Cambios de última hora
El fin de semana pasado tuvo lugar la Blizzcon 2018, el evento en el que la compañía, además de celebrar diferentes eventos y actividades para los fans más acérrimos de sus títulos, también suele anunciar nuevos contenidos para estos y, en ocasiones, títulos nuevos, como ha sido el caso de Diablo Immortal, la nueva iteración de la saga que se lanzará en dispositivos móviles y que ha levantado críticas de todo tipo entre la comunidad, y aunque no ha sido la única novedad del fin de semana, sí que ha sido la que ha eclipsado al resto, aunque no de la forma que a Blizzard le hubiera gustado. Sin embargo, y según ha contado Kotaku, este nuevo título no iba a ser el único anuncio relacionado con la franquicia Diablo del evento, pues supuestamente iban a confirmar el desarrollo de la cuarta entrega, pero que lo eliminaron de su plan poco antes del comienzo de Blizzcon.
Aunque Blizzard ha negado esta información, se trata de una situación curiosa, ya que desde el E3 y la Gamescom se ha rumoreado con varios proyectos relacionados con la saga Diablo, siendo uno de ellos la versión de Nintendo Switch de la tercera entrega, así como el finalmente presentado Diablo Immortal, con Diablo 4 a la espera de una confirmación oficial por parte de la compañía.
Desde el artículo de Kotaku, aunque se niega por parte de Blizzard la retirada repentina del anuncio de este último, sí que se confirma que se encuentra en desarrollo, el cual además no estaría resultando sencillo, habiendo cambiado de director ya dos veces y sufriendo varias iteraciones en el proceso.
Antes de entrar a hablar sobre Diablo Immortal y si la connotación negativa que probablemente va a llevar consigo hasta su lanzamiento es merecida o no, conociendo esta situación, es comprensible que Blizzard haya preferido ser cauta a la hora de anunciar Diablo 4. Teniendo en cuenta los cambios que ha sufrido ya desde su concepcióm, junto a los que podría seguir recibiendo durante el resto de su desarrollo, creo que es mejor esperar a tener una versión que al menos vaya a ser similar a la que llegue finalmente a las tiendas, ya que las comparaciones podrían ser odiosas en el futuro (no ya con el apartado gráfico, como ocurrió con Watch Dogs en su día, sino que también podría llegar a afectar al apartado jugable). Además, Blizzard ya tiene experiencia en trabajar con proyectos conocidos por el público, pero de los que no muestra nada, como fue el caso de Project Titan, el llamado a suceder a World of Warcraft como el MMO de la compañía que acabó cancelado y sobre cuya base se construyó finalmente Overwatch.
Por último, y tomando como referencia los comentarios de Mark Kern, exempleado de Blizzard y productor de Diablo 2, parece evidente que Blizzard ya no tiene en cuenta a su comunidad de jugadores de la misma manera que antaño. En un evento como Blizzcon, al que van a estar especialmente atentos tus seguidores más acérrimos, el anuncio de Diablo Immortal puede saber a poco, pero las declaraciones del equipo de desarrollo solo valieron para caldear más la situación, dando la sensación de no conocer el público principal de la compañía, muy alejado del de otras como puede ser Nintendo, más casual.
Es cierto que hubo fans que preguntaron si el anuncio se trataba directamente de una broma, pero esta reacción por parte del equipo no deja en buen lugar a un concepto que, además de ser interesante a nivel jugable (junto a la adaptación de The Elder Scrolls, son los primeros saltos destacables de franquicias clásicas al juego móvil, más allá de emuladores o los títulos basados en las franquicias de Nintendo, que, siendo sinceros, ni se acercan a sus homólogos para consolas) cubre parte de la historia de la franquicia. En cualquier caso, se ha echado en falta un anuncio realmente grande, que bien podría haber sido Diablo 4, pero que deja como lo más destacable del evento un remaster de Warcraft 3, cuyos rumores comenzaron en 2013 (y por tanto, ya apenas sorprende) y un juego para móviles. En el caso de otra compañía, podría ser suficiente, pero las expectativas que crea un legado como es el de Blizzard hace que no lo haya sido.