Lucas Pope demuestra con creces que el éxito de Papers, Please no fue fruto de la casualidad
Nunca me gustó Papers, Please. No niego que la culpa de ello no fuese completamente mía, pues creo que nunca me detuve lo suficiente a explorar esa Arstotzka repleta de dramas personales, tragedias y mensajes sociopolíticos que Lucas Pope, exempleado de Naughty Dog, diseñó para nosotros allá por 2013. De una forma y otra – mayormente, debido a su aparente altividad – nunca me atreví a entrar en ese mundo que tanto parecía pedir de mí, aunque ello no me ha dado la licencia para criticar o subestimar una obra que puede encontrarse con facilidad en cualquier lista de los mejores indies de la historia. Y dicho éxito, desde luego, ya no puede catalogarse como un golpe de suerte.
La mente de Pope es fascinante, digna de estudio. Siguiendo los pasos de otros grandes diseñadores como Jenova Chen, el desarrollador estadounidense trata de dar al jugador en todas sus obras el menor número de herramientas posible, forzando al usuario a descubrir todas las posibilidades que estas pueden ofrecerle. Aventuras contenidas, lineales, que sutilmente te destapan una trama reflexiva que, a ojos de cualquiera ajeno al medio, fácilmente podría ser tildada de vacua. Tomando estos principios como mandamientos, el pasado 18 de octubre aterrizaba en nuestros PC vía Steam Return of the Obra Dinn, una aventura de investigación que, con una llamativa estética retro 1-bit, puede coronarse, a falta de terminar el año, como el mejor sleeper de todo el 2018. Una suerte de Cluedo en primera persona donde todo parece tener un sentido, y donde cada una de nuestras posibles acciones parece haber sido estudiada meticulosamente por un Pope casi enfermizo que no ha dejado nada al azar.
El título, que nos lleva a 1808 para explorar la historia de un buque mercante que se creía desaparecido, lleva pudiendo ser jugado desde 2014, año en el que se distribuyó una versión gratuita muy temprana del desarrollo. Resulta curioso contemplar cómo desde entonces nada ha cambiado, pues el creativo al cargo ya sabía de antemano cómo iba a comenzar, cómo iba a avanzar y cómo iba a terminar la historia de cada uno de los sesenta marineros que componen la tripulación a investigar.
No obstante, creo relevante destacar una cosa antes de proseguir con el artículo: esto no es una review, pero sí una llamada de atención. Personalmente, aún no he llegado a explorar de primera mano todos los recovecos del Obra Dinn (lo cual, entiendo, me quitaría mucha credibilidad a la hora de desacreditar o de reconocer un trabajo como este), pero, mientras escribo estas líneas, solo pienso en volver allí, y creo que eso dice mucho de una propuesta que está arrasando tanto a nivel mediático como comercial. El videojuego cuenta, actualmente, con un 98% de reseñas positivas en Steam, y colegas de profesión como Fran Pinto (aka Pinjed) comentaron en sus respectivos análisis (cuya lectura os recomiendo encarecidamente) todo lo que hacía grande a la entrega.
Return of the Obra Dinn es una propuesta detectivesca que nadie debería de perderse por nada del mundo. Una prueba más de que el panorama independiente todavía tiene mucho que decir; de que los pequeños desarrolladores, con buenas ideas y mucho trabajo, en ocasiones son capaces de superar la arrogancia y los excesos propios de los triples A. Un título único que prescinde de malas prácticas para engancharnos, a través de una narrativa francamente cuidada y de unas mecánicas jugables muy bien pensadas, a una historia de misterio de la que no querremos escapar hasta llegar a la pantalla de créditos. Un esfuerzo por brindar un soplo de aire fresco al sector que, además, cuenta con un reducidísimo precio de salida, rondando los 15€. No os conozco; no sé nada sobre vuestros gustos, sobre vuestra forma de entender el medio o sobre vuestras capacidades para comprender obras de este calibre. No sé si merece vuestra compra, pero, desde luego, merece vuestra atención.