Una aventura breve
Con la reciente llegada del segundo y último – al menos, por ahora – DLC de Pokémon para esta primera generación en Nintendo Switch, llega la hora de despedirse de la región de Galar. El juego de Game Freak que trajo consigo tanto revuelo a causa de su cuestionable diseño, sus carencias técnicas y su aparente escasez de contenido ha evolucionado, como sus criaturas, con el paso del tiempo, y en este adiós nos traslada a un paraje nevado donde encontraremos nuevos objetos, zonas, desafíos y, sobre todo, nuevos e interesantísimos monstruos por descubrir.
Para llegar a esta nueva localización deberemos visitar la estación de tren que anteriormente nos llevó a La Isla de la Armadura. Una vez hagamos el trayecto y pongamos nuestras botas en esa tierra nevada nos veremos en la obligación de luchar contra Peony, un hombre que parece moverse por lo que su hija le pide. Tras librar nuestro primer combate, la chica pondrá rumbo a una zona llamada Aventuras Dinamax, algo que su padre no podrá negar por más que se niegue, obligándonos a seguirla.
Ya en el destino, veremos una de las primeras novedades que este DLC nos trae, que no es otra que un nuevo modo de juego donde podremos ganar experiencia, objetos y compañeros nuevos. Las llamadas Aventuras Dinamax se pueden disfrutar, al igual que las incursiones que ya conocíamos, en solitario u online en equipo, diferenciándose de estas últimas considerablemente en su sistema de combate. En primer lugar, deberemos seleccionar un Pokémon entre cuatro que se nos dan a elegir, para posteriormente entrar en una cadena de combates contra Pokémon Dinamax. A medida que vayamos derrotando y capturando a tales rivales, podremos intercambiarlos para seguir combatiendo hasta llegar al jefe final, el cual si derrotamos y capturamos pasará a formar parte de nuestro equipo principal. La estrategia en este modo de juego será necesaria junto a los conocimientos básicos de tipos de Pokémon y sus debilidades: conforme vayamos avanzando veremos que el camino se va bifurcando mientras nos da pistas de lo que nos espera más adelante, mostrándonos los posibles tipos de Pokémon que nos esperan en sus múltiples caminos.
Una vez superada esta fase – a la que podremos volver de manera recurrente -, la aventura comienza. Al igual que en La Isla de la Armadura, deberemos completar tres misiones a lo largo y ancho de un mapa completamente abierto, algo que se vuelve a agradecer al permitirnos explorar todos los rincones y recovecos a nuestras anchas sin tener que vernos obligados a centrarnos en la historia.
La gran diferencia en este sentido con respecto al primer DLC es que las misiones no se enfocan en un mismo Pokémon, sino que encontraremos criaturas diferentes en cada una de ellas. En primer lugar, y como misión más importante o principal, será la que nos hable del Rey de las Cosechas, o mejor dicho Calyrex, un nuevo Pokémon singular que aparece en esta generación.
En la segunda misión nos hablarán de unas aves legendarias, que no serán otras que los primeros legendarios que aparecieron en el mundo Pokémon: Articuno, Zapdos y Moltres, pero que esta vez, y a diferencia de Kanto, contarán con un diseño Galar. Como es de esperar con esta clase de Pokémon, una vez les pongamos el vistazo encima huirán, lo que nos obligará a perseguir a cada una de ellas para añadirlas a nuestra Pokédex.
Por último, encontraremos el caso de los Regis, donde visitaremos templos que estarán cerrados, y que deberemos superar descifrando un enigma. Cabe destacar que no importa mucho el orden que elijas para hacer los desafíos, ya que no tienen mucha conexión entre ellos y cada vez que lleguemos a la zona habrá una escena donde nos explica lo que veremos y deberemos hacer.
¿Merece la pena la experiencia definitiva?
Algo que se ha debatido mucho desde que Pokémon Espada y Escudo aparecieron en nuestras vidas es si realmente el juego estaba a la altura de lo que podían ofrecernos los chicos de Game Freak. A mí, personalmente y como fan de la saga que ha jugado a todas las generaciones y que disfruta de la aventura y de las criaturas con cada generación, lo cierto es que la experiencia en términos generales me ha parecido extremadamente disfrutable. Tal vez la innovación que supusieron las incursiones, sumada al mundo abierto de algunas zonas, ha hecho que el juego me entretenga, y que gran parte del tiempo no solo haya querido combatir, sino también explorar, perderme con la bici. Por otro lado, dejando a un lado el aspecto visual – algo técnicamente mejorable, pero artísticamente muy subjetivo – creo que el juego, en términos de historia y experiencia, es agradable.
Algo que no me ha gustado mucho, he de decir, ha sido su manera de vendernos estos DLC, y sobre todo su dificultad. En primer lugar, la duración que se nos ha ofrecido en ambos creo que podría haber sido parte del post-game perfectamente, dado que en pocas horas eres capaz de superar ambas aventuras, y teniendo el cuenta que el pack vale 29,99€ me parece un precio alto para la historia que añade. En segundo lugar, y creo que aquí viene el error principal de todo el compendio ambientado en Galar, es la forma de plantear los niveles de dificultad, teniendo en cuenta que al finalizar el juego contaremos con un equipo que rondará la media de un nivel 65/70 tal vez, me parece un auténtico error que el nivel máximo que encontremos sea un nivel 70 en un combate, o que los Pokémon salvajes – exceptuando legendarios, claro – tengan todos nivel 60. Con estos niveles los combates pierden cualquier atisbo de emoción, dado que en la gran mayoría de los casos con un golpe es suficiente para ponerles fin.
Con esto cerramos el capítulo de Galar y de sus secretos. Desde la perspectiva de un servidor, es poco probable que Game Freak anuncie un nuevo DLC para la octava generación, pero con la situación actual que vivimos donde los contenidos descargables son una forma tan fácil y rápida de ganar dinero sin la necesidad de crear un titulo nuevo, podemos esperar de todo. Mientras tanto, el juego sigue ofreciendo incursiones especiales en forma de eventos que hace al jugador mantenerse atado a este si quiere hacerse con una forma Gigamax de sus Pokémon favoritos.