Bienvenidos a la nueva generación

Ratchet & Clank: Una dimensión aparte representa muchas cosas para PlayStation 5. La nueva aventura de Insomniac Games es, por encima de todo, una demostración de músculo. Si bien Returnal ya hacía gala de las capacidades técnicas del sistema (y el remake de Demon’s Souls mucho antes que él), no es hasta el aterrizaje del lombax que no he sentido realmente que estaba ante una consola de nueva generación. El uso del DualSense, los elementos en pantalla y el conjunto hacen de esta obra, y aquí no cabe duda, uno de los juegos del año.

La gallina de los huevos de oro

Los 229 millones en los que se tasó la compra de Insomniac Games le van a salir baratos a Sony. En apenas 8 meses, la desarrolladora californiana ha lanzado al mercado dos de los exclusivos mejor valorados de la compañía en los últimos tiempos. Con Marvel’s Spider-Man: Miles Morales confirmaron que saben cómo contar historias.

Nueva York volvía a acoger las aventuras del hombre araña, pero en esta ocasión nos encontrábamos a los mandos de su pupilo. Su sello personal iba un paso más allá, se percibía en la forma de moverse, de hablar e incluso de gesticular. Miles es un adolescente en sus peores años, un nervio en su etapa más rebelde buscando forjar su personalidad. Y, más allá del increíble cuidado y mimo que percibimos en el apartado estético, la desarrolladora hacía uso de lo sonoro para transmitirnos un cambio. Miles no es Peter, lo tiene como referente pero no busca ser él, y esta madurez mostrada en su juego anterior nos traslada directamente a otra dimensión.

En ella residen Ratchet, Clank y Rivet, la nueva protagonista de esta historia. Para conocer los sucesos previos a estos eventos tenemos que remontarnos a Ratchet & Clank: Into the Nexus, el denostado título de PlayStation 3 que, con el paso de los años, ha ido recibiendo el cariño que merece. Resumen rápido (aviso a navegantes: spoilers de un juego de hace 8 años): Ratchet y Clank salvan el mundo y son condecorados con honores… pero, claro está, el Dr. Nefarius no va a poner las cosas tan fáciles. Los lombax y su origen configuran uno de los misterios más grandes del lore del juego, y, en este contexto, Clank nos presenta el dimensionador, un aparato capaz de viajar entre dimensiones que permitirá a Ratchet conocer a otros miembros de su especie. Es aquí cuando entra en escena un Nefarius que, como siempre, termina volando todo por los aires y creando el caos allá por donde va. Un caos que nos lleva a explorar múltiples opciones dimensionales (parece que se está poniendo de moda).

Siempre a la vanguardia

En el anterior apartado destacaba a Insomniac Games como la gallina de los huevos de oro. Tras Marvel’s Spider-Man: Miles Morales nos sorprenden con este Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte, otro título excepcional que llega apenas 8 meses después del primero. Y sin crunch, algo que debemos destacar. Por este motivo, podríamos pensar que estamos ante un producto sin alma, un juego continuista que, teniendo claras las bases de la franquicia, las mejora y las eleva a otro nivel. Habrá quien afirme que sí, pero pocos títulos me han provocado lo que este: dejar la mente totalmente en blanco. La nueva aventura del lombax y el robot es diversión pura y dura. No te exige atención, no busca que encuentres el sentido trascendental a lo que está pasando en pantalla. Insomniac quiere que pases un buen rato, que desconectes un poco y que disfrutes de esta magnífica vuelta al hogar. Ya es costumbre ver a Ratchet y Clank como exponentes de “qué puede dar de sí el sistema”, llevan generaciones abriendo la veda y mostrando el camino a seguir. Y una vez más han cumplido con creces.

Quería guardarme este recurso hasta el final y presumir de no haber nombrado la evidencia, pero es imposible hablar de este juego sin nombrar la película de Pixar. Una Dimensión Aparte es un espectáculo técnico, un regalo audiovisual que, con una televisión o monitor 4K, te quitará el habla antes de que te des cuenta. Cada detalle, partícula o interacción con el entorno tiene tras de sí un cuidado extremo, motivo por el que no extraña ver el resultado final.

Espectáculo puro… y no solo en lo técnico

Desde el primer momento el exclusivo de PS5 te deja sin aliento. El color es uno de los elementos principales del juego, lo vivo que está y lo alegre que se ve es algo que llega inmediatamente al espectador. En el título de Insomniac Games siempre están pasando cosas en pantalla, seas consciente o no. El comienzo de la aventura, que hace las veces de vehículo narrativo para justificar el cruce de caminos entre Rivet y Clank, es pura acción desenfrenada. Si hemos seguido la trayectoria de la franquicia hasta el momento, poco o nada nos sorprenderá el tutorial del juego. Un par de saltos, varias carreras por raíles y disparar nuestras primeras armas nos ayudará a estar preparados para el desafío. Parece una evidencia, pero Insomniac ha conseguido realizar un tutorial que deje claras las ideas y dé lugar a muy pocas dudas. En ocasiones, muchos estudios se pierden por las ramas y presentan las ideas de forma precipitada y sin correlación alguna. En este juego, en poco más de 20 minutos ya estaremos dominando los aspectos principales.

El DualSense era una de las grandes incógnitas de las sensaciones que pudiera provocar el juego. Sí, es verdad que el estudio había confirmado varios detalles, pero no eres del todo consciente hasta que no te pones a los mandos del juego. Y, si bien no es tan sorprendente como con Returnal, se nota que el equipo californiano ha dedicado tiempo y recursos a aprovechar las capacidades del mando. Con una franquicia que destaca por las posibilidades de su gunplay, el DualSense ha resultado ser un caramelo en las manos correctas. Cada arma se siente diferente, algo meritorio si tenemos en cuenta que el juego presenta una veintena de opciones. El botón R2 es multifuncional, pudiendo variar su utilidad dependiendo de la fuerza que apliquemos al presionar. Así, si nos encontramos usando la escopeta, esta disparará 1 o 2 balas en función de cuánto presionemos el botón. Además, podremos notar la cadencia de armas con ráfagas, ya que el R2 cuenta con un efecto rebote que dotará a la acción de cierto realismo.

Rivet es un “acierto”, con comillas

Que la nueva lombax rebosa carisma es un hecho. De hecho, muy mal tendría que haberlo hecho Insomniac para que no fuera así. Siguiendo la línea de humor simple y directo de Ratchet y Clank, Rivet llega a la franquicia como una bocanada de aire fresco que, en tintes generales, se siente más de lo mismo. Me explico: el equipo californiano ha optado por no hacer diferenciación ninguna en el gameplay. Esto significa que si Ratchet consigue un arma, Rivet podrá utilizarla sin tener que volver a pasar por caja. Y viceversa. También es aplicable a las diferentes mejoras, como esas botas aerodeslizantes que nos permitirán movernos mejor por el entorno. Así que, a grandes rasgos, no existe mucha diferencia más allá de lo estético. Pero Rivet tiene un algo que hace que nos encariñemos de ella enseguida.

No la conocemos pero se siente como un amigo de toda la vida. De igual forma que Ratchet, dice chascarrillos y hace bromas mientras recorre diferentes planetas. Sí, su arco de personaje es diferente, incluso podría decir que su presentación y sus motivos son abruptos, pero al fin y al cabo estamos ante un juego que a duras penas supera la decena de horas de duración. Hablo de la historia principal, si quieres explorarlo al máximo puedes llegar a la veintena. Y eso sí, al menos por mi parte genial.

Retomando la percepción sobre Rivet, esta se siente tan familiar que es como seguir jugando con Ratchet. La decisión de compartir armas y recursos de Insomniac no ayuda a sentir una diferenciación real, y ejemplos como Yakuza 0The Last of Us: Parte II son un ejemplo de cómo contar una historia desde dos perspectivas diferente. De hecho, la propia Insomniac logra esto en Marvel’s Spider-Man, pero inexplicablemente no han optado por esa vertiente en esta ocasión. Y es una verdadera lástima, porque podrían haberse hecho las cosas de otra manera y estaríamos hablando de un verdadero soplo de aire fresco en este sentido (concretamente, en el de los juegos de animación, que hace ya algún tiempo que no recibe ninguno). Pero, aún así, sí consiguen darle a Rivet bastante personalidad. Es divertida y tiene madera de heroína, se preocupa por los suyos y aprende a perdonar, olvidar y seguir adelante. Conoce el lado malo de las cosas y por eso siempre actúa en primera instancia con rechazo. Es fácil encariñarse y empatizar con su causa, además la personalidad desenfadada y amena que le ha dado el estudio ayuda a que este proceso suceda bastante rápido. Punto para Insomniac.

Escenarios de ensueño

Una Dimensión Aparte sabe jugar con sus virtudes. Utilizando su premisa multidimensional te presenta, además de dos versiones del protagonista habitual, diferentes vistas de algunos planetas. En el tráiler presentado durante el State of Play dedicado vimos cómo hacían uso de esta función. Ratchet y Rivet se mueven a través de los escenarios más grandes de la franquicia, y muchos de estos ofrecen distintas posibilidades dentro del mismo entorno. Como en cada entrega, la gravedad hace de las suyas y el estudio la aprovecha para jugar con la perspectiva. Aquí, además de esto, contamos con puntos concretos en planetas determinados que nos llevarán de una dimensión a otra. Así, podremos ver las dos caras de la moneda en apenas segundos, ya que hay que destacar los inexistentes tiempos de carga del juego.

El concepto multidimensional se exprime al máximo en esta aventura. Mientras que en una “realidad” todo sigue su cauce, en otra no existe nada más allá de la tristeza y la desolación. El juego es consecuente con su premisa y nunca cae en lo repetitivo, hecho que achaco a la corta duración del mismo. Lo bueno, si es breve, dos veces bueno, e Insomniac ha conseguido lanzar un título que sabe a lo que va y no cae en rellenos absurdos. A coalición con esto, cabe citar que dentro de cada escenario tendremos los habituales coleccionables. Estos se nos señalarán en el mapa, motivo por el que aquellos que quieran recolectarlos no tendrán pérdida alguna. Además, los usuarios de PS Plus pueden hacer uso de las pistas en forma de tarjeta si se les atraganta algún desafío. Por otra parte tenemos los bolsillos dimensionales, una secciones de plataforma puro y duro que nos recompensarán con objetos estéticos. No son muy complicados de superar ni suponen un desafío mayúsculo, por lo que poco más puedo hacer que destacar su valor como añadido.

Como viene siendo habitual, Ratchet, Clank y ahora Rivet siempre contarán con intereses secundarios que resolver. Cada planeta (por norma general) contará con su propia vertiente secundaria, una opción interesante que alarga la vida útil del juego. Además, regresa (y no en forma de chapa) el coliseo, una arena opcional que nos presentará desafíos secundarios con los que medir nuestra habilidad. Y de paso podremos ganar guitones, trajes y varias recompensas, elementos que no nos vienen mal de cara a completar el 100% del juego.

Una masterclass de cómo hacer un juego divertido

Sé que soy repetitivo en esta afirmación pero Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte es, por encima de todo, divertido. Y lo es porque tiene un gameplay excepcional. Cada arma, como mencioné con anterioridad, se siente diferente una vez la tenemos en las manos. Tener un arsenal amplio y dominar al máximo cada opción nos facilitará la labor con los enemigos más difíciles. Un ejemplo de esto que comento es que, como de costumbre, puede ser necesario terminar el juego hasta tres veces para conseguir el platino. Por suerte, es una tarea que se encuentra muy lejos de resultar tediosa: cada nivel, además de ser una delicia técnica, es una muestra perfecto de cómo hacer un producto entretenido. Las secciones de plataformas se integran a la perfección con aquellas más frecuentes dedicadas a la acción, formando un conjunto bastante fuerte que no flanquea por ningún lado.

Tanto Ratchet como Rivet vagan por escenarios inmensos intercalando la pausa de la búsqueda con el frenetismo de los enfrentamientos. Y, como si del yin y el yan se tratase, estos momentos se encuentran en perfecta armonía. Además, por el camino Insomniac nos regala algunos de los momentos más espectaculares del año, como ese viaje en raíles escapando de un robot gigante que nos han mostrado en diferentes tráilers.

Directo e indispensable

Galardón-Plata-HyperHypeSi tienes una PlayStation 5 tienes que jugar a este juego. Esta afirmación tan rotunda, que podría pecar de categórica, se entiende si tienes la posibilidad de disfrutar de esta aventura. Es, literal, uno de los títulos indispensables del catálogo de la consola. Más allá de su labor como techo técnico y muestra de potencia, Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte se siente como una de esas aventuras que no puedes dejar escapar. Es valiente, carismática y, por encima de todo, divertida, una premisa que es casi indispensable en los productos relacionados con esta industria.

Podría contaros mil virtudes más del juego, una obra a la que me cuesta sacarle punta pese a no ser un producto perfecto. Pero, si habéis conseguido adquirir una PS5, solo puedo invitaros a probar un juego que seguirá viéndose (y sintiéndose) igual de bien al final del ciclo de la consola. Ya pasó con el Ratchet & Clank de 2016 y lo volveremos a vivir con este. Si Insomniac sigue a este nivel, deberían canonizar al que cerró la compra en 229 millones de dólares. Una cosa está clara: ya está aquí la nueva generación.


Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para PlayStation 5 cedido por PlayStation España.