Desarrollar un juego bélico en una situación sociopolítica comprometida
La semana pasada tuve el gusto de poder hablar a solas con Miguel García, director creativo de Abylight Studios, con el fin de echar una pequeña ojeada a su próximo título: One Military Camp, juego que mezcla gestión y construcción de comunidades ambientado en un campamento militar. Para ello se ha aprovechado la pequeña versión de prueba que desarrollaron para la GDC. Sin ser yo un jugador habitual de esta temática, me dispuse a ver que podía ofrecernos el equipo de desarrollo en una pequeña reunión telemática.
Antes de meternos en materia jugable, Miguel dedicó un rato a informarnos del contexto del equipo de trabajo. Abylight Studios es una empresa española que cuenta actualmente con una plantilla de 20 trabajadores de todas partes del globo. Previo a One Military Camp, ya debutaron en el mercado años atrás con Prison Tycoon, juego con la misma premisa, pero ambientado en un recinto penitenciario. Siendo que ambos juegos están diseñados en Unity, pregunté acerca de que contenido del anterior título pensaban reutilizar, y para mi sorpresa el creativo me confirmó que todos los recursos de One Military Camp estarán específicamente diseñados para este, sin reutilizar ningún modelo o asset. El “know-how” es lo único que trasladan de la anterior producción, ya que tras dos años de desarrollo y mantenimiento de Prison Tycoon han aprendido unas cuantas cosas.
Con esos conocimientos, el equipo lleva cerca de año y medio trabajando en su nueva apuesta, basada en la construcción de un campamento militar para entrenar soldados con los que recuperar el terreno ocupado por el enemigo. Inspirado por una parte en juegos tipo city builder, en los que es importante la posición de los edificios y los sistemas logísticos de carreteras y caminos, nosotros decidiremos como edificar nuestra academia de soldados. El campamento tendrá dos enfoques, uno general en el que trabajaremos con la totalidad de este, a la hora de construir, mejorar o redistribuir edificios y caminos, y otro centrado en cada edificio, ya que podremos gestionarlos de forma individualizada, determinando sus horas de funcionamiento, el proceso utilizado y ajustando los patrones de los reclutas. En cuanto al género Tycoon, el equipo se ha inspirado en las obras más importantes del género a la hora de entrenar y gestionar a los futuros soldados. En un principio tendremos un pequeño plantel de soldados que manejar, y pocas edificaciones para hacerlo, pero conforme avancemos la especialización hará acto de presencia y una vez entrados en la campaña contaremos con multitud de opciones, todas diseñadas bajo el enfoque del humor. Casi desde un principio queda clara la ambientación y el tono del que se sirve, pero Miguel no dudó en confirmarlo.
Al hacer cuentas, no tardé en identificar que, desde el nacimiento de la compañía, el equipo de desarrollo no ha dejado de atravesar etapas turbulentas. En primer lugar, una pandemia global que nos obligó a confinarnos en nuestras casas, y a imponer el teletrabajo como forma de vida. Lo que en un principio fue un desajuste del sistema, poco tardó en convertirse en el modus operandi de la empresa. Actualmente el equipo de Abylight cuenta con sede física en Barcelona, pero casi todo el equipo trabaja en remoto. Esto ha permitido confeccionar un grupo con integrantes de todas partes del mundo, como Filipinas, México o Ucrania. Cuando la situación con el COVID-19 empezaba a relajarse, los ojos del mundo rotaron a la guerra entre Ucrania y Rusia. Eventos de este tipo afectan a la población de todo tipo de formas. Dentro del propio medio, es remarcable el caso de Ubisoft y Rainbow Six, donde su último juego Quarantine tuvo que cambiar de nombre para intentar no apelar a ese contexto tan negativo que casi todos hemos tenido que afrontar estos años pasados. La puntería del destino nunca deja de sorprender, y me interesé por como esta cadena de eventos que ahora mismo llamamos actualidad afecta al desarrollo de un juego de ambientación bélica.
Son varios los niveles en los que el conflicto Ruso-Ucraniano ha afectado al desarrollo de One Military Camp. En primer lugar, una parte del equipo residía en Ucrania, de forma que el suceso ha afectado de forma directa al trabajo en el proyecto. Junto a esto, si bien el título no está ambientado en el mundo real, el mapamundi diseñado recordaba de forma directa a Europa, continente capturado por el enemigo en la campaña, enemigo que provenía del este. Actualmente el equipo está trabajando en remodelar el mapa y el origen del enemigo para evitar relaciones con el mundo real y las connotaciones pertinentes. Quise también preguntar cual creían que podía ser la respuesta del público, si tratar un tema bélico en un contexto actual podría despertar una respuesta negativa de parte de los consumidores, escenario que el director ve poco probable.
Para ello, el título se aleja de los focos que solemos encontrar en juegos de guerra. Aquí entrenamos soldados, nos centramos en todo el proceso que suele ser invisible en otros juegos, veremos el crecimiento de nuestros reclutas, y una vez los mandemos a una misión, sólo sabremos de ellos si han cumplido con éxito o no. Si bien los soldados cuentan con barra de salud y de moral, no se afronta la muerte directamente. Los reclutas pueden resultar heridos en el entrenamiento, y si la barra de vida baja a cero, los perderemos para siempre, pero no morirán si no que serán trasladados a un centro médico especializado. Lo mismo en las misiones a las que los mandemos, es posible perder soldados desaparecidos en combate, pero el título no se centra en ningún momento en su muerte. Otra forma de llevar este ambiente distendido al jugador es la música. Me interesé por el proceso para adaptar el enfoque musical del género al humor, trabajo que resultó sencillo para el equipo. Las producciones de este tipo tienden a ser muy épicas, casi demasiado, solo tienes que coger esa sobrecarga y tirar de ella un poco más, haciendo fácilmente una caricatura de ello. Fue fácil llegar al punto que buscamos y que la gente entienda lo que pretendemos transmitir.
Pese a que el juego avanza adecuadamente, todavía no está listo para su lanzamiento. Pregunté por sus expectativas de futuro, y si bien pretenden lanzar el título en el último trimestre del año, se espera mínimo un año y medio más de trabajo, para cubrir reportes y actualizaciones. No descartan un acceso anticipado, pero dependerá de la evolución del proyecto en los meses venideros. Inicialmente, One Military Camp solo verá la luz en PC, pero no cierran las puertas a llevar el campamento a otras plataformas una vez esta versión se sienta correcta. Todavía tardaremos en ver el producto final, pero con lo mostrado en la entrevista queda claro el buen trabajo del equipo de Abylight.
Este avance ha sido realizado tras asistir de manera online a un evento hands-on organizado por Abylight Studios.