Cayó La Noche sin necesidad de Remix
Un año después de su anuncio, el servicio de streaming de videojuegos de Amazon, llega a las manos de todos los usuarios en Estados Unidos. Durante este tiempo, un número limitado de creadores de contenido y prensa han tenido acceso a la versión anticipada de Amazon Luna, pero la información compartida al público general fue bastante reducida. De lo que se sabe del funcionamiento del sistema, es posible extraer una serie de características que nos ayuden a predecir si este satélite videolúdico puede albergar alguna esperanza o si está destinado a sufrir el mismo aciago destino que sus predecesores. Es cierto que el mercado de juegos en remoto se encuentra a la alza, pero de una forma muy ligera, juntándose con demasiados servicios que quieren una parte del pastel: haciendo cuentas rápidas, las principales plataformas de juego en stream no me caben en los dedos de una mano, y todavía más falanges necesitaría para contar cada una de mis experiencias poco disfrutables con este sistema.
El objetivo de diseñar un método de reproducción remota de un videojuego recae en permitir que el usuario prescinda de hardware y elementos externos entre él y el producto. De esta forma, en un escenario ideal, todo aquel con una televisión en su casa y conexión a internet se convierte en un cliente potencial del servicio. Cuando bajamos a la dura realidad, la cantidad de problemas crece rápidamente. Una parte considerable de la población mundial carece de un acceso estable a internet, y todavía son menos los que cuentan con una conexión que pueda considerarse “rápida”.
En estas situaciones, la mayor limitación no es la falta de dispositivos que puedan reproducir el título deseado si no de la falta de acceso necesaria para jugar de una forma fluida, cuya tasa no es para nada despreciable; ya he comentado que mi experiencia con el juego en streaming no ha sido muy satisfactoria, y es que para mi pesar he contado durante gran parte de mi vida con una conexión a internet bastante cuestionable, no pasando de los 40/50 Mbps de bajada y subida en ningún momento, de forma que tampoco pude establecer una opinión real de estos servicio. La cosa cambió cuando doté a mi fiel ordenador con una conexión por cable, rápida y estable. Lo primero que intenté fue jugar a Control con un servicio de juego en remoto, y el resultado fue prácticamente el mismo. Se trata de un caso aislado, pero es una prueba personal de como a veces este sistema no funciona demasiado bien en una serie de usuarios.
Pero problemas de conexión a un lado, existe toda una gama de factores que dirigen el éxito o el fracaso de una compañía que apueste por el servicio en streaming. Uno de los grandes males que asoló el reinado de Stadia fue la biblioteca; la visión general del público acerca de estos sistemas va más dirigida hacia un complemento o ampliación que a un parque nuevo. Pagar por jugar en Stadia se traducía en muchas ocasiones como pagar otra vez por un título que ya tenías (posiblemente a precio superior) o trasladar la compra de forma exclusiva al sistema de Google, con las consecuencias que esto podía tener, nada claras en un mercado naciente. Tanto PlayStation Now como Xbox Cloud Gaming enfocaron el problema de forma totalmente opuesta, optando por el sistema de suscripción para acceder a un catálogo determinado.
Es parecida la estrategia de Amazon Luna, donde en lugar de una biblioteca determinada específicamente, tendremos acceso a varios canales, pudiendo elegir a cuáles queremos suscribirnos, y a cuáles no. Y la carne en el asador proviene toda del canal de Amazon Prime, ya que, si contamos con una suscripción al servicio, dispondremos del uso total de este canal, donde podremos disfrutar de un catálogo no muy amplio, pero según han prometido, cambiante. Amazon Prime es la esencia del éxito de los proyectos de la compañía, Twitch por ejemplo, ha podido llegar a convertirse en la plataforma más influyente en el streaming de contenido gracias a contar con una suscripción gratis para todos los miembros de Prime. Para ser concebido como un servicio de envíos gratuitos, ha cosechado toda una serie de funcionalidades que convierten esta suscripción en una de las más rentables y preferidas. Cabe destacar que este plan está solamente activo en Estados Unidos, donde la suscripción a Amazon Prime es bastante más elevada (139 € frente a los 36 € que cuesta en España). Esta diferencia de precio dificulta la traslación directa del servicio a territorio ibérico, pero manteniéndonos en terreno estadounidense, este canal convierte a todos los suscriptores de la compañía, en posibles usuarios del sistema. No necesitan mucho más, un teléfono o una televisión con un Fire TV Stick y un mando (sustituible ahora por un iPhone), resultando en una medida de acercamiento mucho más funcional que las propuestas por otros servicios, a excepción quizás de NVIDIA GeForce NOW, el cual permite un acceso temporal gratuito, con limitaciones, y utilizando la propia librería del usuario.
Hace falta más tiempo para determinar si la estrategia para el juego en remoto de Amazon es una exitosa o si se sumará a la lista de proyectos fracasados de la compañía. De hecho, la falta de reviews disponibles acerca del funcionamiento real del sistema no hace sino que preocuparme. Pero de momento, el viaje del astro rey queda eclipsado, pues con Amazon Luna, cayó la noche.