¿Siguiendo el camino de Wii U?
Las compañías de videojuegos, tanto las dedicadas al hardware así como las especializadas en el desarrollo de juegos, siempre están solicitando nuevas patentes, y en esta ocasión es Sony la que dispone de una nueva patente en vigencia desde el pasado 16 de octubre, registrada en Estados Unidos, que podría ser utilizada en el mando de PlayStation 5 y que sugiere la introducción de una pantalla táctil en sustitución del actual panel que actualmente podemos encontrar en el Dualshock, asemejándose (sin darle toda la importancia a nivel de diseño) ligeramente al concepto del Gamepad de Wii U, la antecesora de Nintendo Switch, que intentó centrar su jugabilidad alrededor de este concepto, y la diferencia jugable que esto creaba con los mandos de Wii para crear diferentes situaciones.
Es cierto que Wii U fue un completo fiasco a nivel comercial (siendo la consola de sobremesa menos vendida de Nintendo en su historia), y hay que admitir que fueron excesivamente conservadores con el concepto en torno al que giraba la consola, añadiendo una tablet (dispositivo en auge en el momento de su concepción, estabilizado en su lanzamiento, y que comenzó su caída poco tiempo después) al control por movimiento, buscando mantener a ese público casual que compró Wii para dejarla cogiendo polvo poco después, pero también hay que reconocer que el juego asimétrico, desde el propio concepto, puede ser muy interesante si se aplica de la forma correcta.
Sin embargo, no me parece que, en caso de que esta patente se convierta en una realidad, Sony vaya a aprovechar en la totalidad las capacidades que este concepto permite, por el tipo de juegos a los que nos acostumbra a nivel de exclusivos, de corte mucho más clásico y enfocado al jugador denominado “hardcore”, y que tal vez sea más reacio a adaptarse a este tipo de novedades, muy enfocadas al juego multijugador local.
Esto no quiere decir que Sony no sea capaz de sorprendernos con este tipo de propuestas, más accesibles en su concepto.
Ya tienen experiencia previa con títulos de corte menos serio (como Little Big Planet, por ejemplo). No obstante, esta novedad, a bote pronto, me parece algo forzada y que los jugadores, ni la necesitan ni realmente la van a agradecer. Además, esto exige a las desarrolladoras crear versiones más específicas para la hipotética PlayStation 5 (en vez de centrarse únicamente a nivel de rendimiento, tendrían que tener en cuenta también como aprovechar esta pantalla secundaria), y como ya ocurrió en Wii U, esto podría crear tanto versiones que sacaron partido de esta novedad (como ZombiU) como otras tantas que no hacían uso real de ella. De igual manera, añadir una pantalla al mando aumentaría también el consumo energético del mando, que ya de por sí sufre de una autonomía justa, y que obligaría también a incorporar una mayor batería, aumentando el coste global del producto.
Otra posibilidad es que Sony haya decidido renovar la patente de la que ya disponía, y haya decidido añadir detalles como éste, ya que en muchas ocasiones este tipo de gestiones se hacen “por si alguna competidora tiene una idea similar”. En cualquier caso, estas acciones siempre aparecen cuando el anuncio de una nueva consola se acerca, y lo cierto es que PlayStation 5 tiene que darse a conocer más pronto que tarde. El exponente de la anterior generación (con PlayStation 3 lanzada a principios de 2007, y relevada a finales de 2013, pero también hay que tener en cuenta que Xbox 360 estuvo en el mercado año y medio más) sigue pesando, pero PlayStation 4 ya se encuentra cerca de sus límites y una evolución para mí es necesaria. No ya a nivel técnico, lo cual nunca pongo en duda, sino por ver como Sony responderá al ecosistema de Microsoft que llegará ya preparado a la sucesora de Xbox One X. La pasada generación, la batalla estuvo en el DRM y la conexión permanente, pero esta ocasión la pelea muy probablemente se trasladará a ese nicho.