"No se aceptan devoluciones"
Tras conocer la fecha de lanzamiento de Shenmue III, confirmada durante el nuevo tráiler en el PC Gaming Show del E3, para el 27 de agosto de 2019. Se conocía también que saldría para PlayStation 4 y PC, siendo esta última en Epic Games Store de forma exclusiva tal como ha anunciado recientemente Ys Net, uno de los desarrolladores, en la web de Kickstarter. Esta decisión no ha gustado a algunos fans que habían financiado el juego en Kickstarter pensando que estaría disponible en Steam. Ys Net ha confirmado que tampoco habría devolución del dinero por este motivo. Algo que ha agravado la situación y ha generado una sonora polémica en foros y redes sociales. Podéis ver el tráiler del E3 a continuación:
Recordemos que este juego salió en Kickstarter con más de 6 millones de dólares de financiación colectiva y originalmente se otorgaba una copia para PS4 o una clave en digital para PC. Ninguna de las recompensas posteriores especificaba una copia en digital para Steam pero como dicha campaña fue anterior al lanzamiento de Epic Games Store, se suponía dicha concesión. La entrada de Epic Games Store y los esfuerzos por sumar nuevo contenido al juego hicieron declinar a Deep Silver por esta nueva plataforma que les otorga mayor rentabilidad. A pesar de todo, muchos jugadores se han mostrado disconformes y han pedido la devolución del dinero aportado. Deep Silver justifica la no devolución de la siguiente forma: “El lanzamiento estuvo planeado antes para la distribución de Steam, sin embargo se ha decidido después de muchas conversaciones junto a Deep Silver que Epic Games Store sería la mejor opción de distribución”. No obstante, Deep Silver lamenta esa decisión sin llegar a la devolución: “Lamentamos este repentino cambio en la plataforma, no obstante, el reembolso no se concederá por este cambio“.
Cuestión legal y cuestión de honor
El cambio puede parecer nada significativo y poco molesto, ya que sólo haría falta instalar otro launcher y ya podría jugarse a Shenmue III en las mismas condiciones que en Steam. Como siempre, esta cuestión tiene un trasfondo interesante detrás y aguarda implicaciones legales más trascendentales de lo que podríamos imaginar. Si cualquiera de nosotros comprase la entrada de un concierto para un día libre asignado y de repente, se cambiara la fecha del concierto a un día en el que no se pudiera acudir, debería ser posible reembolsar las entradas por una pésima organización. Distinto sería que a nosotros nos surgiera algo que nos imposibilite ir en cuyo caso tocaría revender la entrada o regalarsela a alguien. En términos digitales, sería muy parecido a posponer un concierto y en ese sentido, existe el derecho a reclamar.
El carácter ambiguo que se extrae de la propiedad del software a veces se malinterpreta – o no se le da misma importancia que a un objeto material.
Esto trae verdaderos quebraderos de cabeza para los legisladores y expertos en leyes para adaptar las leyes a los nuevos tiempos. Pero en este caso, resulta sencillo ante cualquier asociación de defensa del consumidor al que si acudimos por esta situación posiblemente lo definan como una conducta abusiva. Entre las claúsulas de la UE se podría reclamar por incumplimiento de lo pactado (ante lo que Deep Silver puede argumentar que no especificaba que la copia digital en PC fuera en Steam) o por elusión de responsabilidad no siendo conveniente para Deep Silver lanzar el videojuego en Steam. Una reclamación grupal ante las autoridades y estamentos correspondientes debería ser suficiente para que Deep Silver rectificara dicha decisión y esta no pudiera servir de precedentes para futuros abusos con campañas de Kickstarter u otros formatos de financiación colectiva. En mi opinión, ante este tipo de financiación debería agravarse puesto que se está abusando de una confianza por adelantado del consumidor quién ya ha depositado su dinero y quién aguarda pacientemente a tener el producto en sus manos. Las campañas de Kickstarters deben tomarse si cabe con mayor rigurosidad y compromiso que cualquier producto, ya sea físico o digital, que podamos comprar de forma convencional.
Por otro lado, existe otra cuestión importante. Y es que afecta directamente a los jugadores de PC. Si algo caracteriza a esta comunidad es su obstinación por dotar a los videojuegos de la calidad y excelencia que como medio cultural y de ocio merecen. Gracias a este deber propio, parecido al honor, los jugadores de PC han conseguido por ejemplo que el online de pago nunca llegase a PC o que los mods de pago no arraigasen en videojuegos engrandecidos por su comunidad. Esta clase de honor de la que muy pocas veces se ha hablado, incluso ha sido menospreciada o exacerbada hacia lo caricaturesco bajo la etiqueta del hardcode gamer o el apoderamiento de movimientos sociales reaccionarios, elitistas y excluyentes, no ejemplifica ni representa a la mayoría de jugadores que construye con el PC sus propios arquetipos de videojuegos, fomentan la cooperación entre jugadores (ya sea in-game o en foros) o incluso contribuyen a mejorar los videojuegos que ya conocemos. Estas características que pueden realizarse en un PC por comodidad y facilidad son muy poco apreciadas por las compañías pero en cierta medida es lo que mantiene vivo un videojuego con el paso de los años, incluso de las décadas. Por ello me parece un derecho merecido que quede algún reducto a todas estas prácticas abusivas pese a que cada vez haya menos jugadores de PC. Ante todo, esta actitud que genera desconfianza no solo es perjudicial para los jugadores sino para futuros e interesantes proyectos que necesiten de campañas de Kickstarters para salir adelante. Por lo que es necesario que haya alguna consecuencia perceptible para que quede constancia de que no debería repetirse.