Explorando nuevos horizontes
El pasado mes de junio PlayStation 5 se presentó por todo lo alto con un evento que, en aproximadamente una hora, mostró una significativa cantidad de títulos prometedores para el futuro de los videojuegos. Muchos fueron los que llamaron la atención del público, pero si hay uno al cual le he seguido la pista con especial interés, ese es Resident Evil Village.
La octava entrega numerada de la franquicia más representativa del survival horror entró en el evento con un tráiler tan intrigante como inquietante, y que descolocó a más de uno debido a su atmósfera nunca antes vista en un título de terror. Village no se parecía a ninguna otra saga del pasado reciente, y sin dudas no parecía un Resident Evil. De hecho, y de no ser por las filtraciones que habían saltado a Internet en los meses anteriores a la conferencia, pondría la mano en el fuego a que nadie hubiese averiguado que se trataba de parte de esta franquicia. Y sin embargo… lo fue.
Con todas las novedades que han estado saliendo a la luz sobre Village, y sus inminentes noticias oficiales durante el mes de agosto, he estado pensando mucho en qué significa este videojuego para una de las sagas más icónicas de la industria – y también en cómo esta entrega parece, de nuevo, reinventar este icono. Cuando pensamos en Resident Evil, hay dos cosas que inevitablemente se nos vienen a la cabeza: Raccoon City y zombies. Tal es la leyenda de las tres primeras entregas de la saga que, para muchos, continúan siendo los videojuegos por antonomasia de la misma. Esto es, precisamente, lo que ha llevado a muchos a rechazar la propuesta de Village, desde su escenario hasta sus enemigos. Para muchos, la japonesa Biohazard es una saga de zombies. Y lo cierto es que… nada más lejos de la realidad.
Desde hace años, Resident Evil ha sabido reinventarse una y otra vez, ofreciendo distintos enfoques al género que ayudó a crear y experimentando con el mismo. Sin ir más lejos, Resident Evil 4, una de las entregas más queridas, dejaba de lado a los zombies y las cámaras fijas para ofrecer una experiencia de terror y acción que canalizaba la creatividad descontrolada de Shinji Mikami, creador de la franquicia y director del título. RE4 inició toda una escuela de videojuegos de disparos en tercera persona, que fue seguida dentro de la IP por los divisivos Resident Evil 5 y Resident Evil 6, y los spin-off de Revelations. Por supuesto, estos cambios dejaron descontento a más de uno, por lo que, recientemente, Capcom ha tenido que pararse a pensar en qué es lo que hace de esta una saga tan especial. Y es que la respuesta estaba, precisamente, en los primeros pasos de la misma: el terror.
El terror es lo que hace a la franquicia tan especial. Capcom tardó años en entenderlo; no se les puede culpar, pues un sector de la comunidad ni siquiera parece haberlo entendido todavía. Resident Evil nunca ha sido una saga de zombies: desde el primer título hemos tenido enemigos como los Hunter, los Licker, Mr. X o el archiconocido Némesis, y ninguno de ellos se asemeja ni por asomo a un muerto viviente. Por ello, el enfoque que Village parece ofrecer, con un plantel de enemigos en el que encontramos hombres lobo, vampiros y brujas, encaja a la perfección con la temática de la saga, a pesar de que se separe radicalmente del tipo de enemigos que la han estado poblando – algo que Resident Evil 7: Biohazard ya hacía, aunque a escala menor.
Es entendible que una parte de sus seguidores vean este nuevo Resident Evil como algo tan extraño y que, por tanto, lo rechacen. Pero con una saga tan ramificada como lo es esta, es imposible tener a todo el mundo contento: algunos sólo son fans de las entregas con controles de tanque y cámaras fijas; otros disfrutan exclusivamente de los RE más alocados y orientados a la acción; y otros han entrado en la saga gracias a las entregas más recientes y, por tanto, están expectantes respecto a los rumbos que puedan explorarse. Por otro lado, es indiscutible que los recientes remakes de Resident Evil 2 y Resident Evil 3, que son un canto a la vieja escuela del survival horror, han contribuido a que Village sea visto con ojos de sospecha al separarse de nuevo de la fórmula clásica. Sin embargo, creo que es una excelente noticia que Capcom esté tratando a esta franquicia con el suficiente mimo y cuidado como para aportar experiencias nostálgicas como estos remakes, sin por ello dejar de investigar nuevos terrenos a los que transportarse.
Village promete seguir la estela de Resident Evil 7 y ofrecer una experiencia terrorífica, que mezcla lo clásico con nuevas técnicas y logra sorprender a propios y ajenos a esta saga. Por ello, creo que muchos deberían lograr desprenderse de la idea de que Resident Evil es una saga de zombies, y aprender a abrazar los muchos horizontes que Capcom ha explorado y continuará explorando: hombres lobo, brujas, castillos y vampiros… todo tiene cabida en el universo de Resident Evil, y yo no puedo estar más emocionado por su futuro.