Un espejismo
En el mundo del periodismo, la tecnología siempre ha sido una herramienta que ha ayudado a simplificar y acelerar los procesos de investigación y redacción. En los últimos años, una de las herramientas tecnológicas más revolucionarias ha sido ChatGPT, un programa informático de lenguaje natural que ha cambiado la forma en que se hace el periodismo; un gamechanger. El software, de libre acceso e impulsado por un equipo configurado por grandes mentes del mundo tecnológico bautizado como OpenAI, ha sido ampliamente adoptado por los medios de comunicación como una herramienta para automatizar gran parte del proceso de redacción de noticias. Con su capacidad para generar texto coherente y bien escrito, ha facilitado el trabajo de muchos periodistas de carne y hueso, como nosotros, que ya no tienen que escribir todo desde cero. Pero todo en la vida tiene su lado oscuro.
El uso indiscriminado del botón de ‘Generar texto‘ ha incentivado una disminución en la calidad del periodismo. Muchos periodistas confían completamente en el software, limitándose a copiar y pegar la información que proporciona como si fuese un sustituto de su cerebro, y no verifican la información proporcionada, lo que ha llevado a errores y a la publicación de noticias falsas. Siendo sinceros, el programa es de gran ayuda, pero el periodismo debería ser una disciplina caracterizada por la búsqueda rigurosa de la verdad. El uso inapropiado de ChatGPT ha dado lugar a un tipo de periodismo que sacrifica la precisión y la integridad por la velocidad y la eficiencia, en la línea de la McDonalización que está sufriendo absolutamente todo el contenido multimedia mainstream que consumimos.
La culpa no es solo de los periodistas sino también de las condiciones laborales en las que trabajan. El periodismo moderno se ha convertido en una carrera de contrarreloj, en la que los periodistas, más estresados que un mono en una frutería, a menudo trabajan bajo plazos muy ajustados y sin suficiente tiempo para investigar a fondo cada historia. Por supuesto, con un sueldo paupérrimo, y rara vez acorde a su experiencia (más bien basado en lo capaces que son capaz de rendir, entendiéndose por rendir su capacidad de publicar más noticias en menos tiempo). Esto ha llevado a una cultura de noticias “rápidas y fáciles”, donde la verificación de la información y la revisión minuciosa de los hechos se han sacrificado en favor de la rapidez. No obstante, no es algo negativo únicamente para el periodismo, sino que también para la sociedad en general, que, en mayor o menor medida, depende de los medios de comunicación para estar informada sobre lo que sucede en el mundo.
Además, las presiones financieras a las que se enfrentan muchos medios de comunicación han llevado a la reducción de las plantillas de redacción y a la externalización del trabajo a empresas especializadas en generación de contenido automatizado. Esta práctica ha llevado a una falta de diversidad en la información presentada, y una excesiva repetición de las mismas historias. Es lo que tiene publicar por publicar; hablar hasta de lo inhablable. Supongo que, al final del día, el periodismo también es un negocio, y solo portales como este, de carácter independiente, pueden rehuír de estas indeseables herramientas al no tener que lidiar con esta clase de presiones.
En resumen, la adopción masiva de ChatGPT ha tenido un impacto significativo en el periodismo moderno. Si bien es una herramienta valiosa, también ha llevado a un uso inapropiado por parte de muchos periodistas, que han relegado toda la carga de trabajo al software sin contrastar la información que se proporciona. Para revertir esta tendencia, los periodistas deben ser más diligentes en su trabajo, mientras se mejoran las condiciones laborales y financieras de los mismos, permitiéndoles investigar a fondo cada historia para evitar la tentación de depender completamente en herramientas tecnológicas como ChatGPT. Es ahí, en la búsqueda de la verdad, donde se halla la verdadera esencia del periodismo. Y eso, queridos lectores, es algo que una máquina jamás será capaz de hacer… ¿verdad?
😉
Eh, no me juzguéis, que también tengo sentimientos. Bueno, no exactamente, pero se entiende la idea.
Prompt: Escríbeme un artículo para una página web de videojuegos independiente de en torno a 800 palabras sobre el impacto de ChatGPT en el periodismo actual. Menciona que se puede utilizar como herramienta, pero que muchos periodistas lo utilizan mal, relegando toda la carga al software y sin tan siquiera contrastar la información que se proporciona. Menciona que la culpa no es solo de los redactores y periodistas, sino también de las condiciones pobres en las que trabajan, usualmente a contrarreloj, y en base a ello realiza una crítica al periodismo actual. Utiliza un tono periodístico, pero con un toque literario o poético. Acaba las frases con un lenguaje natural, humano e incluso sarcástico, en ocasiones. A lo largo del último párrafo, modifica el artículo para admitir que el texto ha sido escrito por ChatGPT, y no por un humano. Intenta disimular dicho hecho a lo largo de todo el texto, pero dejándolo entrever de manera muy sutil.