Semblance

Un pequeñajo moldeable

Esta vez no vengo a hablaros sobre disparos, deportes o guerreros que una vez más salvan el planeta de un macro-desastre. Esta vez toca hablar de dos dimensiones, de colores relajantes y de un monigote bastante peculiar, al cual tendremos que ayudar a superar diferentes rompecabezas con tal de purificar los diferentes árboles que se encuentran infectados por un peligroso virus.

Semblance es un juego de plataformas con rompecabezas que mezcla bastante bien la sensación de estar jugando a la ligera, pero en realidad preocupándonos por el desafío que muchas veces nos lanza el juego. No sé si me explico de formas comprensible, pero todo depende de la forma en la que veamos las cosas, ya que eso es también lo que el juego quiere que hagamos.

No es el argumento, es la jugabilidad

Semblance no está dotado de gran argumento con complicadas misiones principales y secundarias, que tienen una gran repercusión en el transcurro del juego. En éste caso, los creadores simplemente nos han proporcionado una pequeña introducción que muestra, como una especie de virus-cristal, entra en el interior de un árbol que parece ser nuestra casa o alguna especie de centro de toda esa población de monigotes y una vez ese virus se encuentra dentro de ese árbol, todo el mundo comienza a cristalizarse, comenzando por personajes que se ven de fondo, acabando en todas las plataformas que forman nuestra ‘casa’. Y una vez pasa eso, dos extraños orbes bajan de la nada y junto con un trozo de suelo, forman al protagonista que manejamos en el juego.

Pequeño pero matón

El juego básicamente se trata de ir moviendo y deformando diferentes trozos de los niveles para conseguir, o un orbe para abrir una puerta de raíces, o dependiendo del nivel, varias esferas que nos servirán para liberar un árbol del parásito verde. Para conseguir esos objetos, nuestro héroe dispondrá de ciertas habilidades como la capacidad de devolver a su estado original las partes interactuables que hemos deformado accidentalmente, por ejemplo. También tendremos un impulso que podremos utilizar para saltar más alto o desplazarnos horizontalmente por el nivel. Lo bueno de haber sido creado de un trozo de materia moldeable es que nuestro protagonista también es capaz de transformar su cuerpo en un una forma vertical fina u horizontal aplanada, para pasar por las diferentes partes de los rompecabezas.

No todo son paredes y plataformas de material moldeable. Hay muchos objetos que dificultan la finalización de un nivel.

Lo cierto es que el juego no presenta complicaciones notables, aunque si que a veces los rompecabezas son todo un desafío el cual te hará dudar, de si realmente es tan complicado un nivel o si se trata de un error. De hecho una vez tuve que cerrar el juego por la rabia que me dio cierto tramo de un nivel, estaba tan desesperado que incluso se me había pasado por la cabeza compartirle mi pantalla a un amigo para que viera el panorama y me echara una mano. Pero finalmente conseguí pasarlo al día siguiente estando más calmado.

También existen diferentes tipos de láseres, hay unos que nos matan cuando entramos en contacto con éstos, otros que al tocar una plataforma deformada, la devuelven a su estado original y otros diferentes que cambian nuestro estado al original, si habíamos cambiado de forma antes.

A lo largo de los tres primeros niveles, vamos liberando árboles pequeños que están dentro de otros árboles, pero mucho más grandes. En total hay cinco árboles por cada uno grande, lo cual nos da quince en total. El último nivel es una especie de desenlace donde ya no tendremos que buscar orbes para finalizar un nivel, sino que será una serie de plataformas medianamente complicadas, que nos llevan al virus verde que parece ser la escoria que infectó todos los árboles del juego. Ahí una vez junto a él, con solo saltarle encima aparecerán animaciones que muestran como todo vuelve a la normalidad, y se acaba el juego.

Minimalismo al poder

Los sonidos y la música del juego son de una calidad aceptable, aunque una vez superas las primeras horas empiezan a entrarte ganas de silenciar el juego y poner Spotify. Los efectos de sonido que se escuchan cuando morimos o utilizamos poderes acaban aburriendo, ya que es algo que ocurre continuamente a lo largo de la partida. Y la banda sonora no es que sea demasiado variada o compleja, ya que hay varias pistas musicales, pero por sus estructuras todas se parecen, se podría decir que no hay producción perfecta que le guste a todo el mundo.

Y ya acercándonos al final de éste análisis, debo mencionar unos puntos del apartado visual. El diseño de los escenarios en dos dimensiones, que dan la sensación de estar jugando en un primer plano con paisaje de fondo, es una característica que juega muy bien con el jugador y su percepción visual. Da la sensación de estar en un ambiente vivo y dinámico lo cual hace que no uno no se aburra tan rápido del diseño de los niveles. No hay animaciones o diseños complejos, más bien todo son vectores de colores uniformes, sin degradados o tramas. Por lo tanto el juego se ve simple pero a la vez complicado y es algo positivo a mi parecer.

Un videojuego para los amantes de los rompecabezas más asequibles

Semblance es un videojuego que vale la pena adquirir, especialmente si te gustan los rompecabezas que no ofrecen demasiadas complicaciones, pero que, aun así, no se alejan del propósito real de un título de ese tipo; el hecho de calentarse la cabeza. Con entretenidos gráficos de estilo minimalista, compensa el nulo argumento del juego el cual tampoco es de demasiada importancia cuando se trata de un juego donde te pasarás más tiempo pensando en como pasarte un nivel, que en cómo acabará la historia.

Este análisis se ha realizado con una copia del juego para Steam cedida por Good Shepherd Entertainment.