Nostalgia, aciertos y errores a partes iguales
Jugar a los nuevos títulos de Pokémon siempre es una experiencia agridulce, y Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente no iban a ser una excepción. Como parte de la generación que creció con las primeras entregas, soy miembro de la legión de jugadores decepcionados una y otra vez (porque la esperanza es lo último que se pierde) con el camino que decide tomar Game Freak entrega tras entrega. Y en esto llegan los ¿remakes? de Pokémon Perla y Diamante, que pretenden retocar la entrega que, por muchos errores y problemas que tuviera, sentó la base de toda la línea de juegos para Nintendo DS, la cual es, en mi opinión, el cénit de la saga.
Advertencias previas a tener en cuenta. A partir de Blanco 2 y Negro 2 (hace ya 8 años, como pasa el tiempo), me alejé de la saga enormemente. La generación de 3DS, con su cambio de esquema (rebajando la dificultad hasta niveles insospechados) fue en mi caso ignorada con la excepción de los remakes de tercera generación, Pokémon Rubí Omega y Zafiro Alfa, los cuales consideré aceptables, a pesar del escaso desafío que proponían y las decisiones tomadas para aplicarlo (como el hecho de que Latios o Latias, en función de la versión, se unieran a tu equipo antes del sexto gimnasio), y para esta ocasión, esperaba algo parecido. Como último apunte, he jugado sin normas autoimpuestas y no he utilizado ninguno de los múltiples errores y glitches que se han encontrado, por lo que se podría decir que he tenido la experiencia deseada por los desarrolladores.
Pinypon, inspirados en los originales… ¿y fieles?
La primera advertencia que recibimos al iniciar Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente es doble. El título está inspirado en Pokémon Perla y Diamante (por lo tanto, se avecinan cambios), y el estudio a cargo no es Game Freak, sino ILCA, que recibe su primer encargo completo relacionado con la franquicia tras colaborar en el desarrollo de Pokémon Home. Y estos detalles, aunque sean leves, se notan. Y no voy a entrar en el apartado artístico del juego. El paso de sprites a modelos nunca fue del todo de mi gusto, pero creo que no hace falta más que mirar el subtítulo para entender lo ridícula que resulta esta decisión. Y una de las consecuencias de este cambio son los múltiples errores que presenta el juego. Más allá de la capacidad de multiplicar objetos o salirse del mapa (cosas que se podían hacer en entregas previas también), se nota una falta de pulido en todo momento. Y es una sensación que se da desde iniciar nuestra aventura como entrenador Pokémon. El hecho de que todo el mundo funciona con una cuadrícula lógica (de 4 direcciones, las diagonales están mal vistas en Sinnoh), pero nuestro avatar tenga movimiento totalmente libre hace clic, y marca literalmente una diferencia entre nosotros y el resto del juego.
Lo que hay que concederle a ILCA es que, al menos, han respetado la estructura del original, tanto para bien como para mal. Si algo se criticó en su día, es que la estructura narrativa del juego era, en el mejor de los casos, irregular. Esto se traducía en un inicio lento (hasta el tercer gimnasio, aproximadamente), una mitad del juego a toda velocidad (hasta el séptimo gimnasio) y un final que volvía a los compases lentos. Esto no se ve alterado, pero lo cierto es que cualquier modificación en este sentido hubiera traído más problemas que beneficios.Sinnoh, con todos sus problemas, sigue siendo una de las regiones más interesantes de la saga. Y sí, el Monte Corona e Isla Hierro están ciertamente desaprovechados, la conexión del punto central de la trama (mitología y el origen del mundo, frente al nuevo origen que busca el equipo Galaxia de la mano de Helio) tiene difícil aplicación con el mundo, pero a la hora de la verdad, atrapa con variedad de ámbitos y contextos, zonas variadas (a elegir entre pantanos con lluvia, zonas con niebla, montañas nevadas) que además se ven reflejadas en los combates. De estos no hay nada que destacar, se mantiene la fórmula clásica por turnos, con mecánica como los efectos de la amistad que dan una ventaja tremenda en cualquier situación, permitiendo dar la vuelta a combates que, por habilidad o conocimiento del juego, no deberíamos ganar.
Y es en el apartado del balanceo donde más problemas presenta esta nueva entrega. Para empezar, Chimchar (el mejor inicial posible al ser uno de las dos opciones que tenemos para incluir un Pokémon de tipo fuego) aprende Puño Incremento, que no solo hace un 20% más de daño por la habilidad del mismo, sino que además incrementa el Ataque del usuario al utilizarlo. Básicamente, es el ataque perfecto para, aun estando por debajo en nivel o en inferioridad por combinación de tipos, poder machacar oponentes sin mayor problema. ¿Perder un turno para utilizar Ataque X? Innecesario.
La curva de dificultad, teniendo esto en cuenta, no deja de ser también irregular. El tercer gimnasio en Ciudad Rocavelo, protagonizado por un Lucario con Puño Drenaje supone un desafío por primera vez en el título (y será un gran obstáculo para todas las partidas Nuzlocke que se disputen), pero desde ahí hasta la Liga Pokémon, lo cierto es que los líderes de gimnasio, a poco que tengamos un equipo mínimamente equilibrado, no supondrán ningún problema. Esto viene de la mano del Repartir Experiencia, que ya es un debate que no tiene sentido reabrir, pero que, sinceramente, he agradecido.
Pokémon Diamante Brillante y Pokémon Perla Reluciente me ha hecho darme cuenta de que 20 horas para completar la aventura de Pokémon es una cantidad ciertamente elevada, y que sin ayudas para evitar sesiones dedicadas en exclusiva a subir de nivel a nuestros compañeros, hubiera sido inviable para mí. Hacerse mayor no es solo tener trabajo y responsabilidades, sino entender que Pokémon, aunque no lo parezca, también se adapta a los niños que crecimos con ellos.
Y en este punto entra el Subsuelo, posiblemente el sistema más modificado respecto a las entregas anteriores, dada la introducción de cuevas en las que pueden aparecer diferentes Pokémon. Estas se dividen por temática (y son constantes entre sesiones, al contrario que el Subsuelo original), y más allá de permitirnos ampliar nuestra colección de forma sencilla, son un gran problema de balance y una bendición para entrenar, puesto que los encuentros escalan su nivel con nuestras medallas. Y claro, teniendo en cuenta el salto de 20 niveles que hay entre Lectro, líder de Gimnasio de Ciudad Marina, y Cintia, campeona de la Liga, esto abre una oportunidad excelente, pero que a la par presenta problemas como la posibilidad de obtener un Gible (y por ende, un Garchomp, uno de los Pokémon más fuertes de la generación) de forma extremadamente prematura, haciendo que el juego sea aún más fácil. Con una vuelta de tuerca, hubiera sido una reforma aún mejor, pero sinceramente, punto a favor de ILCA por esto.
Sin embargo, igual que se aplauden ciertos cambios, hace falta más de un tirón de orejas por otros. Igual que hay muchos cambios que mejoran la experiencia de usuarios sin ser especialmente significativos (la velocidad de las barras de vida, por ejemplo, o el hecho de que no sea necesario tener un Bidoof con todas los movimientos de las MO), hay otros que son dolorosos.
- El primero, el cambio al antiguo sistema de MTs, devolviéndolas a ser de una sola utilización, limitando así las posibilidades.
- Otro caso es el Pokerreloj, que ha pasado de ser un recurso útil que sacaba partido de la pantalla secundaria de Nintendo DS, a ser un menú flotante que no permite su uso con la pantalla táctil salvo que esté completamente desplegado (la incoherencia en este sentido, a lo largo y ancho de todos los menús del juego, daría para un artículo por separado) que resulta incómodo de ver y utilizar.
- Pero, sobre todo, el mayor problema está en el movimiento, que como mencioné anteriormente, no está bien planteado desde su base, y los problemas con las colisiones son constantes y molestos, por nimios que sean.
Un paso a un lado, ni hacia delante ni hacia atrás
Juzgar a Pokémon Diamante Brillante y Perla Reluciente por los pecados de los juegos originales no sería justo, pero lo cierto es que, aunque corrige algunos de dichos problemas, no da motivos de peso para justificar su existencia. Sí, es divertido, pero también lo era el original. Novedades como el nuevo Subsuelo suman, pero como producto, se nota una falta de pulido alarmante, así como decisiones de diseño cuestionables a nivel de menús e interfaz. ¿Recomendable? Si te gusta la fórmula Pokémon, la esencia se mantiene. Pero si buscas revivir la experiencia de niño, ¿por qué ibas a jugar a la copia y no al original?
Esta crítica ha sido realizada gracias a un código de Pokémon Diamante Brillante proporcionado por Nintendo.