Perdido en el camino
Uno de los detalles más decidores del Silent Hill 2 original, y del que poquísimo se ha hablado a pesar de lo manoseado que está el juego entre críticos y video ensayistas —hasta el punto en que la situación en sí misma se ha vuelto un meme—, se encuentra presente en la escena introductoria de Angela en el cementerio a la entrada de Silent Hill. En esta conversación incómoda y alienada que mantienen ambos personajes, James le menciona a la joven de diecinueve años que está buscando a alguien… alguien muy importante para él. Se lleva la mano a la cara, contrariado, como tratando de recordar a quién específicamente — lo cual resulta inconcebible, pues tan sólo hacía un par minutos, cuando nuestro protagonista llegó al pueblo y se detuvo un momento a contemplar uno de los mayores atractivos turísticos de la zona como es el Lago Toluca, volvió a pensar una vez más en la carta que le había llegado inexplicablemente de parte de su difunta esposa. En esta, le explicaba que lo esperaba en el pueblo de Silent Hill, lo que lo llevó a pensar, por enésima vez, en cómo la vida se la había arrancado de las manos a través de “aquella maldita enfermedad” hacía tres años atrás.
Sin embargo, llegado a ese punto no puede evitar ser vago al explicarle a Angela a quién se refiere exactamente. Y no es por querer mantener las distancias, pues no tiene reparos en decirle a una completa extraña algo tan personal como el hecho de que no le importa qué le ocurra a él mismo después de ser advertido por la joven de que el pueblo es peligroso; una clarísima alusión a los elementos de autocuidado y salud mental a los que se harán referencias de variada claridad más adelante durante la aventura. Tampoco falla en recordar que daría todo por estar con ella de nuevo. Y aún así, las palabras “Mary” o “esposa” son incapaces de venir a su mente.
En la versión de Bloober Team, sin embargo, aparte de que la conversación fluye con mucha más naturalidad, de que Angela ya no luce avejentada ni habla de forma teatral ni James parece recién sacado de una nave alienígena, éste no especifica que busca a su esposa porque no logra recordar quién es a quien busca, sino porque decide no hacerlo.
Esta diferenciación es clave —y más adelante explicaré en detalle el porqué— y si existiese esta diferencia sólo en esta escena sería el primero en admitir que estoy siendo quisquilloso porque el Silent Hill 2 original es intocable para mí y que ningún remake que hiciesen me satisfaría, y esto lo admito de antemano. Pero Bloober decidió hacer un remake shot por shot en cuanto a la historia se refiere; un remake más tipo Funny Games de Michael Haneke que Scarface de Brian De Palma, así que las comparaciones no sólo son inevitables, sino que están garantizadas.
-
Crítica-monográfico ‘Silent Hill 2 Remake’
Próximamente: VOL. II La muerte del autor