A veces, una muerte digna, a tiempo, puede ser la mejor opción

En la existencia de cada objeto, persona o ser en esta vida, existe un ciclo. Un ciclo que comienza en un punto y acaba en otro. Una persona o una franquicia de videojuegos, nace y muere. Es un hecho sobre el cual tenemos cierta influencia, pero esa influencia no va a ser permanente al fin y al cabo, y algo acabará de un modo u otro, antes o después. Pero dejando un poco de lado los nacimientos y los fallecimientos de las personas, vamos a centrarnos en los comienzos y los finales de algunas sagas. En este artículo, me gustaría dar mi opinión totalmente subjetiva y personal sobre dos franquicias o especificándolo mejor, sobre dos entregas en concreto. Focalicémonos en las sagas Age of Empires y Empire Earth, grandes franquicias por cierto, y en sus terceras entregas: Age of Empires III y Empire Earth III.

FinalPrimero comencemos por Age of Empires III. AoE III (incluyendo sus dos expansiones), es un videojuego desarrollado por Ensemble Studios en el año 2005 y para ser de aquella época es un juego que se ve maravillosamente. Pero aparte de los gráficos y los efectos visuales, existen más características que tomar en cuenta. Por ejemplo, si vamos a jugar a AoE III viniendo de la segunda o primera entrega de la saga, notaremos una sensación de vacío. Al menos en mi caso, la experiencia con ese juego fue bastante agria, como cuando te lavas los dientes y después te tomas un zumo de naranja, básicamente. Pues al venir de Age of Empires II (más que de la primera entrega, pero también), noté que la jugabilidad no era la misma.

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Las tarjetas que cada cierto tiempo podremos ir utilizando para prosperar cada vez más durante la partida.

El frenesí de comenzar a producir aldeanos, extraer recursos, construir cuarteles y utilizarlos para elaborar tu invencible armada, ya no era lo mismo. Era más bien, un espectáculo audiovisual que más que querer entretener con su gameplay, quería hacerlo entrando antes por los oídos y por los ojos que por la mente y el corazón. De lo que los verdaderos fans y semi-fans (a los que pertenezco yo) nos enamoramos en su momento, fue de esos veinte píxeles picando piedra y oro que más tarde formaban otros cuarenta píxeles con un mandoble, los cuales solían ir a azotar los muros de los enemigos como si de un arma de asedio se tratara. Pero en el caso de AoE III, los enfrentamientos eran más o menos entretenidos, pero estaban más enfocados a varias batallas sencillas que a un conflicto de medio mapa. Y referente al tema de extracción de recursos, ahí ya no tendríamos que preocuparnos tanto, pues gracias a la inclusión de tarjetas de ventajas, se podía pedir refuerzos en forma de tropas o recursos.

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Existen otras ventajas varias que permitían crear un ambiente bastante ordenado y entretenido, dentro de lo que cabe, como el hecho de tener que gestionar nuestra metrópoli enfocando así el juego a una experiencia rol. Vuelvo a clavar el recordatorio amistoso de nuevo. Age of Empires III, no es un juego malo. Yo la verdad es que me lo pasé bien jugando una partida local con un colega contra la CPU. Muchas risas por el tema de perder soldados por meternos con osos o con indígenas, etc. Además había bastante cosa donde elegir a la hora de crear unidades y compaginarlas con las tarjetas de ventajas. Pero como digo, esa experiencia nunca será igual a la de un Age of Empires II, es prácticamente imposible. Se ve que en el año 2005, pasaban ya seis añitos desde que el estudio soltó la perla y querían volver a brillar en dicho año. No era raro en aquella época ver saltos gráficos, técnicos o ambientales, pero desde luego que a algunas franquicias les sentó algo mejor ese cambio y a otras varias, peor.

Y ahora paremos el carro de la saga Age of Empires y pasemos a Empire Earth. Dios mío, lo que daría por ver una tercera entrega bien hecha de ese juego o al menos una cuarta, que arreglase los errores de su antecesor. Mi relación de amor con Empire Earth II comenzó hace muchos años, tantos, que en aquella época todavía tenía un monitor CRT de esos que ocupaban una galaxia y media. El típico cacharro que al grabarlo con una cámara, se podía ver como parpadeaba la pantalla por el refrescado de la imagen.

FinalY en ese monitor fue la primera vez donde le di caña a la demo de EEII. Fue fantástico poder crear decenas de unidades, gestionar a los aldeanos, extraer recursos, investigar tecnologías, etc. Me encantó, pues lo que manejaba en el juego eran personas reales, quiero decir, humanos. Con cuerpos humanoides y sin rasgos exagerados. Además, se podía personalizar la partida de tal forma, que investigando tecnologías podías pasar desde la primera, hasta la quinceava era. Como si de una evolución real se tratara. Desde la edad de piedra hasta robots y láseres. Era algo muy impactante para mi en aquella época y de hecho sigue flipándome hasta el día de hoy. Pero después llegó la tercera entrega de Empire Earth, donde todo era tan extraño que te echaba para atrás al pensar que se trata de la tercera y desgraciadamente, la última entrega de esa serie.

En ese juego ya no había aldeanos que pareciesen personas de verdad. Y si había humanos yo ni lo he percibido, pues todo estaba modelado de una forma bastante rara y caricaturesca. Todo estaba lleno de unidades que no tenían ni pies ni cabeza, terrenos curiosos pero a la vez repelentes y más detalles que anulaban toda la magia de la saga Empire Earth. Se ve que en el 2007, los chicos de Sierra han querido ponerse por encima de todos implicando todos estos cambios. Otra de las cosas que más me extrañas y prescindibles me han parecido, es el modo “Dominación Mundial”, basado en juegos como Rise of Nations.

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Creo que esos cambios pueden ser positivos, pero aplicados de otra forma. Quizá sufra de síndrome de pato, por acostumbrarme a lo primero que pillo, pero seguramente no sea el único que piense eso. Con todo esto, no quiero decir que sea un mal juego. Es una buena producción, pero yo sinceramente lo hubiese dejado fuera de la franquicia Empire Earth. El primer juego no tiene demasiado misterio tampoco. Es como una versión de Empire Earth II con algo más de magia y con menos tecnología, pero sigue siendo un juegazo. Ojalá pudiese ver un Empire Earth IV con pies y cabeza para poder volver a (re)tomarme esa saga seriamente.

También me gustaría añadir que por ejemplo, las ediciones HD que han salido durante estos últimos años de AoE, lo han petado más que AoE III. Básicamente por ser un Age of Empires clásico con mejoras gráficas, técnicas y contenido vario adicional. Tampoco voy a enfocar demasiado el tema de estas ediciones ya que no son tan principales como las tres primeras entregas de la serie y en este caso se trataba de sacar el punto común de las terceras entregas de cada franquicia. De todas formas, creo que no hay mal que por bien no venga y como en el caso de Empire Earth, mejor que haya acabado así que de otra forma.