Un oasis en un desierto hostil
El pasado 11 de junio, tras muchos dimes y diretes, rumores, retrasos y, sobre todo, expectativas, Sony daba un puñetazo en la mesa con su evento de presentación de PlayStation 5, uno de los eventos más esperados del tan comentado Summer Game Fest que ha venido a sustituir al E3. Lejos de ofrecer una discreta presentación, el gigante japonés ponía toda la carne en el asador con una retahíla de juegos que no dejaron a nadie indiferente. Entre ellos pudimos encontrar el remake de Demon’s Souls, la octava entrega de Resident Evil o la secuela de Horizon Zero Dawn, entre otros. Pero ha habido un título que se ha convertido en el foco de muchas conversaciones, por motivos muy diferentes entre sí. Hablamos de Marvel’s Spider-Man: Miles Morales.
Tras una decepcionante apertura de evento con Grand Theft Auto V llegando a la nueva generación, Insomniac era quien daba el primer paso con el anuncio de este videojuego, que dejó a muchos tan emocionados como confusos. ¿Era una secuela? ¿Un spin-off al estilo de Uncharted: El legado perdido? ¿Se trataba de un DLC para una posible remasterización del primer título? Las redes sociales pronto se llenaron de dudas y emoción sobre el juego. Pero, como con todo, el anuncio de Miles Morales trajo consigo un lado negativo. Las redes no tardaron en plantar comentarios despectivos a cerca del título. Todos ellos, por supuesto, centrados en la figura del protagonista. “Un Spider-Man negro es innecesario.”
No creo que pille a nadie por sorpresa si digo que la diversidad ha sido uno de los temas más comentados en el mundo del videojuego de los últimos años. La última prueba de ello ha sido The Last of Us: Parte II, un título con un trabajo impresionante de inclusión que muestra a un elenco conformado por personajes asiáticos, mujeres y personas LGBT y que, cómo no, ha provocado la ira de los gamers alrededor de todo Twitter. No son casos aislados. El ya comentado Horizon generó una polémica similar, aunque algo más calmada, por presentar a una mujer como personaje protagonista. Y ahora, es Miles Morales quien ha tenido que esquivar los ladrillos de muchos jugadores enfadados porque no soportan que un personaje no blanco protagonice sus queridísimas historias interactivas. La diversidad y la inclusión son temas sobre los que podemos hablar largo y tendido, pero el caso que nos ocupa no es ese. ¿Por qué es Miles Morales un videojuego importante?
Para responder a esta pregunta, deberíamos echar la vista atrás; concretamente, a los años sesenta. Impulsado por el incondicional apoyo de su esposa, el escritor de tebeos Stanley Martin Lieber comenzaba a vivir un auge creativo con la publicación de alguna de las historias más apasionantes del – por aquel entonces joven – cómic de superhéroes. De su imaginación habían salido los Cuatro Fantásticos en 1961, y poco después, Ant-Man hacía su primera aparición en las páginas de Tales to Astonish. Lieber, que pronto sería conocido por todo el mundo como el incansable Stan Lee, había ayudado a redefinir el género superheróico con aventuras centradas en el desarrollo humano de sus personajes, algo alejado de lo que otros genios del género habían hecho con Batman, Superman y Wonder Woman, entre otros. Desde el primer momento, Stan Lee se diferenció de sus compañeros de gremio con un enfoque algo más intrincado y personal; pero esto no conocería su máximo exponente hasta agosto de 1962.
Hasta aquel año, y pese a que el género encontraba en ellos su público más extenso, los adolescentes habían ocupado un rol secundario en las historias de superhéroes. Siempre relegados a ser los compañeros de aventura del héroe principal (Robin siendo el ejemplo más claro de ello), cuando no eran simplemente personajes humanos sin apenas relevancia. Lee supo leer (juro que no es un chiste) el ambiente y, utilizando toda su maña e ingenio, decidió dar a los jóvenes el papel que les correspondía en un género que se dirigía a ellos por naturaleza. Así nació Spider-Man.
Las especificaciones sobre la creación del personaje son innecesarias aquí, y la historia es por todos conocida, pero, si por algo fue revolucionario el personaje, fue precisamente por dar a los adolescentes la representación que tanto necesitaban en el medio. Al fin y al cabo, Superman y Reed Richards son personajes excelentes, pero ninguno de ellos representa los conflictos y problemas de una persona de 16 años. Sin embargo, Peter Parker era todo aquello que los otros no podían ser. Compaginaba la lucha contra el crimen con exámenes y deberes; las batallas contra supervillanos con intentos fallidos por pedir salir a la chica que le gustaba; las aventuras por los rascacielos de Nueva York con la necesidad de buscar un trabajo que le ayudase a pagar las facturas de su tía May. Peter Parker era el adolescente sesentero por antonomasia, y su esencia ha sabido trasladarse a distintas épocas con conflictos muy similares.
Por todo ello, cuando en el año 2011 (curiosamente, también en agosto) Miles Morales daba el salto a las viñetas como el nuevo trepamuros, marcó el inicio de una nueva época de representación para los adolescentes actuales. Ahora no solo era un chaval el que llevaba la máscara, sino que era un chaval negro. Y no sólo era un chaval negro, sino que era un chaval negro en Estados Unidos. Y todos sabemos lo que ello implica.
Miles Morales ha tenido un recorrido espectacular desde su creación. Uno que le ha hecho ir adoptando una personalidad propia con el paso de los años. Ahora, puedo decir sin temor a equivocarme que Miles es el personaje que mejor representa los problemas de los adolescentes afroestadounidenses de la América actual; una cada vez más polarizada y en la que el racismo y la discriminación están a la orden del día. Es por esto que el lanzamiento de un título como Spider-Man: Miles Morales es tan importante. En tiempos tan difíciles, todos necesitamos un oasis en el que descansar y sentirnos seguros. Para mí, con diez años, Peter Parker era ese oasis, que tenía problemas similares a los míos (acoso escolar, la constante sensación de no encajar); para un niño de 10 años hoy en día, Miles puede servir al mismo propósito.
La importancia de este personaje en la ficción actual es innegable, y la película Spider-Man: Un nuevo universo puede ser la mayor prueba de ello. Al igual que Peter era el héroe que los adolescentes estadounidenses necesitaban hace cincuenta años, Miles es el héroe que los adolescentes estadounidenses necesitan a día de hoy. Como jugadores y, sobre todo, como personas, es nuestra responsabilidad no construir muros que hagan sentirse más aisladas a personas cuya situación sociopolítica ya es lo suficientemente difícil. Todos necesitamos vernos representados en la ficción, porque es eso lo que nos ayuda a ver las cosas con algo más de perspectiva. No podemos tratar de quitarle eso a nadie.