Chapa y pintura

*sonido de despertador*

Otra mañana más, otra vez el estridente despertador reclama lo que es suyo: mi tiempo, y yo, iluso de mi, se lo doy. Tal vez no debería de estar haciendo estas reflexiones desde tan temprano, me van a dar dolor de cabeza, y hoy toca examen, así que a levantarse y prepararme. Pongo rumbo al instituto, con cierta inquietud pues, por razones que me sobrepasan, no he podido prepararme todo lo que me hubiera gustado, pero bueno, qué le vamos a hacer, el bien del mundo está por encima de todo…imagino.

Dos semanas después

Se rumorea que ya están las notas, aunque tengo claro que no quiero buscarme, no quiero encontrarme y saber que he cateado, pero así ha sido. ¿Cómo puede ser que, a pesar del esfuerzo que hago todos los días en absolutamente todo lo que hago, no se vea recompensado? ¿Cómo puede ser que, aunque sí que es verdad que no estudié todo lo que debería, haya suspendido de manera tan catastrófica? ¿Cómo puede ser que haya cometidos errores tan básicos en los tiempos que corren? ¿Acaso no aprendí nada? ¿De verdad entendí algo?


Persona 3 Reload llegó como la nueva venida de dios, una carta de amor, la respuesta a los continuos rezos de una comunidad que, en caso de tener que recibir un remake, querían de corazón que fuese de este juego, y así ha sido. Fue casi de un momento a otro, no hubo un anuncio años antes de su salida, y casi que mejor, porque si no todavía estaríamos viendo cientos de comentarios en cada directo de las empresas de videojuegos, y bastante tengo con Silksong. En un visto y no visto, casi 18 años después, Persona 3 Reload volvía a la cálida luz de los focos, solo que esta vez eran muchos más los que lo iluminaban, cientos, miles de ellos, un ejército a la espera de poder lanzarse a un producto que muchos no habían podido catar, pero que esperaban como agua de mayo. La base de fans actual de Persona no tiene ni punto de comparación con la que existía cuando salió el juego original, y esto tiene un principal culpable, y no es otro que Persona 5. No podemos entender el “éxito” de Persona 3 Reload sin sacar a la palestra al sucesor que ha encumbrado la saga, pero que debido al altar en el que se sienta, hace sombra a todo lo que vino antes, pero también se corre el peligro de que pueda opacar a lo que vendrá después, como ha sido en este caso.

Persona 3 Reload

¿Es Persona 3 Reload un Persona 3 pero mejorado? No creo que se pueda dar una respuesta acertada a dicha pregunta, pues como tal no creo que sea justa. Obvio que Persona 3 es un juego de su momento, el comienzo del 2000, donde se empezaba a entender el mundo del videojuego como algo con una capacidad de expansión mucho mayor que la que tenía hasta entonces, sobre todo gracias a PlayStation 2, consola donde se lanzó originalmente. Hemos visto 3 sucesoras desde entonces, 3 generaciones que, con sus más y con sus menos, han ido mejorando, dando más capacidades y herramientas tanto a desarrolladores como a usuarios, ofreciendo mejoras que obviamente agradan, y esto es lo que ocurre con este remake, el tiempo no ha pasado en balde.

Cuando jugué al Shin Megami Tensei III Nocturne HD Remaster experimenté lo que era entrar a un portal, un viaje en el tiempo que me llevó demasiados años atrás, una época en la que tanto la sociedad como los juegos eran diferentes, y pasábamos por alto cosas que, a día de hoy, arquearían más de una ceja. No creo que sentir el paso del tiempo en los videojuegos sea algo malo, solo que tal vez en lugar de disfrutarlos como originariamente se tenía pensado, nos sintamos aburridos o molestos, como cuando asistes a alguna exposición/museo que no te termina de apetecer. Esta visita guiada, donde iremos viendo mecánicas anticuadas como si de tesoros arqueológicos se tratasen, es lo que se ha de evitar en cualquier videojuego moderno, pero sobre todo en los trabajos tan extensos que se hacen para recuperar obras antiguas a los tiempos actuales, pues al fin y al cabo son los que pueden matar la experiencia.

Persona 3 Reload

¿Y cuál es la apuesta de Persona 3 Reload? Un lavado de cara completo, pero que no pasa de las capas superiores. Cualquiera que vea el juego y busque comparaciones con el último lanzamiento de la saga podrá ver, que, efectivamente, son muy idénticos, por no decir que iguales. Esto no es malo, en absoluto, reutilizar assets, mecánicas y demás, hasta cierto punto, lo veo bastante justificado, sobre todo si entran tan bien como es el caso, pues no podemos esperar que hagan desde 0 todos y cada uno de los juegos, si no, tendríamos que esperar más años entre lanzamiento y lanzamiento, algo que no gusta mucho a los inversores, pero tampoco a los fans. Podemos ver un muy buen trabajo en los personajes, en los escenarios, en los enemigos, pero si algo aporta a este juego por encima de todo, son sus menús. Quién me diría que estaría alabando, por delante de muchas cosas, los menús de un videojuegos, pero es que es así. Desconozco cómo serán finalmente los de su próximo título, Re: Fantasia, pero con que sean una milésima parte de los que hay en esta entrega me bastaría e incluso sobraría.

Persona 3 Reload

Fantasmas de un pasado que atormentan el presente

Esta punta de lanza, que marca una dirección en concreto, se ve astillada cuando, de frente, se topa con el escudo del tiempo, la conservación, un espíritu original y arcaico que, por una u otra razón, no se ha decidido eliminar, o mejor que eso, adaptar. Efectivamente, toca bajar al fango, toca hablar del Tártaro. Me fastidia demasiado encontrarme con un juego entretenido, cuyas mecánicas me han enganchado, que narrativamente me ha gustado de sobremanera, un menú completo que disfrutar bocado por bocado, pero parece que una taza no era suficiente, y es por ello que sufrimos la condena de “gozar” el combate y la exploración una y otra y otra y otra vez, un bucle de más de doscientos pisos donde las mecánicas no cambian. Es un contraste increíblemente duro el ver cómo las relaciones avanzan, la naturalidad con el que el juego te va presentando su mundo, sus personajes, su historia, pero que de manera paralela tienes una mazmorra infinita, repetitiva y tediosa que has de asistir obligatoriamente si quieres completar el juego en algún momento.

Este espíritu del pasado se ha mantenido por decisión propia, pues a pesar de existir todo un esfuerzo para llevar el juego a los “estándares actuales”, quiere mantener una parte que le impide avanzar de manera total, quedándose en medio de una brecha insalvable que se va abriendo más y más. Desconozco cómo son los famosos palacios de Persona 5, pero estoy bastante seguro de que no son comparables con lo presente en Persona 3 Reload como más de una persona me ha comentado. Desconozco por qué no se ha hecho algo por actualizar este apartado, que encima posee una importancia capital, pero si algo le lastra es, sin duda alguna, este punto.

Una brecha insalvable que se va abriendo más y más

No quiero sonar catastrófico, ni mucho menos, Persona 3 Reload es una más que decente entrega a pesar de sus cosas, solo que has de saber a qué te vas a enfrentar antes de dar el paso. Has de saber que tendrás que recorrer demasiados pisos en una fortaleza que apenas cambia, y que cuanto más subes, más cuesta arriba se hace. Que los enemigos y habilidades apenas varían, y el núcleo jugable se atasca, haciendo tedioso lo que antes disfrutabas. Pero por otro lado tienes una narrativa excelente, unos personajes a los que coges cariño, una historia que avanza y habla desde lo incómodo, sin florituras ni decoraciones, lo cual se agradece mucho. Es un juego de su época pero con un lavado de cara superficial. Duele que hayan decidido quedarse ahí, pero hay buenas decisiones, eso no hay que dudarlo. ¿Qué podría haber llegado a ser si se hubiese puesto el mismo mimo en todos los apartados? ¿Cómo de contentos habrían estado los seguidores sabiendo que, para poder tener la experiencia completa, no tuvieran que dejarse otros 35€ para adquirir un pase de expansión sin razón de existir?  Temo que es algo que nunca sabremos.


Esta crítica se ha realizado con un código de descarga para PC cedido por PLAION España.