Reivindicando el posicionamiento contra la violencia
No resulta fácil hablar de videojuegos cuando estamos asistiendo impasibles e impotentes a la ocupación de Ucrania por parte de Rusia dentro de las complejas estrategias de la geopolítica internacional, en esta ocasión – una vez más – vulnerando todas las normas del Derecho Internacional. Resulta irrisorio leer artículos con un año de antigüedad, enfocados a temas de propaganda, nacionalismo y videojuegos, en los que el gigante ruso pretendía denunciar a Ucrania ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU porque el título Strategic Mind: Blitzkrieg (Starni Games, 2020) supuestamente “glorificaba al nazismo y a los criminales internacionales juzgados por el tribunal de Nuremberg”. El programa 60 minutes del canal Rossiya 1 TV llegó a afirmar que “los nazis gobiernan en Ucrania”. El “pecado” de este videojuego era mostrar a un Hitler vencedor de la Segunda Guerra Mundial asistiendo a un desfile militar en la Plaza Roja. Siguiendo con esta misma retórica, el 24 de febrero, Putin justificaba la invasión sobre su vecino argumentando que uno de sus objetivos era “desnazificar Ucrania”. Más que nunca, una pena que este tipo de realidades y juicios no se correspondan únicamente a la narrativa ficticia de un videojuego.
La industria videolúdica, como en anteriores ocasiones (por ejemplo, denunciando los ataques indiscriminados de Israel sobre la franja de Gaza mediante la Palestine Game Jam), no ha permanecido callada ante lo que está sucediendo en el panorama internacional. Compañías como la polaca 11 Bit Studios, responsable del afamado This War of Mine o la sueca Raw Fury, han pedido donaciones a favor de la Cruz Roja Internacional con el fin de apoyar y proteger a la población civil. Frente a este posicionamiento, no han faltado quienes han llevado a cabo maniobras de desinformación sirviéndose de capturas de pantalla de determinados juegos, como Arma 3 o War Thunder, para alardear de supuestos sistemas anti bombardeos infalibles o del potencial del ejército ruso.
En un brillante estudio recientemente publicado, los investigadores Francisco Ferrándiz y Reyes Maté analizaban la importancia de la memoria como parte de la configuración y desarrollo de todas las sociedades humanas. Pasarán muchos años antes de que el pueblo ucraniano pueda olvidar (si es que alguna vez esto ocurre) la agresión sufrida, el sufrimiento de su población y el fracaso del sistema global de seguridad internacional, incapaz de contener el avance imparable del agresor. ¿Violencia en los videojuegos? Bienvenida sea, y no la que procede de las bombas que caen indiscriminadamente sobre los civiles.