Una auténtica secuela que llega veintitrés años después del original
Descubrí la marca Valkyrie Profile, como la gran mayoría de los europeos, con el lanzamiento de su segunda entrega numerada para PlayStation 2, allá por el año 2008. Bajo el apellido de Silmeria, no se trataría, sin embargo, de una secuela convencional, sino de una propuesta ambientada antes de los acontecimientos desarrollados en la aventura original, estrenada exclusivamente en el territorio nipón ocho años antes y reestrenada en territorio español ese mismo año como exclusivo para el sistema PSP. Pese a lo rico y prometedor de su universo, la tendencia de pivotar sobre el primer Profile, clásico de culto de rol japonés, ha imperado a lo largo de todas y cada una de las escasas cuatro iteraciones de las que la franquicia ha podido presumir en sus veintitrés años de vida.
Con Forspoken y Strange of Paradise Final Fantasy Origin como dos de los grandes protagonistas, el último State of Play, emitido por PlayStation durante la noche del pasado miércoles 9 de marzo, estuvo centrado en juegos japoneses principalmente distribuidos por el titán Square Enix. No puede decirse que lloviese a gusto de todos, mucho menos que la retransmisión fuese capaz de satisfacer a quienes esperaban que sueños húmedos como un hipotético Gravity Rush 3 o el nuevo proyecto de gen DESIGN (The Last Guardian, Shadow of the Colossus) se tornasen realidad, pero sí que supo cerrar con un inesperado golpe de gracia que a buen seguro levantó pasiones en más de un hogar. Valkyrie Elysium es una realidad, tratándose de una auténtica secuela del Valkyrie Profile original, eso sí, perfectamente disfrutable de manera independiente (lo cual, a juicio de un servidor, deja espacio a vinculaciones narrativas muy similares a las que, por ejemplo, se dan en la serie Xenoblade Chronicles).
Más allá de hacer gala de una inspiración nórdica más fuerte que nunca, quizás lo más sorprendente de este Elysium resida en su puesta en escena, así como en un sistema de combate muy cercano al hack ‘n’ slash que se antoja impropio, pero que personalmente agradezco. A fin de cuentas, y pese a su naturaleza continuista, Valkyrie Elysium es algo nuevo, y concretamente algo nuevo para lo que Square Enix ha esperado veintitrés años, y que encuentra en su público objetivo pocas necesidades comerciales. No digo que, como empresa multimillonaria, el gigante japonés no esté trabajando en este juego para hacer dinero, como un producto más, pero sí que creo que hay una intencionalidad potente detrás en revitalizar y actualizar sin reparo y sin miedo al fracaso una franquicia que, con algo más de presupuesto y de mimo, podría elevarse durante los años venideros a la primera categoría de la compañía.
Y si tan poco me preocupa el salto a la acción directa de la licencia es porque, a diferencia de los anteriores capítulos responsabilidad de tri-Ace (Star Ocean), esta nueva aventura está siendo desarrollada bajo la tutela de los especialistas Soleil Ltd. (Naruto to Boruto: Shinobi Strikers; de algún sitio tenía que salir esa animación de correr), y porque confío en el hack ‘n’ slash como una herramienta vehicular que ayude al estudio a transmitir nuevos mensajes desde nuevas perspectivas. Tanto como lo hago en la banda sonora, nuevamente a cargo del maestro Motoi Sukuraba.
Levantar la ceja es un movimiento que, de momento, creo que solo merece la pena hacer al contemplar su irregular acabado visual, algo que tan solo refleja el bajo presupuesto con el que la propuesta está siendo desarrollada, pero que desde luego no deja patente una falta de mimo o de buen hacer por parte de la desarrolladora. Tan solo espero que ni esta aparente escasez de fondos ni la pronta ventana de lanzamiento propuesta (fijada para finales de este mismo año) repercutan en la calidad final de una entrega que, pienso, todos los amantes del género deberíamos de esperar con ansias. Hay razones para hacerlo.