Una voz a tener en cuenta, aunque solo comente anécdotas
Aunque dejara Nintendo hace ya 3 años, Reggie Fils-Aimé pasó hace mucho tiempo a esa reservada lista de personalidades que hay que tener siempre en el radar, por lo que pueda suceder. Y hoy, con motivo de la publicación de su libro “Disrupting the Game: From the Bronx to the Top of Nintendo“, se han desvelado algunas historias, que incluso podríamos denominar como anécdotas, como parte de su paso por la presidencia de la sección americana de la compañía, protagonizadas (al menos las más destacables) por Game Boy Micro y Mother 3, respectivamente.
La primera de ellas, centrada en la minúscula portátil que supuso el final a la línea Game Boy, tiene que ver con la manera de operar de Nintendo. Es ya un tópico que la compañía desprecia las tendencias de la industria del videojuego y siempre elige su propio camino, pero lo cierto es que, según se desprende, a nivel interno también funcionaban “a su aire”. Esto podía desembocar en situaciones como que, queriendo ya centrarse en la nueva y flamante (por aquel entonces) Nintendo DS y deshacerse de las existencias de Game Boy Advance que aún quedaban, se enteraron de un día para otro de los planes para lanzar una nueva consola de esta gama, que sería Game Boy Micro, dato que conocían en la rama nipona de la empresa, pero que no había llegado a tierras estadounidenses.
Tras este contratiempo, y tras la insistencia del directivo, el modus operandi de la empresa cambió para facilitar la comunicación entre departamentos y evitar este tipo de situaciones. Para cualquiera que haya hecho un trabajo en grupo, sabrá que hablar entre las diferentes partes que intervienen es algo vital, pero parece que en Nintendo tardaron bastante tiempo en darse cuenta de ello. Por más que fueran pioneros en muchas cosas, incluso en la cultura del crunch en el siglo pasado con The Legend of Zelda: Ocarina of Time o conductas contra sus trabajadores contratados (Activision parece que, después de todos los pecados cometidos, ni siquiera es el primero en llevarlos cabo, aunque Reggie intente distanciarse del asunto), aspectos más básicos se les escapaban.
Aunque en aquella ocasión, en cierta manera, se llevó el gato al agua, impulsando cambios en la compañía, no pudo repetir la jugada con Mother 3, la última entrega de la franquicia de culto por excelencia de Nintendo, que nunca salió de Japón, decisión que Reggie intentó revertir en sus años en Nintendo. Publicado originalmente en Game Boy Advance en el año 2006, el directivo cuenta como la decisión de mantenerlo únicamente en tierras japonesas se tomó antes de su fichaje por la compañía, pero intentó, fruto del sentir de la comunidad, que de alguna manera llegara a Occidente.
Sin embargo, la historia ya nos deja ver que Mother 3 sigue siendo, por ahora, una espinita clavada. Nada apunta ahora mismo un lanzamiento oficial, pero lo que es seguro es que Reggie Fils-Aimé, por más que ya no sea un actor principal en la industria del videojuego, sigue siendo una voz a tener en cuenta en la misma. En este libro probablemente solo haya contado alguna de las muchas historias que ha vivido, pero igual las más interesantes se narran como consecuencia a estas, ¿quién sabe?