de sistemas conversacionales y de toma de decisiones. Y si a eso le añades un aliño de fantasía, folclore y/o terror, me tienes ganado de antemano. The Thaumaturge es una aventura desarrollada por Fools Theory, y en él han trabajado algunos veteranos de CD Projekt Red, por lo que la inclinación hacia el rol con guiones de altura era de esperar. La aventura nos propone una versión alternativa de la Polonia de principios del siglo XX, bajo el dominio del imperio ruso. En esta reimaginación entran en juego los taumaturgos, una suerte de hechiceros capaces de percibir y manipular las huellas emocionales de la gente, y a los demonios atraídas por ellas.

Esta idea sirve de base tanto para el combate y la magia, como para sustentar un sistema de conversaciones que bascula sobre tres ejes: la moralidad del personaje, el conocimiento de casa situación y la capacidad de manipulación de cada emoción humana. The Thaumaturge puede resultar un poco tosco o anticuado en lo mecánico, y su combate no brilla por su espectacularidad, sin embargo, la reimaginación del folclore y la superstición que crea, así como su guion, dan de sobra para confirmas una aventura magnética e inmersiva como pocas.

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