¿Se vuelven las tornas?
Con cada nuevo hardware que llega al mercado, no hay que dar tiempo a profesionales ni a usuarios para que haya cientos de comparativas de cualquier detalle, más o menos obvio (e interesante), y esta ocasión no es una excepción, sino que además tenemos más posibilidades para nuestras pequeñas investigaciones, dado que Sony ha optado por un único modelo de PlayStation 5 en el lanzamiento, frente a Microsoft, que ha inaugurado una nueva estrategia con 2 versiones de su consola, Xbox Series X, y Xbox Series S, una versión recortada del primer modelo.
Sin duda, dentro de estas comparativas, las más relevante de forma habitual es la de rendimiento en diferentes títulos, especialmente cuando se refieren a títulos multiplataforma, ya que al menos sobre el papel, ambas juegan en igualdad de condiciones (salvo en contadas excepciones, no suele haber especial foco en un versión concreta), y en esta ocasión, hemos podido ver este primer asalto con protagonistas como Call of Duty: Black Ops Cold War, DiRT 5 o Assassin’s Creed Valhalla, de 3 desarrolladoras diferentes, de manera que no puede criticarse nada de manera concreta. Y las casualidades de la vida, que siendo Xbox Series X el modelo más potente en teoría, sale como derrotado frente a la propuesta de Sony en los 3 títulos, para mayor gloria de los japoneses, y temor de los de Redmond.
Desde el medio The Verge, se han hecho eco del problema y han consultado a varias de las partes implicadas en la situación, y en cualquier caso, desde Microsoft se ha querido trasladar la relevancia de esto, y que se busca solucionarlo cuanto antes, aunque parece que la raíz del problema parece haberse encontrado ya, como veremos más adelante.
Esta situación, que no deja de ser extraña en todas las generaciones (el mítico “ya mejorará la calidad gráfica según pasen los años”), es más llamativo cuando la que debería salir beneficiada en estas comparativas es la que queda peor parada. Y según parece, el problema es el poco tiempo que han tenido los diferentes estudios con los kits de desarrollo de Xbox Series X|S, escaso frente al que han podido trabajar con los de PlayStation 5, lo que se ha dejado notar en los rendimientos finales.
Ahora que he trabajado de manera directa con kits de desarrollo, lo cierto es que entiendo lo que puede suponer unos escasos días de diferencia. Aprender cómo funciona el kit de desarrollo ya de por sí implica tiempo, y conseguir resultados (ni siquiera óptimos, simplemente resultados) no es sencillo, y más teniendo en cuenta que en los diferentes estudios habrán trabajado con versiones cambiantes cada pocos días, con documentación en construcción y expectativas por ser título de lanzamiento. Lo realmente importante, a la hora de la verdad, es que estos problemas se solucionen, y que, por la simple experiencia de juego (la guerra de consolas hoy en día es un sinsentido, lo siento para el que se moleste), se queden en una simple anécdota.