Pyramid Game
Creo que aprovechar este artículo para convenceros de escuchar a Radiohead a aquellos que aún no lo hayáis hecho hasta ahora sería poco menos que una pérdida de tiempo. Pienso que si a escasos días de 2022 aún no le habéis dado una oportunidad al que indiscutiblemente fue y es uno de los más grandes grupos de rock alternativo y art rock de la historia moderna (con su peak, eso sí, en los años 90), pocos motivos tendréis a día de hoy para hacerlo. No obstante, me cuesta creer que no hayáis disfrutado de su herencia artística, en mayor o menor medida, en las obras que habitualmente consumís y consumo. Radiohead is Everywhere. Su legado es grande, más vasto de lo que probablemente muchos de nosotros podríamos llegar a ansiar y más transversal de lo que uno podría llegar a concebir. Hay Radiohead entre las partituras de The National, entre los coros de James Blake y entre las letras de St. Vicent, pero también lo hay en la dirección artística de Control (Remedy Entertainment, 2019) y en la decadencia de Inside (Playdead, 2016) o GRIME (Clover Bite, 2021). Por eso, a poco que nos hayamos sentido alguna vez atraídos por la cultura punk o por su estética más espeluznante (por no escribir creepy), estudiar a la banda británica de rock alternativo se antoja como una disección de nuestras propias raíces culturales, ergo, un ejercicio siempre agradecido.
Originalmente, la exposición KID A MNESIA iba a basarse, en palabras del cantante Thom Yorke y del artista Stanley Donwood, en “un edificio construido de forma que pareciera que una nave espacial brutalista se hubiera estrellado contra la arquitectura clásica. Este asombroso caparazón de acero se insertaría en el tejido urbano de Londres como un picahielo en Trotsky“. [SPACE LINE] [SPACE LINE] [SPACE LINE][SPACE LINE] [SPACE LINE][SPACE LINE] En el proceso de digitalización de la idea, ambos decidieron que el enfoque “no tenía que ajustarse a ninguna regla normal de una exposición. O de la realidad“.
No existen momentos desfavorables para llevar a cabo tal acto, pero sí que los hay oportunos. El pasado 18 de noviembre, el (re)descubrimiento de la banda de Abingdon-on-Thames se nos puso en bandeja de plata a través del estreno global de una suerte de museo virtual multiplataforma (PS5, macOS y PC) y de acceso gratuito. Disfrazado de una macabra y comedida experiencia de exploración en primera persona,KID A MNESIA —homónima al álbum recopilatorio, y originalmente concebida como una instalación física antes de que la pandemia de COVID-19 hiciese estragos a lo alto y ancho del globo— se trató de una exposición virtual de obras de arte creadas para los álbumes Kid A (2000) y Amnesiac (2001). Y si bien la propuesta sigue disponible por lo que no hay motivos aparentes para hablar de ella en pasado, quiero que le deis una oportunidad antes de que acabe este año 2022. Porque no quiero que su buen hacer se diluya en el devenir de los próximos meses, pero también por su naturaleza conmemorativa.
Al final del día, si algo se le puede exigir a estas efemérides es que consigan transmitir mínimamente no tanto la obra original sino el porqué de su relevancia. Es fácil sentir los espacios de KID A MNESIA como propios o familiares, pese a su crudeza, extravagancia o desconexión con nuestro mundo. Son postales que ya hemos visto, caminos que ya hemos recorrido, pero que, desde luego, se viven mejor con Idioteque de fondo. Namethemachine, Arbitrarily Good Productions y Epic Games, junto al productor Nigel Godrich y a los citados Yorke y Donwood —todos ellos responsables de esta celebración—, no solo han hecho un trabajo encomiable entendiendo y exhibiendo el arte de la banda a través de una dirección artística tan soberbia y adecuada como inspiradora, sino también a la hora de dotar de cierto valor adicional a las obras que pretende encumbrar, revitalizándolas y resignificándolas en un marco audiovisual e interactivo. Siempre se puede pedir algo más, pues resulta estimulante imaginar un acercamiento más lúdico al mismo concepto, con el mismo arte, pero desprendido de la calificación de museo virtual. Aún así, la valía de la exhibición no se haya en lo tangible, sino en lo visual y, sobre todo, sonoro. Puede que yo no os vaya a convertir en adeptos a Radiohead, pero quizás KID A MNESIA sí que lo haga.