Tres años para evolucionar
Hace ya casi tres años desde la salida de No Man’s Sky. Un lanzamiento que se convirtió en el ejemplo ideal de cómo no hacer las cosas, de cómo romper a una comunidad que tenía las esperanzas puestas en título que prometía diferenciarse enormemente de todo lo que habíamos visto hasta ahora. Muchos estudios independientes lo han tenido como referencia para construir sus proyectos, evitando cometer los mismos errores que Hello Games, de los que hemos podido leer muchas críticas, aunque también elogios por el trabajo realizado a posteriori, que ha permitido que el juego sea más que competente. Con el batacazo inicial, el estudio comenzó a trabajar en el desarrollo que quedaba pendiente, algo que quizás sabían antes de sacarlo a la venta, pero no debería extrañarnos que estuvieran sometidos a presiones contractuales.
Pero, ¿qué tal está No Man’s Sky a día de hoy? Su principal problema era el conjunto de promesas vacías que se aseguraron durante su desarrollo, dando lugar a una salida accidentada, que ni siquiera estaba pulida a nivel técnico, haciéndolo casi injugable a pesar de poseer el equipo necesario. En mi caso, fui partícipe de los cientos de devoluciones durante los primeros días en Steam, dado que mi PC era incapaz de moverlo a pesar de cumplir los requisitos, algo inexcusable. Por si fuera poco, el juego no está pensado para un público impaciente. Pretende ser un viaje a lo largo y ancho de la galaxia, disfrutando de su estilo artístico y de su colorido paisaje, mientras nos centramos en la exploración, con ligerísimas trazas de combate. El aspecto de supervivencia le viene que ni pintado, pero dificulta el viaje, exigiendo al jugador una mayor dedicación. Aunque a día de hoy posee cierto contenido multijugador, no se concibe de la misma forma que otros survivals del mercado, por lo que el público de esos tampoco es el ideal. Para disfrutarlo al máximo, la exploración y la gestión de recursos, deben acompañarse de una paciencia colosal. No se trata de una aventura fugaz y puede llegar a aburrirnos si no lo tomamos como una odisea. Sorprende lo selecto que puede llegar a ser el usuario al que No Man’s Sky pretende contentar, teniendo en cuenta que es muy simple en algunas de sus dinámicas, como el vuelo, alejado enormemente de la complejidad que ofrece, por ejemplo, Elite: Dangerous.
Cuando jugué por primera vez pude experimentar la ausencia de contenido. La sensación fue similar a Subnautica antes de su lanzamiento, con la diferencia de que este era un Early Access y estaba justificado. Muchísimas mecánicas jugables han cambiado desde entonces, aunque el núcleo sea el mismo. Por poner un ejemplo, al comienzo éramos nosotros y nuestra nave, sin más. A base de actualizaciones se fueron añadiendo nuevas herramientas como la posibilidad de gestionar una flota o tener vehículos terrestres. El sistema de generación procedural también ha sido ampliamente modificado. Ahora los patrones tienen cierta lógica, a diferencia de los primeros días donde veíamos criaturas imposibles pululando por planetas excesivamente desequilibrados. Sin embargo, el concepto del viaje no ha cambiado demasiado. El Atlas, algo que no entendemos muy bien al inicio, nos guía en nuestro camino (el cual podemos rechazar si queremos explorar libremente). Nuestro objetivo parece ser acercarnos al centro de la galaxia, obtener los secretos del universo, entender cómo funciona todo y por qué no nos acordamos de nada al inicio de la aventura. El otro día hablé de Outer Wilds, que hace algo parecido, pero en un sistema jugable mucho más cerrado y “lógico”. En el caso de No Man’s Sky, la enormidad y la saturación juegan un papel importante a la hora de expandir los interrogantes por toda la galaxia. Por suerte, el uso de nuestro hiperturbo nos sirve para avanzar paso a paso, con la opción de movernos a través de portales a las zonas ya descubiertas facilitando la extracción de recursos, dado que los viajes no interestelares no son nada baratos. Si queremos avanzar más o directamente cambiar de zona en la galaxia, bastará con entrar en un agujero negro y saltar a miles de años luz de distancia, de forma aleatoria.
No Man’s Sky consiste en una aventura de expansión, de colonización y exploración. Ir estableciendo bases de avanzadilla, pero regresando a nuestra base principal para organizarnos y descansar, es algo interesante y divertido. Siempre podemos desplazar nuestra base a otro planeta y comenzar a vivir ahí, contratando personal y ampliándola. El combate, a pesar de las críticas que ha recibido por ello, queda en segundo plano. La ciencia y la investigación de lo desconocido priman sobre la acción pura. Por ello, nos centramos en sobrevivir lo máximo posible en condiciones ambientales hostiles, en cargar más equipamiento, en ampliar nuestra base, nuestras naves, pero no llama tanto la atención la potencia armamentística, aunque sí es importante para ciertas situaciones. Comerciar para conseguir recursos escasos o vender los nuestros es también una parte clave del título, sobre todo si queremos encargarnos de gestionar una flota de naves espaciales, que requieren gran cantidad de capital.
Hemos tenido mejoras que permiten la construcción de bases, otras para la gestión de flotas, para obtener vehículos terrestres y submarinos, permitiéndonos ahora interactuar con biomas sumergidos e incluso un multijugador real y mejoras gráficas, contenidos que no estaban en la salida del juego. Se trata de un conjunto de enormes actualizaciones gratuitas con las que Hello Games han intentado ganarse la redención del público, dando lugar a una obra muy decente y bastante divertida, sobre todo si nos interesa mínimamente la ambientación espacial. Tras este paseo por No Man’s Sky, que aún no ha concluido para mí, puedo afirmar que ahora sí merece la pena experimentar con él. Tras muchas conversaciones he llegado siempre a la misma conclusión: no debemos dejarnos llevar por promesas del desarrollo y es razonable esperar a la salida de un título antes de lanzarnos a comprarlo. Sobre todo, porque no sabemos las presiones a las que se está sometiendo el estudio y siempre existe la posibilidad de cumplir nuestras expectativas. Por suerte, Hello Games ha restaurado su credibilidad para futuros títulos, pero ha sido tras mucho esfuerzo y no siempre tiene por qué salir bien.