Las montañas (Arklay) de la locura
Este texto contiene spoilers de Resident Evil
Desde que se tuvo que cambiar el nombre de Biohazard (por motivos que varían según la fuente en la que se consulte), mucho se ha especulado sobre qué significa realmente Resident Evil. Para mí siempre fue Residencia Maligna, y tenía sentido dado que gran parte del primer juego ocurría dentro de una residencia en la que habitaban y habían ocurrido hechos malignos. Aunque esta traducción no es certera ya que resident no se traduce a residencia sino a residente. Pero entonces, ¿qué significa residente bajo este contexto? Hace un tiempo leí que la palabra resident en inglés puede ser un sustantivo a la vez que un adjetivo y que, usándose como en este último caso, el término resident evil tiene un significado que no solo hace mayor sentido dentro de la saga en general sino también en la visión general que tiene sobre el terror su autor original, Shinji Mikami. Si tomamos la palabra resident como adjetivo podemos traducir el título de la obra en cuestión como El mal que reside o bien El mal interior lo cual no solo aplica como “el mal que reside” en esta mansión, o esta comisaría, sino también dentro de cada persona involucrada dentro de los nefastos proyectos que llevó a cabo Umbrella, la gran compañía farmacéutica antagónica de la franquicia, y sus posteriores herederos para cumplir sus fines.
Si extendemos el uso de este significado, se puede aplicar con total perfección a la Mansión Spencer, aquella edificación donde se originó el Virus T, los zombis y posteriores criaturas horribles y deformes con ansias de sangre humana. Y algo que tiene el mal dentro de su condición etérea es que se adhiere a todo lo que lo rodea; está presente en las paredes, detrás de cada puerta y también en quienes la habitan, siendo contaminados por éste tal como el virus que propagó la enfermedad. Dentro de los textos que dejaron atrás antes de convertirse o de quitarse la vida, se puede sentir la desesperación y desolación que sintieron en sus últimos días, algunos sabiendo que solo era cuestión de tiempo para convertirse en monstruos horrendos, en muertos vivientes. Otros, en cambio, vivieron hasta el final en completa ignorancia. El caso más emblemático y que consta de ser uno de los textos más famosos de la saga es la de un cuidador de los perros de la mansión, quien comienza a tener síntomas de una enfermedad que desconoce y, página tras página, empieza a desprenderse de su cordura y humanidad, comenzando a volverse más agresivo y menos racional hasta el punto que lo último que escribe en su diario es “pica, delicioso”.
Y esta agonía de quienes jugaron un rol fundamental dentro de la caída de la mansión Spencer se siente integrada al juego en sí, no solo dentro de sus textos. Siguiendo con el mismo ejemplo, el cuidador de los perros aparece desde el interior de un armario una vez terminamos de leer su diario; la conexión se hace de forma inmediata y aunque en ese momento pudiera que no supiéramos que había ocurrido dentro de la mansión -ya que hasta el momento y sin información externa en el juego mismo no se habían dado mayores pistas hasta ese momento- con ese simple detalle ya lo sabemos. Así también podemos conocer a los hunters antes de ver uno por primera vez. Un empleado de Umbrella escribió un texto sobre una bestia como un gorila sin piel que era altamente agresivo y que contaba con un alto poder de destrucción, lo que, si seguimos el patrón del juego de anunciar de forma ominosa a cada monstruo antes de conocerlo sabremos que pronto tendremos que enfrentarlo. Y tras una vuelta por el jardín de la mansión una cinemática nos muestra desde el punto de vista de la bestia el como corre y se abre paso por las puertas para cazarnos. Una bestia más rápida que un perro, más resistente que un zombi y con un ataque letal que, si no somos cuidadosos, nos puede dejar sin cabeza en cuestión de segundos.
El mal que reside en estas paredes
Lo peor y quizás lo mas terrorífico de los eventos ocurridos en la Mansión Spencer es que los culpables que ostentaban cargos mayores salieron impunes de la situación, reflejando uno de los peores y más reales males de la sociedad. Los trabajadores, los científicos parte del equipo también eran responsables y pagaron sus crímenes con sus vidas, pero los autores intelectuales siguieron con vida para seguir haciendo daño por motivos codiciosos y egoístas. Albert Wesker por sobre todos, quien se desprende completamente de su humanidad en búsqueda de la arma biológica perfecta y usa a sus propios compañeros de S.T.A.R.S. como conejillos de indias para probar la utilidad de Tyrant y las demás bestias concebidas dentro de esas paredes. Wesker no solo es un prolijo ejemplo de que el peor mal es la indiferencia de aquellos que aceptan su mal interior y no se detienen ante nada para lograr sus oscuros fines.