Una vuelta triunfal
En muchas ocasiones cuesta encontrarse con aquellas obras que logran calar bien hondo, que redefinen tu concepción de un género completo, transformándose en la clara definición del mismo, un hito al alcance de solo unos pocos que, ya sea por innovación o por trabajo y pulimento se han labrado un nombre a la altura. Como es de esperar, en pocas ocasiones me he topado con ese tipo de obras, y casi que lo prefiero, pues la perfección es inexistente, y tener trabajos que se acercan a esos niveles puede llegar a provocar expectativas injustas en muchos casos, y desproporcionadas en otros. Aun así, me alegro enormemente cuando me topo de frente con juegos que los siento de esta manera, que han sabido trabajar desde la base un concepto y llevarlo hasta niveles que difícilmente te podrías llegar a esperar, sobre todo si encima sus valores de producción no son tan excesivos como ocurre en la inmensa mayoría de las grandes producciones. Estas pequeñas gemas existen, y claro que pueden ser opiniones personales, de hecho, lo son, y no existe una verdad que esté por encima de otra en estos temas. Es por ello que, cuando empezamos y disfrutamos de un juego así, sentimos un enlace casi directo, creado fácilmente desde el principio, que nos ata y no nos deja salir hasta que hemos exprimido todo aquello que nos puede ofrecer, y esto es lo que he sentido con Rogue Legacy 2.
Puedo decir con seguridad que el esfuerzo puesto en Rogue Legacy 2 difícilmente lo podemos encontrar en cualquier otro título. Frente a las opiniones de que “todas las secuelas son malas” o “peores que la entrega original”, quiero dejar claro, desde el principio, que choco frontalmente con esta línea de pensamiento, solo dispuesta a criticar sin intentar ver las bondades que pueden ofrecerse, aunque en alguna que otra ocasión la razón esté de su lado. Reutilizar un método de trabajo para crear un producto similar que sea secuela directa de una obra anterior, en ocasiones, puede alzar la ceja más de uno, que llegan a intuir un intento por sacar dinero fácil sabiendo cómo se hace el mismo, pues con anterioridad encontraron el camino, y sin intentar aportar algo nuevo, recae en los tópicos de siempre.
Pero esto no tiene por qué ser así, ni de lejos, y lo que encontramos en este Rogue Legacy 2 va más allá de todo lo que pudiese aportar su primera entrega, lanzada hace ya más de nueve años. Las limitaciones tanto de los motores como del propio equipo, que se lanzaba al mercado con un globo sonda, ahora son solo historia, unos muros derribados a causa del torrente que simboliza esta nueva entrega. La cantidad de todo, sí, TODO, no ha hecho más que aumentar: nuevas clases, nuevos biomas, secretos, poderes, runas, enemigos, jefes, etc etc. No se podrían enumerar todas las nuevas adiciones a una secuela que, más allá de sentirse un simple número que es la única referencia para identificar entregas, sabe adquirir identidad propia y mostrarnos todo lo que ha aprendido tanto de aquello que le precedió como el entorno que ha existido en la industria desde ese lanzamiento en 2013, tomando nota y poniéndolo en práctica.
Querría intentar expresar con palabras todo lo que he podido ver en este juego, pero sería casi imposible, y pondría la mano en el fuego afirmando que, todo amante de los roguelite encontrará en esta entrega un juego redondo en todos los sentidos. Cabría esperar que con todo el contenido que se ofrece desde el principio, uno se vería avasallado por los incontables objetos, o runas, o mismamente características de los personajes, pero el buen hacer del estudio limita todo esto a cada run, sin tener que preocuparnos por las casi infinitas posibilidades existentes en los primeros compases del juego, momentos en los que iremos aprendiendo a movernos por el entorno y descubriendo poco a poco la historia del lugar, ya que solo podremos avanzar en esta si repetimos varias runs distintas en el mismo bioma. Obviamente no diré que es un juego que se hace imposible pasarse en el primer intento, pues vendrá un no hiter a demostrar que estaba rotundamente equivocado, pero sí que es cierto que las primeras horas nos toparemos de frente con un muro que, más allá de verse imbatible, se siente como un obstáculo que tras adquirir la práctica necesaria podremos solventar fácilmente.
No todo va a ser un camino de rosas, en más de una ocasión, tras haber derrotado al jefe de la zona, iremos felices y con ganas a descubrir el siguiente destino de nuestra aventura, todo para descubrir más trampas y enemigos cambiados o diferentes respecto a los que nos habíamos enfrentado con anterioridad, y tendremos que bajar de nuevo al barro a luchar por nuestra vida una vez más, y si no pues ya lo hará nuestro descendiente. Esta mecánica mediante la cual, una vez muertos, nuestro descendiente tomará nuestro papel e intentará desterrar el mal que ha anidado en estas tierras, se ha llevado a límites insospechados, otorgando a cada run un componente aleatorio e incitando a descubrir características, tanto buenas como malas, de aquellas personas que saltarán a la lucha. Quién sabe, podemos encontrarnos desde el bardo más delicado que destroza todo por donde pasa, hasta el pistolero solitario que quiere ser el centro de atención, apagando toda la escena excepto nuestro personaje y los enemigos. Mientras que las buenas características pueden tener ventajas a la hora de enfrentarnos a la mazmorra, si las características son negativas, quién sabe, puede ser vegano y que no consuma objetos de salud al estar hechos de carne, obtendremos un mayor oro, con el que podremos mejorar el equipo de nuestros personajes o mismamente aumentaremos de tamaño la mansión familiar, aumentando estadísticas base y desbloqueando nuevas clases para futuras runs.
Todo lo que un aficionado puede desear, pero también una puerta de entrada magnífica
No recomendar Rogue Legacy 2 me resulta imposible en todos los contextos. Con que te guste el género, te apetezca entrar en un roguelite con un pequeño toque metroidvania, donde desbloquearemos nuevas habilidades y recorreremos cada vez más rápidos los diferentes escenarios, te maravillará, y te invito a que le des una oportunidad. Me alegra enormemente ver que ha tenido una tremenda acogida, y todas aquellas personas que he visto jugando lo han disfrutado de cabo a rabo, y yo me sumo a esa ola. Todo es redondo, todo está pulido, todo está pensado y trabajado hasta la saciedad, dando como resultado un producto enormemente gratificante de jugar elaborado con mimo y cuidado desde su Early Access. Entretenido y adictivo en su justa manera, dando pie a una partida más, y otra, y otra, pero sin llegar a sobrecargarnos, dejándonos con ganas de volver y ver qué nos encontramos, cómo nos la juega nuestra suerte, pero sobre todo cómo salimos adelante y avanzamos un poquito más conforme aprendemos de nuestros errores.
Rogue Legacy 2 es todo lo que un aficionado a estos juegos busca, pero también es una puerta de entrada magnífica para aquellas personas que quieran adentrarse a este género, pues no causa esa sensación de querer echar horas infinitas, pero el gusanillo existe. Es por ello que, si estabas dudando respecto a darle un tiento, es tu momento, es la hora de lanzarnos a esta tierra extraña y, generación tras generación, construir la resistencia frente a un mundo de oscuridad.
Esta crítica se ha realizado con un código de descarga para Nintendo Switch cedido por Cellar Door Games